¿Qué es la medicina de género y por qué podría tener fundamentos débiles? – .

¿Qué es la medicina de género y por qué podría tener fundamentos débiles? – .
¿Qué es la medicina de género y por qué podría tener fundamentos débiles? – .

La Universidad de York llevó a cabo un análisis de los servicios que el NHS brinda a niños y jóvenes que padecen disforia de género a pedido de la Dra. Hilary Cass, pediatra consultora que en 2019 emprendió la evaluación integral de los procedimientos utilizados en la medicina de género y sus fundamentos científicos.

Los resultados de esta investigación han llevado a la pediatra a lamentarse, pues cree que, si bien los médicos suelen extremar el cuidado a la hora de implementar nuevas prácticas, “en el ámbito de la atención de género a los niños ocurre todo lo contrario”, ya que se basan algunas de las prácticas de transición de género. en su mayor parte, en estudios de casi nula calidad.

Los hallazgos de la revisión sugieren que los tratamientos aplicados a pacientes menores con dismorfia de género no tienen bases científicas suficientes para considerar que su administración es relevante. A continuación te contamos qué es la medicina de género y por qué se considera que algunos de sus procedimientos no tienen fundamentos sólidos.

¿Qué es la medicina de género?

La medicina de género, un campo relativamente nuevo en la salud, estudia los efectos del sexo en los tratamientos médicos y la experiencia de enfermedades con el objetivo de mejorar la atención clínica en mujeres y hombres, según la Sociedad Médica de Chicago. .

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la medicina de género estudia la forma en que las diferencias biológicas (sexo), socioeconómicas y culturales (género) influyen en la salud de las personas.

En este sentido, los expertos han determinado que existe evidencia médica de que tanto los medicamentos como los procedimientos médicos tienen un efecto diferente según el sexo. Lo mismo ocurre con las enfermedades, ya que se manifiestan de forma diferente en hombres y mujeres. Por este motivo, el enfoque de la medicina de género puede ayudar a mejorar los tratamientos al permitir una atención personalizada.

Sin embargo, recientemente se ha descubierto que dentro del estudio de la medicina de género existe un área especialmente débil: los servicios de género.

Las bases de los servicios de género no son sólidas

El portal Guardian señaló que el estudio realizado por la Universidad de York y dirigido por Hilary Cass para el NHS de Inglaterra, destacó la insuficiente base científica para los tratamientos médicos llamados de transición o afirmación de género.

Este análisis, que es el más relevante de su tipo, revisó la calidad y el desarrollo de las guías y recomendaciones utilizadas actualmente en el manejo de la disforia de género en pacientes menores, incluido el bloqueo de la pubertad y el tratamiento hormonal.

En la evaluación se analizaron 23 guías clínicas publicadas en diferentes países entre 1998 y 2022, las cuales, afirman los investigadores de York, no son independientes ni presentan evidencia científica de cómo se desarrollaron sus recomendaciones. Pocas Directrices se basaron en evidencia sistemática y sólo dos informaron haber trabajado con niños y jóvenes durante su desarrollo.

Cass afirma que la Asociación Mundial de Profesionales de Atención Médica Transgénero (WPATH) gozó de una influencia notable en la dirección de la práctica internacional de los servicios de atención de género, sin embargo “la evaluación de la Universidad de York encontró que sus directrices carecían de rigor de desarrollo y transparencia.

Cass sugiere que este grupo vulnerable ha sido víctima de una falta de evaluación holística en los enfoques clínicos, que generalmente se aplica a otros grupos con casos igualmente complejos.

Relevancia de los bloqueadores de la pubertad

Además, se concluyó que de los 50 estudios sobre bloqueadores de la pubertad, sólo uno es de alta calidad. Los estudios sobre este procedimiento se centraron más en qué tan bien se suprimió la pubertad y los efectos secundarios de este tratamiento, pero casi ninguno profundizó en si estos medicamentos lograron los beneficios esperados en jóvenes con disforia de género.

Como ejemplo de la falta de base científica para la transición de género en las guías clínicas, el pediatra y director de esta revisión encargada por el NHS destaca que el bloqueo de la pubertad, hoy muy utilizado en varios países, se basó en un único estudio. médico de los Países Bajos, que “sugiere que los bloqueadores de la pubertad pueden mejorar el bienestar psicológico de un grupo estrechamente definido de niños con incongruencia de género”.

Los científicos de York dicen que hay evidencia muy limitada de que el bloqueo de la pubertad mejora la salud mental, por lo que no es información concluyente, aunque hay cierta evidencia de que la salud ósea y la altura podrían verse afectadas por ello. tratamiento.

Relevancia del tratamiento hormonal

Por otro lado, se revisaron 53 estudios sobre tratamiento hormonal, solo uno tuvo una calidad aceptable, con poca evidencia inconsistente en sus resultados sobre el impacto de estas hormonas en el crecimiento, la altura, la salud ósea, los efectos cardiometabólicos o la fertilidad. entre otros. Esto quiere decir que se está aplicando un procedimiento médico sin tener evidencia suficiente para descartar que afecte otras áreas de la salud.

Al respecto, investigadores de la Universidad de York concluyen que:

“no hay evidencia suficiente o inconsistente sobre los riesgos y beneficios de las intervenciones hormonales en esta población”

Investigadores de la Universidad de York

La pediatra Hilary Cass recomendó que el NHS de Inglaterra revise sus directrices sobre el suministro de hormonas masculinizantes y feminizantes, ya que debería existir la opción de proporcionar este tratamiento a menores si existe una justificación médica para no esperar hasta los 18 años.

La RSE en los procesos de transición de género

El análisis realizado por la Universidad de York aporta información suficiente para afirmar que niñas, niños y adolescentes han sido sometidos de manera irresponsable a procedimientos médicos de transición de género sin que existan bases científicas suficientes para descartar efectos sobre la salud o comprobar su efectividad. de estos tratamientos para la disforia de género.

También es necesario un llamado a la RSI, ya que los prejuicios en torno a la transición de género y las posiciones extremistas en el debate público sobre el tema continúan obstaculizando la investigación, la difusión de información científica y la opinión crítica sobre estos temas.

Los profesionales de la salud, como cualquier persona, deben ser capaces de discutir los riesgos y desventajas de los procedimientos de afirmación de género, o sus beneficios, así como generar investigaciones que demuestren la seguridad de estos tratamientos sin por ello considerarlos detractores de los servicios de género. El debate y la investigación velan por el respeto de los derechos a la libertad de expresión y a la salud física, mental y social.

 
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