Oscar Ruggeri Es uno de los símbolos de la historia del fútbol argentino. Campeón del mundo con la Selección y exdefensor de Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo y Real Madrid, entre otros, tiene grandes anécdotas con figuras como Diego Maradona y también supo crear un personaje en programas de televisión.
En entrevista con el programa de Migue Granados soñé que volabaél cabezón Mostró un lado desconocido al revelar sus gustos musicales e incluso se atrevió a cantar al aire una de sus canciones favoritas. “Me gusta la música, pero soy muy mala. Los veo cantar y me pregunto: ‘¿Cómo cantan así tan fácilmente?’ Cómo me gustaría cantar así, con esa facilidad. “Me gusta Rosalía, María Becerra y voy en el auto escuchando eso”dijo mientras cantaba un fragmento de la canción. Desesperado del cantautor español.
“Por las mañanas, cuando bajo en la Panamericana en una parada, me muevo un poquito y la gente te mira como diciendo que esto no está bien”, continuó y agregó a su playlist más artistas favoritos como Camila Cabello, Luciano Pereyra, Diego Torres, Mick Jagger y Tina Turner. Incluso relató que conoció al cantante de los Rolling Stones en un bar de Brasil: “Veo que hay movimientos por ahí y veo que viene alguien rudo. Me quedo atento y era Mick Jagger”.
Otro de los recuerdos que contó Ruggeri en la distendida nota en la que participaron Natalie Pérez y Lucas Fridman fue la vez que invitó a los jugadores argentinos que se encontraban en Europa a pasar la Navidad en su casa en España. El nacido en Corral de Bustos organizó la cena junto a su esposa e invitó a Diego Maradona, Claudio Caniggia, el Puma Rodríguez y Nery Pumpido, entre otros, con sus respectivas familias.
De lo que no se había dado cuenta el exfutbolista es que no tenía suficientes platos, vasos y cubiertos para todos los invitados, por lo que tuvo que comprar vajillas desechables. “Comenzaron a llegar todos, Diego con Claudia y las chicas, y Caniggia presentó por primera vez a Mariana Nannis, era la expectativa. “Apareció con un vestido largo, pensó que era la fiesta del Rey de España, parecíamos cirujanos”.comenzó.
La historia continuó en la mesa navideña, con los pavos que Ruggeri había comprado para comer. El problema era que el cabezón No tenía cuchilla para cortar la carne. Hasta que apareció Maradona para salvar la situación: “Agarró el pavo por ambas patas y lo desgarró.. Luego preguntaba: ‘¿Qué quieres, pato?’ Y le dio la vuelta. Imagínense que éramos 27 en una mesa, el que quería pechuga la agarró con la mano y la arrojó en el plato blanco de cumpleaños. Cuando Nannis vio que estábamos tirando la comida, se hizo a un lado y se quedó fuera de la fiesta.. Luego nos pusimos a bailar, Diego con la corbata en la cabeza, y lo pasamos de largo”.
Tiempo después, Ruggeri y su esposa estaban viendo el programa de Susana Giménez por televisión, cuando se sorprendieron al ver como invitada a Mariana Nannis, quien contó lo vivido en aquella fiesta. “Nos mató y Nancy quiso llamar a Susana para decirle que no era así. Luego lo llevamos en los mítines de Nannis”.completo.
En otro tramo de la charla no faltaron las menciones a Maradona, con quien el exdefensor de 62 años mantuvo una estrecha amistad desde su paso por Boca hasta la Selección. Él cabezón Evocó la condición de líder que tuvo que luchar Diego para que le pagaran sus sueldos en el Xeneize: “Nos hizo ganar mucho dinero en la gira por Japón y Malasia antes de partir hacia Barcelona. A través de él viajamos, a través de él conocimos sobre el tren bala… Él cobraba 60 mil dólares por partido y nosotros cobramos mil. Él era tremendamente generoso, cuando estabas pasando por momentos difíciles ella tocaba la puerta (a los dirigentes) ¿y cómo ibas a decir que no? Más tarde en la cancha te matarías por él. Eso es lo que significa ser un líder”.
Finalmente, Ruggeri dijo que no piensa vender bajo ningún concepto las camisetas de Argentina con las que ganó el Mundial de México 1986. “Lo único que les pido a mis hijos es que no los vendan. Me han ofrecido de todo, hasta 100 mil dólares por una camiseta, pero no tienen precio.. Ya amenacé al gemelo (por uno de sus hijos). En ese momento no nos importaban las camisetas y las tiramos. Que loco fue todo que cuando terminó el partido con Alemania, Diego tiró el suyo y luego fue subastado en 9 millones de dólares. Tiramos todas las camisetas en medio del vestuario, el utilero del otro equipo venía con camisetas y se las intercambiaban. En todo ese montón de ropa estaba la de Diego”, concluyó.
