El daño al corazón después de la medicación contra el cáncer podría remediarse

El daño al corazón después de la medicación contra el cáncer podría remediarse
El daño al corazón después de la medicación contra el cáncer podría remediarse

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto el mecanismo por el cual un fármaco anticancerígeno muy utilizado (las antraciclinas) daña el corazón de los pacientes que lo reciben y han propuesto una potencial terapia para tratarlo.

El estudio, publicado este viernes en la revista JACC: CardioOncology, aborda los efectos secundarios de las antraciclinas, un grupo de antibióticos que dañan el ADN de las células cancerosas provocando su muerte y, en combinación con otros fármacos, son los medicamentos más utilizados. . para tratar a las personas que sobreviven al cáncer. Lea: Lucha contra el cáncer: panorama en Cartagena

Un efecto secundario común

En Europa, 3 de los 4 millones de pacientes diagnosticados cada año la reciben mediante quimioterapia.

El problema es el daño que pueden causar al corazón, que en el 5% de los pacientes deriva en insuficiencia cardíaca crónica, una enfermedad limitante.

Aunque esta complicación se conoce desde hace muchos años, aún no se han desarrollado tratamientos que puedan usarse simultáneamente con ellas para proteger el corazón debido, en parte, a un conocimiento incompleto de los mecanismos moleculares que causan el daño.

Ahora, el equipo del Laboratorio Traslacional de Imagen y Terapia Cardiovascular del CNIC, liderado por Borja Ibáñez, ha identificado en detalle la evolución de la ‘toxicidad cardíaca’ debida a las antraciclinas en el metabolismo del corazón, identificando los mecanismos que desencadenan el daño . Le puede interesar: Expertos advierten sobre el aumento global de cáncer en jóvenes

La clave es que alteran las mitocondrias (las fuentes de producción de energía dentro de las células), dificultando que la energía llegue al corazón: un órgano que se contrae sin cesar durante toda la vida y, para esta increíble actividad, necesita un aporte energético continuo.

“Lo que hemos visto es que uno de los primeros fenómenos que ocurren en el curso de esta cardiotoxicidad, mucho antes de que el corazón tenga alguna alteración en su función o estructura, es que hay una atrofia de las células cardíacas; Es decir, hay una reducción del volumen de las células del corazón”, explica.

Hacia el tratamiento

La descripción de las alteraciones moleculares responsables de este deterioro metabólico cardíaco permitirá desarrollar intervenciones muy tempranas, y investigadores del CNIC han visto que una de ellas puede ser un aporte nutricional específico, como una dieta rica en proteínas. Lea también: Así es la histórica alianza para combatir el cáncer de mama y de cuello uterino en Bolívar

“Pensamos que una dieta rica en proteínas, ayudada con suplementos proteicos, podría ayudar a evitar esta atrofia tan temprana que se produce en la célula cardíaca y esto evitaría la cardiotoxicidad a largo plazo”, afirma Ibáñez.

“De hecho, estamos probando esta intervención ahora mismo”.

Borja Ibáñez, investigador.

“Tenemos un estudio bastante avanzado que aún no hemos terminado y no se puede considerar definitivo, pero los resultados preliminares son prometedores”, añade.

Paralelamente, “hemos visto que otro de los fenómenos que se produce muy tempranamente es esta reducción tan importante del metabolismo, particularmente de los ácidos grasos por parte del corazón. Por lo tanto, una dieta rica en ácidos grasos Omega 3 podría prevenir este daño nuevamente”.

Según el investigador, el siguiente paso sería un ensayo clínico en el que los pacientes con alto riesgo de desarrollar esta toxicidad cardíaca recibirían, mientras reciben tratamiento con antraciclinas, un enfoque nutricional especial con suplementos proteicos y una dieta rica en ácidos grasos.

De esta forma, “el corazón estaría más preparado para recibir los daños causados ​​por las antraciclinas y eventualmente evitar que se produzca esta toxicidad”, concluye.

A la izquierda, corazón de ratón no expuesto a antraciclinas: la zona en rojo, con un halo verde, corresponde al corazón que capta ácidos grasos y glucosa para producir energía (metabolismo normal del corazón). A la derecha, corazón del mismo ratón después de haber recibido varias dosis de antraciclinas: se observa que el corazón capta estos sustratos en mucha menor medida (color azul tenue).

 
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