En su gira “Victoria”, Raphael promociona canciones de su último álbum.
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Rafael es contundente. Dice que no piensa en el retiro y que a sus 80 años la música sigue moviendo su alma y su corazón como la primera vez que subió a un escenario hace más de 50 años. El tiempo es irrelevante para él, no ha dejado de cantar desde niño y hoy, más de seis décadas después de iniciar su andadura, sigue cantando sobre la vida y el amor.
Himnos como “Yo soy ese”, “Cómo te amo” y “Qué nadie sabe” son parte de su repertorio. Temas escritos por varios compositores como Manuel Alejandro, José Luis Perales y actualmente Pablo López. Influenciado por la música de Pedro Infante, Elvis Presley, Carlos Gardel y Manolo Caracol, la voz de Raphael no tardó en destacarse en el mundo de la balada.
Recuerda sus inicios con orgullo, no con nostalgia. Mantiene los pies plantados en el presente, en sus proyectos y en lo que vendrá después. “Siempre recuerdo a un niño lleno de esperanza, que moría por estas cosas. Ahora también soy un hombre lleno de entusiasmo, pero ya no tan joven. Es hermoso mirar atrás, sobre todo para mí que llevo tanto tiempo haciendo esto, aunque no soy nostálgico y eso es muy sanador para mí, porque siempre estoy pensando en el mañana. Si no fuera así, sería de esas personas que hablan del pasado todo el tiempo. Lo que pasó, pasó y no hay nada de lo que me arrepienta”, dijo en entrevista para El espectador.
Sin embargo, es imposible no mirar atrás y recordar una carrera de tal magnitud. Rodrigo Gómez, aficionado a las baladas y coleccionista de vinilos, recuerda claramente la primera vez que escuchó una canción del cantante español. Entre los años 60 y 80 se escucharon las baladas de Sandro, Camilo Sesto, Leo Dan, Leonardo Favio, y por supuesto, El Divo de Linares, como también le llamaban a Raphael. “Fue el mejor momento, sin duda, en muchos sentidos. La música era poesía, la balada era muy poderosa por la profundidad de su letra”, comenta.
La primera canción que Gómez escuchó de Raphael fue “Como yo te amo” y sigue siendo su favorita. “Recuerdo que en ese momento tenía unos 18 o 20 años, estaba con mi mamá en la cocina, ayudándola a preparar el almuerzo. A ella le gustaba mucho escuchar la radio mientras hacía cualquier cosa, desde que se levantaba hasta que anochecía. Ahora no recuerdo el nombre de la emisora, sólo sé que mientras ella lavaba algo empezó a poner esa canción”, me cuenta mientras busca su colección de vinilos.
“Lo primero que me llamó la atención fue el tono de su voz, espesa y con carácter. Lo segundo, la melodía, suave y romántica, pero al final lo que más me cautivó fue su letra. Creo que si realmente amas a alguien deberías dedicarle ‘Cómo te amo’ de Raphael, es un poema convertido en canción”. De su colección sacó tres vinilos, por su apariencia se notaba la antigüedad que tenían: ‘Raphael: en carne’, ‘Raphael en Colombia’ y ‘Raphael: ayer, hoy y siempre’. Los guardo porque las canciones que hay aquí son un tesoro, sobre todo la última que tiene mi canción favorita”, me dijo.
Raphael, quien habla de las letras de sus canciones, reafirmó que todas tienen un sello. “Las nuevas generaciones de cantantes deben preocuparse mucho de no imitarse, sino crear algo nuevo que los identifique y cuando suena en la radio una canción cantada por mí sin verme la cara, la gente sabe que soy yo, al igual que los demás, que me escuchan y dicen ‘¿quién es este? ¿Qué canta?’. Tener un sello personal es lo más complicado e importante, porque es lo que perdurará”.
Lo que Rodrigo Gómez siente con las canciones de Raphael es precisamente lo que el artista ha transmitido durante cinco décadas. En el tiempo que lleva coleccionando música, Gómez asegura que no se ha topado con un fenómeno igual al de la balada, y desde su afición destaca que Raphael no se adentra en el mundo de la música actual. Es un romántico de los que ya no existen, canta desde el corazón y por eso, a sus 80 años, sigue siendo una figura relevante, y de las pocas que quedan con vida.
“No me fío de este tipo de música ahora, si no es para una fiesta, para eso es muy divertida, pero para otras cosas con más estatus, no, no pienso en eso. Me gusta mucho la música folklórica colombiana, tiene letras hermosas, eso no quiere decir que esté en contra de lo que se hace ahora, los jóvenes son libres de hacer lo que quieran, de bailar lo que quieran, para eso tienen la edad que tengan. ”, dice el Divo de Linares sobre lo que se juega actualmente.
Y, aunque la industria esencialmente ha cambiado, la música de Raphael ha logrado seguir siendo relevante durante varias generaciones. En mi caso, crecí escuchando las baladas que tocaba mi papá cuando llegaba del trabajo y quería tomarme un par de whiskies con esas canciones de fondo. Le pregunté si recordaba la primera vez que escuchó a Rafael. Su respuesta fue similar a la de Rodrigo. “Fue cuando era pequeño, tenía como diez años, lo escuchaba en las radios de esa época”.
Su canción favorita es “Yo soy ese”, según él, por la letra y la forma en que la interpreta el artista dice que le trae muchos recuerdos de esa época. También le pregunté si alguna vez le había dedicado una canción de Raphael y me dijo que sí. Ella no quiso decirme quién, pero sé que fue con mi mamá, me lo dijo hace mucho tiempo. Como dijo Rodrigo Gómez: “Creo que si realmente amas a alguien, debes dedicarle “Cómo te amo”, y eso fue lo que hizo mi papá.
Raphael todavía hace giras como si tuviera 20 años. Estrenó su disco “Victoria” y regresará a Bogotá para promocionarlo el 23 de abril con un show en el Movistar Arena que promete hacer un recorrido por esos cincuenta años de baladas. “Es un disco que me encanta porque es muy diferente a los anteriores, y además está hecho por otro compositor, Pablo López. Me sorprende cómo Pablo ha podido entender mi forma de cantar y lo que me gusta hacer. Estoy muy contento con el resultado. Cuando la canta frente al público, la gente lo aplaude mucho y se emociona”.
