El juicio a Daniel Sancho en el tribunal de Koh Samui, en Tailandia, está dando mucho que hablar. Sin embargo, más que el propio acusado, el gran protagonista es Rodolfo Sancho, su padre. Sus recurrentes enfrentamientos con la prensa han coincidido con el estreno del documental El caso Sancho en HBO, situación que ha añadido tensión al ya complicado panorama que tienen por delante.
En ¡Viernes!, donde se transmitió una entrevista exclusiva a Darling Arrieta, hermana del fallecido Edwin Arrieta, se analizó la actitud de Rodolfo durante su estadía en Tailandia. Eva García, experta en lenguaje corporal, ofreció un profundo análisis de estos aspectos, señalando las aristas de su expresión no verbal en estos días tan señalados.
Muestra agresión y se ve afectado.
Según el experto, el intérprete está mostrando inconsistencias en sus expresiones faciales, señalando que, aunque intenta parecer cordial, sus gestos revelan sentimientos muy diferentes. “La sonrisa es la expresión humana menos fiable y es un gesto relacional, que podemos hacer de forma deliberada”, comentó García.
Según García, la agresividad de Rodolfo es evidente,
Sitthipong Charoenjai / EFE
El experto continuó describiendo otras señales de conducta no verbal que presenta Rodolfo al interactuar con la prensa. “Vemos ciertos movimientos que dejan claro que no quiere hablar, tiene lo que conocemos como boca de contención, la cierra bien, mete el labio, es contención… Además, cuando la prensa le hace preguntas , aunque avanza se rasca la oreja y es muy llamativo, porque eso quiere decir que algo que escucha le afecta pero sí quiere escuchar”, explicó.
Según García, la agresividad de Rodolfo es evidente, sobre todo al analizar microreacciones como el ligero movimiento del labio derecho o el arrugamiento de la frente, sugestivos de verdadera irritación. “Cuando se toca la boca, especialmente la zona del bigote, indica que siente que se cuestiona su autoridad”, añadió el experto.
Finalmente, García añadió un matiz importante respecto a la capacidad de Rodolfo para controlar sus emociones. “Rodolfo es un actor, hay que ser cauteloso en el análisis, él puede meterse en el papel y puede meterse en esos movimientos con mayor facilidad. Las emociones sí salen a flote pero tiene mucha protección, no dice todo lo que quiere decir. Está claro que cuando se enfrenta a la prensa es mucho más vulnerable y sus gestos hablan más que cuando responde en el documental, que está más estudiado y medido”, concluyó el experto.
