Milei deja la salud al libre mercado en la peor epidemia de dengue

Milei deja la salud al libre mercado en la peor epidemia de dengue
Milei deja la salud al libre mercado en la peor epidemia de dengue

Guardias hospitalarias llenas, nubes de mosquitos al acecho, falta de repelente -las farmacias ponen directamente el cartel de “no hay” en la puerta- y una vacuna costosa: la tormenta perfecta de la epidemia de dengue en Argentina. El gobierno del ultraderechista Javier Milei se niega a incluir en el calendario oficial la vacuna TAK-003, también conocida como Qdenga, una medida que garantizaría que sería gratuita y obligatoria. De hecho, el Gobierno ha llegado a cuestionar su efectividad, pese a que fue autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) unos meses antes de que Alberto Fernández abandonara la Casa Rosada. Tampoco está llevando a cabo una adecuada campaña nacional de prevención para frenar la reproducción del mosquito vector del virus.

Hasta hace una década, el dengue era una enfermedad restringida a las provincias del norte de Argentina, Brasil y Paraguay, los países más afectados de América. Hoy, debido principalmente al cambio climático, el virus se ha urbanizado: también se ha extendido al centro del país, incluyendo grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba y San Miguel de Tucumán. Excepto en Patagonia y Cuyo, el dengue circula en el resto de las provincias.

Según el último informe del Ministerio de Salud de la Nación, en lo que va de la temporada 2023/2024 se han registrado 161 muertes y 232.996 casos de dengue, de los cuales 215.885 se reportaron desde la semana 1 a la semana 13 de 2024. Incidencia acumulada hasta el momento para todo el país es de 495 casos por cien mil habitantes. En el mismo período, 512 casos fueron clasificados como dengue grave. Hasta la semana pasada habían fallecido 129 personas, lo que indica que en esta última hubo un fuerte aumento de decesos.

Contra este virus transmitido por mosquito Aedes aegypti Está la vacuna Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, que cubre las cuatro cepas de la enfermedad y está vigente en la Argentina desde noviembre pasado. Para tener inmunidad completa se debe aplicar una primera dosis y, a los tres meses, la segunda. Cada dosis cuesta unos 70.000 pesos (unos 74 euros al cambio oficial), mientras que el salario mínimo está fijado en 202.800 pesos (215 euros).

Dentro del sistema público de salud, Brasil lleva a cabo una campaña de vacunación con Qdenga para 1,4 millones de niños y adolescentes de entre 10 y 14 años, el grupo de edad donde se producen más casos de ingreso. Mientras el Gobierno de Lula da Silva tomó cartas en el asunto y va dejando atrás el pico de la enfermedad, el Gobierno de Milei desinforma sobre la efectividad de la vacuna. “La inmunidad se logra con el tiempo, entonces vacunar ahora implicaría que esa inmunidad se logra en cuatro meses, donde el mosquito ya no es un problema, aunque no está probada la efectividad”, dijo. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa.

“Argentina vive su peor epidemia de dengue”

Eduardo López, médico infectólogo del Hospital de Niños de Buenos Aires, explica en conversación con elDiario.es el momento de emergencia sanitaria que atraviesa el país. “Argentina definitivamente está viviendo su peor epidemia de dengue”, afirma López y destaca como dato importante que la vacuna está aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). “La vacuna es segura y eficaz, autorizada por la ANMAT y la EMA. En ambos casos se aprobó que se pueda aplicar desde los cuatro años hasta cualquier edad. No es cierto que exista un límite para los adultos mayores”.

Para el infectólogo, el Ministerio de Salud tiene que terminar utilizando la vacuna, segmentándola por edades y regiones del país. “En Argentina todavía tenemos que definir la edad lógica para vacunar. Entre los 10 y 14 años hay mayor número de casos, por lo que en mi opinión los adolescentes no pueden quedar fuera”. En el Hospital del Niño, la guardia y las ocho clínicas de fiebre están llenas de actividad, dice López.

El Gobierno de Milei no financia una campaña de vacunación contra el dengue, pero tampoco incentiva a que lo hagan quienes pueden económicamente pagar la vacuna.


Andrea Gamarnik, viróloga, especialista en el virus del dengue e investigadora del Instituto de Investigaciones Científicas del Conicet, informó que considera que el Gobierno está desmantelando el sistema científico. Y aporta información: el repelente de bebés se vende en Internet por 22.998 pesos (24 euros), cuando en junio del año pasado costaba 2.010 (2,14 euros), un incremento del 1.044%. “El mercado hace lo que le dicen que haga. En su tiempo libre desmantelan el Conicet”.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) promueve, supervisa y controla buena parte de la investigación y el desarrollo que realizan científicos, institutos y universidades de Argentina. El actual presidente ultraderechista prometió que si resultaba elegido cerraría el Conicet. No lo hará de la noche a la mañana, dejará de financiarlo. Por eso, 68 premios Nobel escribieron una dura carta a Milei en la que advertían contra la dramática devaluación de los presupuestos del Conicet. “Vemos con preocupación la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el despido de empleados administrativos del Conicet y la terminación anticipada de contratos”.

Críticas al Gobierno

Los problemas de salud deben resolverse a través de políticas públicas porque, en teoría, son las que garantizan el beneficio de las mayorías. Ante la falta de repelente en farmacias y comercios, el Estado debería intervenir para que todos puedan estar protegidos, no sólo las personas de alto poder adquisitivo que compraron en masa, mientras los productores quedaron tranquilos porque sus expectativas fueron cumplidas.

Los pocos repelentes de insectos que hay en el mercado se venden a precios exorbitantes. La firma estadounidense SC Johnson, que produce el 90% del total vendido en Argentina, deja el mercado sin suministro porque -según comerciantes- el pico de ventas ya pasó y, si comenzara a producir ahora, se quedaría con una enorme cepo sin vender para la temporada de invierno.

Ante fuertes cuestionamientos, este jueves el Gobierno de Milei decidió levantar trabas a la importación de repelentes ante la alta demanda y falta de productos. Según informó la ANMAT a varios medios de comunicación, el organismo suspenderá su intervención en un plazo de 30 días.

Se intensifican las críticas contra el ministro de Salud, Mario Russo, por la falta de una campaña de prevención, la tardía respuesta para coordinar con las provincias las medidas contra el rebrote de la enfermedad y el descontento por el tema de los repelentes, que forma parte de la atención de la población. “La información que tenemos es que la falta de repelentes es un tema temporal y que se puede solucionar en dos semanas. Los productores estan trabajando. lleno“, dijo el ministro a un canal de televisión esta semana, en una de sus primeras apariciones ante un micrófono desde que asumió el cargo en diciembre.

Como una imagen sacada de una película de ciencia ficción, decenas de miles de argentinos compartieron videos de nubes de mosquitos en las redes sociales hace un mes. Fue la invasión de Aedes albifasciatusuna especie que crece especialmente después de las lluvias y en lugares abiertos y cubiertos de hierba, a diferencia de la egipcio, que se reproduce principalmente en ciudades y en el interior de viviendas, en desagües y contenedores con agua estancada. Sin una campaña de difusión clara, muchos habrán tenido miedo de ser picados.

 
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