En una intervención reciente ante el Parlamento Europeo, el alto representante de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, defendió la continuidad del Acuerdo de diálogo político y de cooperación (ADPC) con Cuba, en vigor desde 2016, a pesar de las repetidas quejas de las violaciones de los derechos humanos en la isla.
Kallas, quien anteriormente fue primer ministro de Estonia, describió el acuerdo como un “instrumento útil” para abordar las diferencias con el régimen cubano. En respuesta a los llamados de algunos eurodiputados del partido popular europeo y grupos ultra derecho a suspender el pacto, el diplomático enfatizó que la Unión Europea no tiene intención o capacidad para imponer cambios en Cuba.
“El régimen debe dibujar su propio camino”, dijo.
El representante europeo insistió en que el compromiso, aunque imperfecto, es más efectivo que el aislamiento. Señaló que el ADPC permite establecer un marco estructurado para el diálogo, con el cual Bruselas busca promover sus valores y proteger sus intereses estratégicos, en un contexto global marcado por las tensiones económicas y las transformaciones geopolíticas.
Kallas destacó algún progreso realizado en virtud del acuerdo, como las reformas constitucionales de 2019, la aprobación de la nueva ley de familia y ciertas medidas de apoyo al sector privado. Sin embargo, reconoció que estos cambios son limitados y que el progreso en los derechos humanos ha sido insuficiente.
-En particular, expresó su preocupación por el reciente encarcelamiento de los oponentes José Daniel Ferrer y Félix Navarro, que fueron privados de su libertad condicional. Estas acciones, agregadas al fortalecimiento de los lazos entre La Habana y Moscú, han generado inquietud dentro de la Unión Europea.
Varias organizaciones de la sociedad civil han criticado fuertemente a ADPC, alegando que ha servido para legitimar y financiar el régimen cubano, sin exigir avances concretos en la democracia o los derechos fundamentales.
Mientras tanto, el debate en Bruselas continúa: entre aquellos que defienden el diálogo como una ruta de influencia, y aquellos que creen que mantener el acuerdo solo perpetúa el autoritarismo en la isla.
(Kaja Kallas es una política y diplomática de Estonia, que entre 2021 y 2024, sirvió como la primera mujer en ocupar el cargo de primer ministro; actualmente ocupa la posición de alto representante de la política exterior de la Unión Europea)