El grupo empresarial BioCubafarma, a cargo de proporcionar al sistema de Salud nacional un número significativo de medicamentos, reactivos, sistemas de diagnóstico, entre otros productos, para expandir la construcción de alianzas estratégicas, fundamentalmente, para identificar nuevos proveedores de la industria biofamacéutica, que permiten aumentar sus producciones.
En el marco de la Feria de Salud XVI para todos, de V Convention International Convention Cuba Health 2025, Mayda Mauri Pérez, presidente de Biocubafarma, explicó a Granma que las limitaciones impuestas por el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos son una realidad.
Debido a esto, dijo: “Estamos en ese camino de diversificar la cartera de proveedores de nuestra industria, con el objetivo de tener nuevas alternativas o variantes al decidir la adquisición de materias primas, suministros, repuestos, equipos y dispositivos que la industria necesita, para satisfacer la demanda de medicamentos y otras entradas que proporcionamos a nuestro sistema nacional de salud”.
Mauri Pérez señaló que trabajan en la identificación de inversores con la particularidad de que serían “inversores de riesgo”, para participar junto con las compañías de BioCubafarma en el desarrollo de proyectos que son muy innovadores, pero que requieren, para poder llegar al mercado, importantes inversiones de capital.
Luego, reiteró, estamos en la búsqueda de estos inversores, porque en las propuestas de CodeSarrollo hablamos de productos que son muy innovadores y que están dirigidos a terapias, principalmente de las principales enfermedades sufridas por nuestra población, como, oncológica, neurodegenerativa y otras neurodegenerativas y otros.
Un nuevo proyecto para la producción de hemoderivates
La compañía farmacéutica Laboratorios AICA presentó una propuesta de negocios para la construcción de un centro de plasmaféresis, administrado por la industria, para la extracción de plasma y su futuro marketing.
El ingeniero John Wilber Arrazcaeta, director de inversiones de la entidad perteneciente a BioCubafarma, explicó a Granma que el proyecto se inserta en la modalidad de inversión extranjera.
Agregó que la iniciativa surge de la dificultad que enfrenta la industria farmacéutica en el país para obtener los niveles de plasma necesarios para producir productos hemoderivados y demanda de oferta.
Explicó que el proyecto busca una gestión diferente del aporte para la industria; A diferencia de la donación de sangre completa, la plasmaféresis devuelve el concentrado de glóbulos rojos al donante, reteniendo solo el plasma sanguíneo.
Dijo que el negocio es propuesto por los altos costos de suministros, como los kits de plasmaféresis y el análisis de virus de los donantes concebidos dentro del capital necesario, y la recuperación de la inversión se llevará a cabo mediante la venta del plasma obtenido.
Hizo hincapié en que no solo quiere manejar una forma diferente de hacer, sino un plasma con estándares comercializables de los cuales se pueden obtener otros factores, como la coagulación.
Cuba es uno de los pocos países en los que la industria biotecnológica trabaja en el medio de la alianza con el sistema de salud pública para el control de las enfermedades que pueden significar riesgos epidemiológicos.