Ni todos los héroes tienen una capa ni todos los empresarios lo hacen en un garaje. Además, hay algunos que optan por lo que se conoce como emprendimiento pasivo, una forma de generar ingresos y lograr una mayor flexibilidad laboral. Una empresa que puede ser más fácil gracias a las herramientas y oportunidades que ofrece el entorno digital.
Para Guillermo úbeda, un profesional con una larga trayectoria profesional que actualmente complementa sus ingresos con proyectos pasivos, el emprendimiento pasivo fue un territorio desconocido hasta que contactó a un viejo maestro y cumplió con un curso sobre el tema en el que fue profesor Seneka R Warren, quien se ha dedicado a la creación de negocios pasivos durante ocho años. Su motivación es la búsqueda de la libertad por hora y la tranquilidad de que sus ingresos no dependían directamente de su tiempo.
Sylwia Golebiewska, con 25 años de experiencia financiera que considera en el emprendimiento pasivo una forma de monetizar su conocimiento, siempre ha estado interesado en crear ingresos pasivos sostenibles y escalables.
¿Qué es?
La característica fundamental del emprendimiento pasivo radica en la capacidad de generar ingresos con una intervención directa mínima del emprendedor una vez que el negocio está en funcionamiento. Seneka R Warren explica que son actividades que no tienen personal. «Ni siquiera tengo que estar involucrado. Trabajan solos ”, dice. Esta autonomía operativa es lo que lo diferencia de una empresa tradicional, que generalmente requiere una gestión y supervisión continuas.
Guillermo úbeda reconoce que la concepción y la implementación de su proyecto requirieron tiempo y esfuerzo, pero se espera que el mantenimiento sea mínimo gracias al uso de herramientas de automatización e inteligencia artificiales. Según sus estimaciones, el ensamblaje inicial del proyecto podría haber tomado alrededor de 20 o 30 horas.
Esta baja necesidad de mantenimiento es clave para definir el emprendimiento pasivo.
Ejemplos y modelos
Los ejemplos de emprendimiento pasivo son variados y se adaptan a diferentes nichos y habilidades. Guillermo úbeda optó por un modelo de conciencia e información sobre un problema específico, el radón, con la idea de que, a medida que evolucionan la conciencia y la legislación, la página puede generar ingresos a través de la afiliación, agregando usuarios a sitios que venden productos o servicios para mitigar el radón. “No vendemos, pero te diriges hacia lugares que lo hacen”, detalla.
Warren menciona varios modelos que se ajustan al emprendimiento pasivo, destacando aquellos que no implican operaciones directas, como la afiliación y el marketing publicitario. También cita ejemplos de empresas digitales como las que pueden ser completamente automatizadas. Su recomendación para aquellos que comienzan es buscar problemas reales de las personas y ofrecer soluciones a través de modelos de negocio simples y duraderos, incluso en los sectores tradicionales.
Mientras tanto, Sylwia Golebiewska ha lanzado proyectos como “Finder de auditores”, un mercado de auditoría que actúa como un conector entre la demanda y la oferta. Para ella, la actual clave de emprendimiento pasivo se encuentra en su naturaleza digital. La creación de un sitio web con palabras clave relevantes y participación esporádica en foros son algunas de las estrategias que permiten al negocio moverse en Internet sin una intervención constante.
Lo fácil y lo difícil
Uno de los aspectos que atrae al emprendimiento pasivo es su bajo mantenimiento una vez que se ha lanzado a través de herramientas que permiten la automatización de tareas. Sin embargo, la etapa inicial de ideación y ensamblaje del proyecto requiere tiempo, esfuerzo y aprendizaje. Para Úbeda, siendo su primer proyecto empresarial, implicó adquirir nuevos conocimientos, como WordPress y herramientas de automatización. Sin embargo, anticipa que en los siguientes proyectos “me cuesta cada vez menos”.
Warren enfatiza que el más complejo, aunque no necesariamente difícil, es mantener la inversión inicial sin tocarla para permitir que el negocio crezca y genere más activo a largo plazo. Esta paciencia y visión a largo plazo son cruciales en el emprendimiento pasivo. Una visión con la que Golebiewska coincide, que cree que lo más difícil es la paciencia, ya que los resultados no son inmediatos, a diferencia del emprendimiento activo, donde se pueden obtener resultados más rápidos con una buena idea.
Para Miguel A. Díez Ferreras, del Instituto Startup (donde hay cursos sobre emprendimiento pasivo), uno de los primeros pases es cambiar la mentalidad “de no necesitar operación”. “También mostramos que la forma de capturar a los clientes es muy diferente de lo habitual”. Además de enseñar cómo crear un sitio web y posicionarlo de una manera simple, muestran otro conocimiento de “emprendimiento muy convencional” pero “aplicados al negocio pasivo.
¿Puedes vivir desde el emprendimiento pasivo?
¿Pero puedes vivir en ello? Warren cree firmemente que sí, aunque personalmente prefiere reinvertir el 100% de los beneficios para aumentar sus activos. Su enfoque es tener estos negocios como una especie de seguro, accesible si es necesario, en lugar de como una fuente de ingresos directos y actuales.
Guillermo úbeda, siendo realista, considera que es difícil lograr la independencia financiera con algunos proyectos pasivos, a menos que funcionen excepcionalmente bien. Para él, en su etapa actual, el emprendimiento pasivo es un complemento de su nómina y una forma de ingresar a la dinámica del emprendimiento con un costo controlado.
Sylwia Golebiewska también es cauteloso sobre la posibilidad de igualar o superar sus ingresos actuales a corto plazo solo con el emprendimiento pasivo. Como se aprendió, se requieren mucho tiempo y múltiples ideas exitosas para lograr un nivel significativo de ingresos. Sin embargo, no descarta que a largo plazo, a un horizonte de tres a cinco años, puede convertirse en una fuente importante de ingresos.