En el mundo del fútbol colombiano, ciertos momentos históricos se cruzan con eventos que trascienden los tribunales. Uno de esos enlaces curiosos es el que une la llegada de un nuevo Papa al Vaticano con los títulos del fútbol profesional colombiano (FPC). A lo largo de más de siete décadas, solo tres clubes elevaron el trofeo local en coincidencia con el nombramiento de un nuevo pontífice, Santa Fe, millonarios y el Atlético Nacional.
En 1958, cuando John XXIII fue elegido como el sucesor de Pío XII, Santa Fe logró el campeonato nacional. Cinco años más tarde, en 1963, con la llegada de Paul VI al trono de San Pedro, Millionaires alcanzó su sexta estrella. Más tarde, en 1978, un año excepcional en el Vaticano con la aparición de dos papas: Juan Pablo I y Juan Pablo II, el Blues de Bogotá también celebró, obteniendo su décimo título.
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Los torneos cortos trajeron una nueva era al FPC, y en él, el Atlético Nacional fue el protagonista. En 2005, cuando Benedict XVI fue proclamado Papa, los Verdolagas se levantaron con su octavo campeonato. En 2013, con la elección de Francisco, repitieron la hazaña, esta vez agregando su número de título doce.
Mientras tanto, clubes como Santa Fe, Deportivo Cali y nuevamente Santa Fe, ocuparon el segundo lugar del podio en esos años, también haciendo parte de esta cronología única.

A medida que avanza el calendario y los equipos más tradicionales del país están emergiendo para disputar la fase decisiva del campeonato, algunos fanáticos y analistas comienzan a preguntarse si este será uno de esos años en los que el destino, la fe y la pelota están entrelazados.
Atlético Nacional Si bien Independiente Santa Fe parece tener un pie adentro después de su victoria sobre Llaneros, un triunfo clave que le permitió subir a la mesa después de semanas de resultados irregulares que generaron molestias en su pasatiempo.

Los millonarios celebraron su último campeonato en 2023, superando precisamente a National en la final. Por su parte, los Verdolagas tienen el título actual, lo que los convierte en el equipo para ganar. Por otro lado, Santa Fe carga con una sequía que ya se está acercando a los diez años, su última consagración fue en 2016, cuando derrotó a Tolima Sports. Desde entonces, han jugado tres finales más, pero terminaron dando el trofeo.
Antes de que su nombre apareciera oficialmente en el balcón de la Basílica de San Pedro, Robert Prevost ya era una figura conocida en diferentes rincones de América Latina. Su elección como Leo XIV, el nuevo líder de la Iglesia Católica, no solo marca la continuidad del pontificado de Francisco, también destaca el vínculo profundo que el nuevo Papa tiene con el continente latinoamericano, y en particular, con Perú.
El ahora pontífice nació en Chicago en 1955, pero su vida pastoral lo llevó muy lejos de los Estados Unidos. Durante años, desarrolló un intenso trabajo misionero en Perú, donde no solo era obispo, también arzobispo emérito de Chiclayo. Fue precisamente a esta comunidad que dirigió un mensaje especial en sus primeras palabras después de ser proclamado sucesor de San Pedro.

El momento más esperado de millones de creyentes ocurrió con el fumar blanca tradicional, que dejó la chimenea de la capilla Sixtina, lo que indica que el cónclave había alcanzado un consenso. La Plaza de San Pedro, como siempre, explotó de alegría antes de la llegada de la nueva guía espiritual. Cuando finalmente miró al balcón, Leo XIV fue al mundo entero con un mensaje que combinaba la humildad, la firmeza y la esperanza: “El Papa que bendijo a Roma y dio su bendición al mundo entero esa mañana del Día de Pascua. Déjame darme continuidad a esa misma bendición, que Dios nos ama mucho, Dios nos ama a todos. El mal no prevalecerá”.