Lamine Yamal se consagró todavía aún más en el Giuseppe Meazza como el jugador insignia de este FC Barcelona. Tuvo una actuación descomunal y al final del partido estaba abatido como el resto de compañeros, pero ya con hambre de volver a ganar.
El disgusto fue importante, pero una ve pasado por la ducha y ver a sus compañeros se levantó y lanzó un mensaje contundente a través de las redes sociales del club blaugrana.
Lamine aseguró que “no pararemos hasta dejar a este club donde se merece, en lo más alto“. Esa cumbre es ganar la Champions League, algo ante lo que tiene mucho camino por delante a sus 17 años: “Cumpliré mi promesa y la traeré a Barcelona, no pararemos hasta conseguirlo“.
La Champions queda ahora aparcada hasta la temporada 2026-26. Lamine Yamal ya tenía en la cabeza otra meta a corto plazo como es el clásico liguero del fin de semana. “El domingo es otra final y hay que estar todos juntos“, pidió el futbolista para que la comunión entre culés y equipo sea máximo en el intento de amarrar la Liga.
-El Barça parte con con cuatro puntos de ventaja respecto al Real Madrid cuando quedan cuatro jornadas para terminar la temporada. Una victoria significaría tener la Liga prácticamente en el bolsillo.
El equipo blaugrana debe afrontar posteriormente los encuentros ante el Espanyol, Villarreal y Athletic Club con la intención de poner la guinda a una temporada que probablemente no sea redonda por la pérdida de la Champions League, pero ha hecho recuperar la autoestima a los aficionados del Barça.
Los culés aspiraban a un triplete que no podrá consumarse por una eliminatoria loca en la que el arbitraje del polaco Symon Marciniak fue determinante con numerosas acciones en las que perjudicó claramente a los barcelonistas.
De ahí, la indignación del vestuario, aunque al mismo tiempo, los jugadores quieren mostrar esta rabia el domingo en Montjuïc derrotando al Real Madrid en el partido clave para el desenlace de un campeonato que está resultando muy reñido.