
En su video más reciente sobre Cuba, el popular YouTuber Luisito se comunica, con más de 40 millones de seguidores en YouTube, generó controversia cuando se refiere superficialmente al sistema de propiedades de vivienda en la isla.
Durante una gira por La Habana, el influencer dijo que “gracias a Fidel Castro, muchos cubanos son dueños de sus hogares”, refiriéndose a un proceso de redistribución después del triunfo de la revolución en 1959.
Según él, estas propiedades fueron entregadas “gratis” a los ciudadanos, y explicaron que los edificios fueron tomados y distribuidos entre las personas, lo que, en su visión, hizo que “Boom, de repente, muchos cubanos poseen su propio espacio!”
Sin embargo, el contenido no menciona los antecedentes históricos: una campaña masiva de expropiación forzada llevada a cabo por el régimen de Castro entre 1960 y 1961. En ese momento, miles de propiedades fueron confiscadas sin compensación a sus propietarios legítimos, incluidos empresas privadas, pequeños propietarios y ciudadanos comunes, tanto cubanos y extranjeros.
Luisito visited a solar En el centro histórico de La Habana, acompañado por un residente llamado Pablo, que le mostró cómo varias familias viven en espacios pequeños y compartidos. El influencer se sorprendió por la organización de esa casa en particular, aunque omitió que muchos otros solar Están en condiciones extremas de hacinamiento, con hasta diez personas que viven en la misma unidad para escasez de viviendas y la imposibilidad de acceso a nuevas propiedades.
Aunque mencionó la resistencia de los cubanos y la calidez de su pueblo, su historia terminó endulzando una realidad marcada por décadas de deterioro urbano, pobreza estructural y falta de libertad económica.
No se mencionó que, a pesar de ser “propietarios”, los cubanos enfrentan restricciones legales para vender, reformar o heredar sus hogares libremente, lo que convierte esa supuesta propiedad en un derecho limitado.
La presentación de estos hechos sin contexto histórico o político ha despertado las críticas en las redes sociales, donde muchos consideran que el creador de contenido promueve una visión romantizada del sistema cubano, ignorando las violaciones de los derechos de propiedad y las consecuencias de un régimen autoritario.