Hay problemas que se repiten en la pintura de Mateo Cerezo el joven (Burgos, 1637-Madrid, 1666), aunque siempre se tratan desde diferentes perspectivas. Una de ellas es la de la Inmaculada Concepción, en la que el artista de Burgos creó una docena de versiones que se distinguen por su originalidad entre los pintores contemporáneos de la Escuela de Madrid. Una de esas pinturas para él atribuida, donde se aprecia el intenso sentido del color, la subasta se subasta este jueves en Barcelona.
El trabajo en cuestión es un aceite en la tela en el que se destaca la posición y la posición de la Virgen, arrodillándose sobre una base de ángeles y girado hacia la derecha. Eso lo diferenció de su maestro, Carreño de Miranda, y otros artistas de la época, que los pintaron en posición frontal, por ejemplo. La esposa de Mateo Cerezo “se mueve en un sentido lateral y ocupa toda la diagonal del lienzo”, como señala sobre este tipo de obras Ismael Gutiérrez en el libro que se publicó después de la exposición con su pintura que dio la bienvenida a la Catedral de Burgos en 2020.
La Galería de Austs de La Suite pone esta versión conceptionista dentro del lote 39 del fondo que llama a la venta Vanitas, parábolas y devocionesy para lo cual se puede golpear el jueves a partir de las 7 p.m. El precio estimado de la caja es, según los expertos de la casa de subastas, entre 6,000 y 9,000 euros.
Con medidas de 146 x 103 centímetros, en este trabajo la Virgen ha ganado en redondez en frente de otros inmaculados Matthew Cerez. También lleva una doble corona: el radial y el de las estrellas, y un halo emerge de toda su figura, explotando sobre los compañeros hasta que se desvanece en el cielo. “También se observan: se aplican desde la galería, una pincelada suelta y el uso de la punta del cepillo para dar pequeños toques, con pigmentos aplicados como crepúsculos muy visibles en su túnica”.
En este tipo de obras, la virgen se mueve en sentido lateral y ocupa la diagonal del lienzo
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En este caso, el hijo del pintor Mateo Cerezo, el anciano, creó una exuberante virgen en su figura y en la ropa, y la que representó con dos símbolos marianos: azucenas y la paloma que representa al Espíritu Santo.
La representación de la Virgen María bajo la invocación de la Inmaculada Concepción se produjo en ese momento, ya que coincide con el hecho de que el 8 de diciembre de 1661 Papa Alejandro VII promulgó la Constitución Apostólica Sollicitudo Omnium Eclesiarum por el cual el culto religioso fue autorizado por primera vez en 1854).
Mateo Cerezo, de la cual se conservan varias pinturas en el Museo Burgos, era un pintor español importante, nacido en una familia de artistas y se convirtió en parte del taller de Carreño de Miranda cuando apenas tenía quince años, convirtiéndose en uno de sus mejores colaboradores.
Esta formación “marcó profundamente el estilo del joven cerezo en la dirección doble flamenco-venecia, tan de moda en ese momento”, como informa Álvaro Piedra para la Real Academia de Historia. Se convirtió en poco tiempo, continúa Stone, “en uno de los pintores más brillantes y reveladores de todo nuestro barroco, sin embargo, cuando murió cuando murió a los veinte años en la juventud completa”.