La vida de Frida Kahlo estuvo marcada por el dolor. A pesar de su aparente fuerza frente a los diversos golpes que recibió a lo largo de su corta vida, El pintor arrastró varias enfermedades que han estado sujetos a todo tipo de controversia hasta el día de hoy. Hemos tenido que esperar varias décadas hasta que podamos lograr un diagnóstico definitivo de los males que lo atormentaron y han sido de Cataluña, donde se ha realizado esta revisión médica póstumo.
En abril pasado, según la Universidad Autònoma de Barcelona (UAB), se anunciaron los resultados de un estudio interesante realizado por un grupo de profesionales del Instituto Guttmann, y que también se publicaron en la revista «Journal of Neurology». Ahora podemos saber algo más sobre Frida y es que parte de sus síntomas podría ser causado por El síndrome de rind laspasado, es decir, una lesión en la parte inferior de la médula espinal, de origen traumático.
Viajemos a tiempo y vamos a la infancia de la hija del fotógrafo Guillermo Kahlo y su esposa Matilde Calderón y González. Fue en 1913, con seis años, cuando el pequeño Frida contrajo la poliomelitis, una enfermedad que causó secuelas: su pierna derecha era más corta y más débil que la izquierda. Mucho más tarde, Con 18 años, fue víctima de un accidente de autobús del cual fue uno de los pasajeros. Como consecuencia del impacto, Frida Kahlo dislocó su codo izquierdo, tobillos y hombros; Múltiples costillas se rompieron y sufrieron tres fracturas en la pelvis y once en el pie derecho, que fue aplastado. Del mismo modo, dos de sus vértebras lumbares, la L3 y el L4, fracturadas y dislocadas, mientras que una barandilla de hierro causó perforación abdominal con entrada a la cadera izquierda y salió a través de la vagina. La joven ingresó durante un mes en el hospital, además de gastar otras dos de recuperación en el hogar. Después de ese período, Kahlo continuó experimentando fatiga y dolor de espalda, piernas y genitales.
Las cosas no estaban bien para Frida Kahlo en asuntos médicos. Valga como ejemplo que Entre 1946 y 1950, la artista experimentó ocho operaciones, aunque continuó sufriendo dolor crónico y fatiga. Los documentos de su médico, el Dr. Leo Eloesser, también indican “una disminución de la sensibilidad en el fondo de su cuerpo y un empeoramiento del pie y la pierna derecha”.
From the Institut Guttmann it is pointed out that both the reduction of leg sensitivity and neuropathic pain, that is, the cause by the abnormal lesion or functioning of the nervous system, located in the legs and the genitals with a history of vertebral fracture L3-L4, coincide with the diagnosis of a horse tail syndrome (SCC), caused by the affectation of the rootes nervous from the bottom of the spinal cord – dominado Cauda Equino–. Este síndrome, siempre según el estudio mencionado anteriormente, sería una consecuencia del accidente y explicaría parte de la sintomatología de Kahlo: dolor intenso de espalda, dolor y pérdida de piernas o alteración de la sensibilidad en la parte inferior del cuerpo, incluidas las áreas genitales.
La pintura de Frida Kahlo puede entenderse como una autobiografía. En él no hay falta de referencias a diferentes momentos de su vida, como su propia familia o su controvertida relación con Diego Rivera. Es por eso que no es extraño que la enfermedad también haya terminado en su propio trabajo de plástico. Algunas pinturas incluso nos ayudan a conocer a los sacerdotes que recibió. Este es el caso de las cotillas ortopédicas con las que parece autoportada en el lienzo «la columna rota». Hatice Kumru, del Institut Guttmann, explica sobre esos tratamientos que “hoy se sabe que estos métodos a menudo pueden conducir a la atrofia muscular, empeorar el dolor y causar trastornos en marcha, un hecho que probablemente contribuyó a su discapacidad”.
El final de Frida Kahlo fue trágico. En 1953, como consecuencia de la gangrena, los médicos decidieron amputar su pierna derecha debajo de la rodilla. A pesar de esto, la pintora continuó notando el dolor del miembro fantasma, por lo que proclamó que “tengo la impresión de haber sufrido siglos de tortura y, a veces, me volví loco”. A las seis de la mañana del 13 de julio de 1954, con 47 años, Frida finalmente murió. La causa oficial de la muerte sigue siendo la embolia pulmonar, aunque también se sospecha que podría ser suicidio.