El viaje a la isla griega es de ensueño, pero la película no tanto

El viaje a la isla griega es de ensueño, pero la película no tanto
El viaje a la isla griega es de ensueño, pero la película no tanto

Corre el año 1989. Dos amigas adolescentes, la alta, delgada e insípida Blandine y la baja, vivaz y ventajosa Magalie, sueñan con ir a la isla griega de Amorgos, donde fueron filmadas. “Azul profundo”. Recordatorio: “Deep blue” (Le grand bleu), de Luc Besson, donde dos grandes amigos acaban peleándose, con Jean Reno y Jean-Marc Barrquien luego vino aquí a filmar “La peste”, de Luis Puenzo.

En 2019, Blandine sigue igual y peor, ahora amargada porque su marido la cambió por una de 20 años. Para animarla, su hijo localiza a Magalie, organiza una cena y luego un viaje para ambos a la isla de sus sueños. El detalle es que, por un supuesto estímulo de su amigo, en lugar del hotel de lujo en Amorgos que Blandine había reservado, acaban en la única pensión de una isla desnuda donde sólo pasan viejos arqueólogos y jóvenes surfistas.

¡Jóvenes surfistas! Magalie, que es una depredadora, está más que emocionada. Hay sol, playa, mar Egeo, bebidas… y surfistas. Blandine sigue amarga, ahora doblemente amarga. Y como ella también está muy reprimida, no sabe aprovechar la oportunidad y odia a su compañera de viaje.

Las cosas empiezan a cambiar cuando más tarde regresan al itinerario y visitan a una joyera inglesa casada con un pintor griego, una mujer con la perspicacia, diríamos sabiduría, de los años, que además vive en una casita envidiable. Y siguen cambiando cuando Blandine puede comprender que a veces la alegría también es una defensa para evitar que la pesadez de las penas, que de otro modo pueden resultar abrumadoras, se apoderen de ella. Al final del camino estará Amorgos, con su encanto, la iglesia ortodoxa y el famoso monasterio en lo alto del acantilado. Pero más aún lo será la comprensión de algunas cosas que ayudan a vivir y comprender otras.

Marc Fitoussi hecho esto Comedia ligera sin mucha chispa ni originalidad, pero con bonitos paisajes y buena mano. (preste atención al momento en que, en medio de un baile loco, se plasma un lindo recuerdo). Artistas, el comediante. Laura Calamyque puede resultar tan alegre como insoportable, Olivia Coté y la todavía bonita y animosa Cristina Tomás. El final, lógicamente sentimental y simpático, incluye una inesperada definición del valor filosófico de la música disco, una definición no demasiado profunda, pero sí práctica y válida.

“El viaje soñado” (Les Cyclades, Francia, 2022); Dir.: Marc Fitoussi. Int.: Laure Calamy, Olivia Coté, Kristin Scott Thomas, Alexander Desrousseaux, Panos Koronis.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

NEXT Estos son los estrenos imperdibles de mayo, con “Nahir” entre los más destacados