Luca Guadagnino desafía la excelencia cinematográfica con una obra de arte

Art está casada con Tashi Duncan (Zendaya), una ex campeona juvenil que perdió su prometedora carrera por una lesión, pero se convirtió en la entrenadora y mánager de su marido. Sin embargo, con el excelente uso de flashbacks que tiene -toda magia Guadagnino- descubrimos que Patrick ha sido su mejor amigo y compañero desde pequeño en los inicios del tenis. Así es como esta historia nos muestra la importancia de sus tres protagonistas: una mujer sensual, magnética y manipuladora y dos hijos que siempre fueron amigos, pero que terminaron por caminos opuestos.

Con esta premisa puedo informar que así comienza una especie de disección de las relaciones humanas, que aprovecha para convertirla en una película tremendamente sensual. La toxicidad de su guión es tan absorbente como dramático, teniendo como eje principal un inteligente triángulo amoroso rebosante de tensión sexual. Así son los tres actores, Zendaya desde su primer papel más adulto, Josh O’Connor con su carácter excesivamente fogoso y tenaz y Mike Faist con un histrionismo melancólico sublime, llevan esta historia a un puerto único que fluye con gracia y capacidad de seducción sin perder intensidad y voracidad con una emocionante resultado final.

Aunque, efectivamente, la relación entre los protagonistas, la química y el excéntrico juego entre ellos no hubieran sido iguales ni superiores sin la perfección de Luca Guadagnino que corrompe todas las reglas del cine clásico. Tenis, retadores y tríos amorosos son combinaciones ya ampliamente exploradas en el séptimo arte, pero el director consigue trascender los lugares comunes sin perder frescura, sensibilidad y gracia. El alcance que tiene es tan delirante como enorme, máxime cuando rompe con todos los esquemas de rodaje con planos sobresalientes, haciendo un perfecto juego de cámaras entre planos detallados, giros y marcas de oscuridad, pero también refrescantes demostraciones de perfección.

retadores zendaya

Guadagnino va mucho más allá de una película sobre un simple partido de tenis, Es un creador alienado en su mejor momento que busca explorar una historia sádica que, a decir verdad, resultó mejor que nunca.. Es su mejor y más vibrante versión cinematográfica que destaca en todos sus aspectos. Además, por supuesto, el plus de la versión nueva y adulta de Zendaya marca un rumbo diferente en su carrera. Se trata de una trama contada en varias temporalidades que realiza un efectivo viaje entre el amor, el sexo, los celos y las frustraciones que resulta perfecto para hablar de cine de calidad en lo que va de 2024.

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