Russell Crowe, reconocido por sus papeles en películas como Gladiadorincursiona nuevamente en el género de terror con El exorcismouna película anteriormente conocida como El proyecto Georgetown. Este cambio de título parece estratégico, buscando capitalizar el reciente éxito de Crowe en El exorcista del Papa. El exorcismoque ha sido adquirida por Vertical Entertainment para su distribución en Norteamérica, ya tiene fecha de estreno, el 7 de junio en Estados Unidos, a pesar de que fue filmada en 2019.
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Es como volver a casa.
Un actor atormentado por un papel
La película cuenta la historia de Anthony Miller, interpretado por Crowe, un actor que enfrenta dificultades personales y profesionales mientras filmaba una película de terror sobrenatural, lo que lo llevó a preguntarse si sus problemas son recuerdos de adicciones pasadas o algo más siniestro. La trama gira en torno a la tensión entre la realidad y lo sobrenatural, con la hija de Anthony Miller, interpretada por Ryan Simpkins, intentando descifrar si los problemas de su padre son resultado de viejas adicciones o fuerzas demoníacas.
La película está dirigida por Joshua John Miller, quien coescribió el guión con MA Fortin. Juntos han trabajado anteriormente en Los últimos supervivientes y la serie reina del sur. El reparto de la película incluye actores como Sam Worthington, Chloe Bailey, Adam Goldberg y David Hyde Pierce, que acompañan a Crowe en este thriller psicológico. La producción es una colaboración entre Miramax y Outerbanks Entertainment, con Kevin Williamson, Ben Fast y Bill Block como productores, destacando también varios productores ejecutivos como Padraic McKinley y Scott Putman. “Es como volver a casa”, dijo Williamson a StarNews durante un evento para anunciar la película.
El resurgimiento del terror eclesiástico
El interés de Crowe por explorar más a fondo el cine de terror no es casualidad. Tras el moderado éxito de El exorcista del Papaque levantó más de 76 millones de dólares En todo el mundo con un presupuesto de 18 millones, está claro que hay un mercado para estas narrativas. Además, la película le permite a Crowe sumergirse en un papel complejo que explora demonios tanto internos como sobrenaturales, un desafío actoral que parece haberlo atraído después de su papel del padre Gabriele Amorth.
