En el vasto panorama cinematográfico peruano, encontrar una película que aborde hábilmente la amalgama entre realidad y ficción, manteniendo cautivo al espectador, puede ser una tarea desafiante. Sin embargo, “Dead or Alive: The García File” emerge como una de esas películas que lleva al público a un viaje donde los límites entre lo fáctico y lo imaginativo son curiosamente borrosos.
“Vivo o muerto: el expediente García” se estrena este 18 de abril en cines nacionales. Lo vimos y esta es nuestra reseña.
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Metiéndose en la ficción
La trama nos sumerge en la perspectiva de una periodista de un reconocido canal, quien se ve inmersa en los últimos momentos de la vida del expresidente peruano, Alan García. Su suicidio, en medio de una redada por investigaciones de corrupción, desencadena una serie de hechos que plantean la posibilidad de que García aún esté vivo. Esta premisa, extraída de un libro del mismo nombre, se convierte en el motor que impulsa la narrativa hacia ámbitos de especulación y reflexión.
dirección bien hecha
La dirección de la película mantiene en vilo al espectador, cumpliendo efectivamente con su propósito de entretener y provocar cierta reflexión. A pesar de su corta extensión, la historia se presenta de manera concisa, sin sacrificar la profundidad temática. Los ángulos, los planos y la calidad técnica en general sugieren un potencial prometedor para la industria cinematográfica nacional.
Stephany Orúe destacando
Stephany Orúe brilla con una actuación convincente, interpretando a una periodista que enfrenta la omnipresencia de la corrupción en su entorno. Su personaje sirve como catalizador para explorar dilemas éticos y morales, mientras se sumerge en un mundo donde la verdad se vuelve borrosa y las lealtades se ponen a prueba.
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¿Deberíamos verlo?
En definitiva, la pregunta que surge es si vale la pena ver “Vivo o Muerto: El Expediente García”. Desde el punto de vista del entretenimiento, la película hace su trabajo, ofreciendo una experiencia desde un punto de vista reflexivo. Sin embargo, es fundamental recordar que esta obra se inclina más hacia la ficción que hacia una representación precisa de acontecimientos históricos. Como tal, invita al espectador a explorar posibilidades y cuestionar narrativas establecidas.
Conclusión
“Dead or Alive: The García File” se erige como una de esas películas que combinan lo intrigante y provocativo con un tema que para muchos es tabú. A través de una dirección competente y actuaciones sólidas, la película ofrece una experiencia que invita al público a sumergirse en una situación nacional donde la verdad es relativa y las percepciones cuestionables. En definitiva, es una obra que no sólo entretiene, sino que también desafía y estimula el pensamiento crítico del espectador. Lo vas a pasar bien. No es algo maravilloso pero es bueno para pasar el tiempo.
