Kristen Stewart contra todos los ‘kristenstewarts’ (****) – .

Bajo el mando de la potente voz de Rose Glass, la actriz se refuta en una explosiva reivindicación de todo lo que explota y con la ayuda de una extravagancia salvaje que lo tiene todo: chicas, armas, idiotas, sangre, sexo, músculos y…cosas que explotar

‘Sangre en los labios’ No es exactamente una película típica. Es más por abuso. Pareciera que cada disparo está ahí contra algo, contra alguien o contra todo. Lo que hasta ahora se entendía como un ‘suspenso‘ con sus condenados y sus mujeres explosivas, ahora es más un cuento sucio y obsesivo donde El ruido de los cuerpos importa más que la definición de géneros; una historia libre de lugares, gestos o modales comunes que, en un momento determinado, hace ¡boom! La idea no es otra que refutar cada uno de los tristes clichés de lo que el tiempo ha definido como ‘no ir‘y no hacerlo por defecto sino por exceso. De hecho, no está claro si la idea es negar nada o simplemente afirmarlo todo. No es tanto una refutación como un éxtasis.

La frase de que lo único que necesitas para hacer una película es una chica y una pistola puede interpretarse sin mucho esfuerzo como lo que probablemente siempre fue: una ingeniosa patada sexista. O incluso genial, pero sexista al final. Y así hasta que una directora como Rose Glass apoyada por dos actrices como Kristen Stewart y Katy O’Brian (sin olvidar a Ed Harris en una de sus interpretaciones más delirantes y perfectas) parecen encontrar la inesperada polisemia del aforismo más famoso y menos divertido de Godard. En efecto, ‘Sangre en los labios‘ coincide con el cineasta suizo, pero por otro lado. No es que una chica y una pistola sean suficientes para hacer una película, pero si no hay chicas y armas, a quién le importa el cine. Suena radical y, de hecho, de eso se trata.

La segunda obra del director que debutó con el milagro de horror y fe que fue ‘Santa Maud’ Ofrece ahora un ejercicio de exceso, ingenio e imaginación visual tan desconcertante como abrasivo. Las retinas sufren, pero bien. Se cuenta la historia de un culturista (O’Brian) que se dirige a un campeonato en Las Vegas. En el camino, encontrará sus huesos en un pueblo perdido. Allí conocerá al personaje de Stewart, que regenta un gimnasio y la suda, y al padre de este último que, además de coleccionar escarabajos, es jefe de la mafia local y propietario de un campo de tiro. Harris, calvo y con el pelo largo al mismo tiempo, parece la metáfora perfecta de la alegre contradicción que supone todo esto. Lo que sigue no permite la narración por la misma razón que nadie es capaz de contar una descarga eléctrica en tiempo real.

Si en su anterior película Glass transformaba la historia de una piadosa enfermera dispuesta a todo por salvar el alma enferma de su paciente en un sobrecogedor y tremendo cuento barroco, ahora es más y mejor lo mismo. Pero en otro paisaje. El director mezcla, enturbia, manipula y pule (todo al mismo tiempo) cada uno de los lugares comunes del cine más brutal con la serie B. Y lo hace, como le gustaba al propio Godard, tan perfectamente consciente del mito que habita como dispuesta a cambiarlo todo. Los Coen probablemente encontraron, sin buscar, a la hermana que quizás ni siquiera necesitaban.

‘Sangre en los labios‘Casi todo está permitido. La única condición que se impone es que, en algún momento, rezuma algún líquido: principalmente sangre, aunque no le desagrada el semen, los fluidos vaginales, el vómito ni el propio fuego. La pantalla se expande hasta que la realidad coincide con el sueño, la alucinación con la descripción detallada de un vacío que lo cubre todo. En un momento, O’Brian se convierte en una giganta. Literalmente. Y ahí es cuando se contagia su entusiasmo. Que Kristen Stewart preste su nombre aún más plagado de polisemia que todas las ocurrencias de Godard a una película de estas características sólo habla bien de ella y de sus características. La que dio sus primeros pasos en el cine con la saga Crepúsculo va camino de convertirse en la actriz más brillante, arriesgada, provocativa e inteligente de su generación.

Kristen Stewart contra todos los ‘kristenstewarts‘ que han existido hasta ahora no es tanto un bonito eslogan, sino quizás también una declaración de principios. ‘sangre en los labios‘es una película que aspira a ser la mejor definición de ‘antipelícula‘, tan convencida de todo lo que niega que acaba siendo la más redundante y feliz de las declaraciones.

DIRECCIÓN: Vidrio Rosa. Intérpretes: Kristen Stewart, Katy O’Brian, Ed Harris, Dave Franco, Jena Malone. Duración: 104 minutos. Nacionalidad: Reino Unido.

 
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