Radio Habana Cuba | El ejército estadounidense desarrolló una campaña clandestina antivacunas para socavar a China – .

Radio Habana Cuba | El ejército estadounidense desarrolló una campaña clandestina antivacunas para socavar a China – .
Radio Habana Cuba | El ejército estadounidense desarrolló una campaña clandestina antivacunas para socavar a China – .

Vacunación anti-covid en China. Foto: Future Publishing / Gettyimages.ru

Manila, 16 jun (RHC) El ejército estadounidense lanzó una campaña clandestina, en medio del apogeo de la pandemia de covid-19, destinada a desacreditar “lo que percibía como la creciente influencia de China en Filipinas, una nación especialmente afectada por el mortal virus”, Reuters informó este viernes.

En un despacho reciente, la agencia asegura que el objetivo del Pentágono era “sembrar dudas” sobre los productos sanitarios chinos, pero especialmente sobre sus vacunas. Para ello, se utilizaron “al menos 300” cuentas falsas en las redes sociales para criticar la calidad de las mascarillas y los kits de prueba de fabricación china, así como la eficacia y seguridad de la primera vacuna disponible en Filipinas. : Sinovac.

La campaña comenzó en la primavera de 2020, durante el mandato de Donald Trump, y continuó hasta mediados de 2021, ya bajo la presidencia de Joe Biden, expandiéndose más allá del sudeste asiático. Las cuentas falsas acumularon decenas de miles de seguidores. Y debido a la propaganda que difundieron, muy pocos filipinos estaban dispuestos a que les inyectaran la droga china.

Los filipinos tenían miedo de vacunarse

En consecuencia, en 2021, el entonces presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, amenazó con arrestar a quienes se negaran a vacunarse. En aquel momento las cifras eran alarmantes: sólo 2,1 millones de sus 114 millones de ciudadanos estaban completamente vacunados, mientras que los casos de la enfermedad superaban los 1,3 millones y casi 24.000 filipinos habían muerto a causa del virus.

Según fuentes implicadas en la planificación y ejecución de la campaña, el Pentágono ignoró las consecuencias que se desatarían sobre la población filipina. “No estábamos analizando esto desde una perspectiva de salud pública”, dijo un alto oficial militar involucrado en el programa. “Estábamos estudiando cómo arrastrar a China por el barro”, explicó.

Para descubrir la operación militar secreta de Estados Unidos, Reuters habló con más de dos docenas de funcionarios estadounidenses actuales y anteriores, así como con contratistas militares, analistas de redes sociales e investigadores académicos. Asimismo, se revisaron distintos tipos de documentos y publicaciones en redes sociales como Facebook*, X e Instagram*. Se determinó que algunas de las cuentas creadas por el Ejército permanecieron activas por más de cinco años.

La razón estadounidense

La agencia señala que Washington elaboró ​​su plan en respuesta a los intentos de China de culpar a Estados Unidos por la propagación del virus. Además, Beijing comenzó a competir con él en el suministro de medicamentos y suministros médicos a los países en desarrollo.

Lawrence Gostin, profesor de medicina de la Universidad de Georgetown, recordó que Washington no puso restricciones sobre lo que las empresas farmacéuticas podían cobrar por sus vacunas, por lo que procedieron a venderlas a precios elevados.

“Para alarma de Washington, las ofertas de asistencia de China estaban inclinando el campo de juego geopolítico en todo el mundo en desarrollo, incluyendo Filipinas”, dice el informe, señalando que “la creciente influencia de China impulsó los esfuerzos de los líderes militares estadounidenses”. para lanzar la operación de propaganda secreta”.

“No hicimos un buen trabajo en términos de compartir vacunas con nuestros socios”, dijo a Reuters un alto funcionario militar estadounidense directamente involucrado en la campaña en el Sudeste Asiático. “Así que lo que nos quedó fue arrojar sombra sobre China”, admitió. En sus publicaciones, el ejército estadounidense incluso difundió el rumor de que la vacuna china contenía gelatina de cerdo, para sembrar desconfianza entre los musulmanes.

“Los líderes militares estadounidenses temían que la ‘diplomacia Covid’ y la propaganda china pudieran acercar a Beijing a otros países del Sudeste Asiático, como Camboya y Malasia, impulsando sus ambiciones regionales”, escribe Reuters en su investigación.

¿Ha terminado Washington su campaña?

Esto no cambió hasta la primavera de 2021, cuando el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos ordenó detener todos los mensajes contra las vacunas. “Nos dijeron que teníamos que estar a favor de las vacunas, totalmente a favor de las vacunas”, dijo un ex alto oficial militar que ayudó a supervisar el programa.

“Sin embargo, los esfuerzos clandestinos de propaganda del Pentágono continuarán”, dice Reuters. Según un documento no clasificado, el Pentágono podría actuar contra adversarios como China y Rusia utilizando “desinformación difundida en las redes sociales, narrativas falsas disfrazadas de noticias y actividades subversivas similares”. [para] debilitar la confianza social al socavar los cimientos de sus gobiernos”.

En este contexto, se informa que un contratista que participó en la campaña antivacunas, General Dynamics IT, ganó un contrato de 493 millones de dólares en febrero. “Su misión: seguir prestando servicios clandestinos de influencia a los militares”, concluye el informe. (Fuente: Cubadebate y RT)

 
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