(CNN)— Esta semana se compartió un nuevo meme en las redes sociales en Bogotá, la capital de Colombia, mientras la ciudad enfrenta una crisis de agua.
Se trata de una imagen de C. Montgomery Burns, el supervillano de la serie animada “Los Simpson”, quien aparece en la puerta con un ramo de rosas rojas y una caja de bombones en forma de corazón. https://twitter.com/danny8002/status/1777325100326404134?s=46: “Vi que tu turno de racionamiento de agua es diferente al mío”.
El meme refleja un oscuro sentido del humor entre algunos residentes de Bogotá luego del anuncio de las autoridades municipales el lunes de que los residentes tendrían que racionar el agua debido a que la sequía, alimentada por El Niño, lleva los embalses a mínimos históricos.
El racionamiento entró en vigor este jueves por la mañana. Bogotá y decenas de ciudades aledañas fueron divididas en nueve zonas diferentes, en cada una de las cuales se cortará el agua corriente durante 24 horas, en una rotación que se restablecerá cada 10 días. Las medidas afectarán a unos nueve millones de personas.
Una sección seca del lecho del embalse La Regadera en la localidad de Usme en Bogotá, Colombia, el 8 de abril de 2024. (Crédito: Diego Cuevas/Getty Images)
Según las autoridades, existen planes de contingencia para garantizar el suministro continuo a escuelas y hospitales.
Pero, como sugiere el meme de Los Simpson, algunos residentes se preguntan si tendrán que empezar a comunicarse con sus amigos del otro lado de la ciudad para tener acceso a agua potable.
Las medidas son parte de los planes de emergencia introducidos por el gobierno colombiano y el alcalde de la ciudad después de que los embalses alcanzaran niveles “históricamente bajos”.
Los embalses de Chuza y San Rafael, que forman parte del Sistema Chingaza, que abastece el 70% del agua potable de la ciudad, se encuentran en una situación especialmente crítica, según las autoridades locales.
“No desperdiciemos ni una gota de agua en Bogotá en este momento”, dijo el alcalde Carlos Fernando Galán en una conferencia de prensa el lunes, y agregó: “Eso nos ayudará a que estas restricciones se levanten más rápido o se reduzcan”.
Galán pidió “un cambio de comportamiento que sea sostenible en el tiempo y garantice que el agua sea suficiente para todos”, y agregó que algunos de los embalses se encuentran a menos del 20% de su capacidad respecto a los promedios históricos para esta época del año. ano.
El embalse de San Rafael, en las afueras de Bogotá, fuente de agua potable para la ciudad, se encuentra en niveles muy bajos debido al fenómeno climático de El Niño, el 5 de abril de 2024. (Crédito: Iván Valencia/AP)
No es raro que las ciudades latinoamericanas enfrenten crisis de agua. Bogotá se une al noroeste con Ciudad de México, que también podría estar al borde de quedarse sin agua, ya que la combinación del cambio climático, El Niño, la geografía y el rápido desarrollo urbano ejercen una inmensa presión sobre sus recursos hídricos.
Pero es la primera vez en la historia reciente que Bogotá se ve obligada a aplicar medidas de racionamiento de agua.
Situada sobre una meseta montañosa, Bogotá es una de las capitales más altas del mundo, a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar. Al este, las cumbres de los Andes; Al oeste, un exuberante valle por donde serpentea el Magdalena, el río más grande de Colombia y una fuente vital de agua.
La humedad de los bosques tropicales que bordean el Magdalena sube por los valles montañosos y choca con las temperaturas más frías en la cumbre, generando lluvia.
Como todo bogotano sabe, las lluvias son bastante comunes en la ciudad, que depende en gran medida de ella para sus necesidades hídricas.
“La mayoría de las ciudades del mundo dependen de los acuíferos para su suministro de agua. Bogotá se diferencia en que casi todo nuestro suministro proviene de aguas superficiales como embalses, que son más susceptibles a los patrones de lluvia”, dijo Armando Sarmiento, profesor de ecología de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Es esta dependencia de la lluvia lo que hace que Bogotá sea particularmente vulnerable a la sequía, dijo Sarmiento a CNN.
Marcadores de nivel de agua en el embalse de San Rafael. El alcalde Carlos Galán anunció que las medidas de racionamiento de agua para Bogotá comienzan el 11 de abril. (Crédito: Fernando Vergara/AP)
Desde el año pasado, la ciudad ha experimentado largos períodos de sequía debido al impacto de El Niño, según las autoridades locales.
El Niño es un patrón climático natural que se origina en el Océano Pacífico, a lo largo del ecuador, e influye en el clima de todo el planeta. En Colombia ha provocado un aumento de las temperaturas y una disminución de las precipitaciones.
En un país tan dividido políticamente como Colombia, la urgencia de enfrentar a El Niño es un raro punto de consenso. En enero, el Gobierno emitió un decreto sobre desastres naturales para movilizar recursos en un esfuerzo por combatir sus efectos devastadores, incluidos los incendios forestales y la escasez de agua.
Los planes de racionamiento de agua de Bogotá han recibido el apoyo del presidente del país, quien históricamente ha mantenido una relación tensa con el alcalde de la ciudad.
El Defensor del Pueblo de Colombia, la autoridad civil encargada de proteger los derechos civiles y humanos, publicó un comunicado el martes afirmando que un suministro confiable de agua a largo plazo es un derecho humano básico, y el Ministerio de Medio Ambiente lanzó en febrero una campaña con el hashtag #ElNinoNoEsUnJuego para advertir a los colombianos que no subestimen la crisis.
A medida que el calentamiento global hace que los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y sequías, sean más frecuentes y graves, los expertos advierten que la presión sobre los sistemas de agua de las ciudades no hará más que aumentar.
La ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, instó a las autoridades municipales a desarrollar planes a largo plazo para abordar la escasez de agua.
“Hemos llegado a un punto en el que no podemos esperar que el agua baje como antes si no respetamos el ciclo natural de suministro de los embalses, si no respetamos el ciclo natural del agua”, dijo el lunes a la prensa. Pidió la creación de un grupo de trabajo para limitar la expansión urbana de Bogotá hacia áreas naturales.
El ambientalista Sarmiento dijo a CNN que si bien es difícil predecir cómo evolucionará el clima en los próximos años, tanto la ciudad como el país en su conjunto deben estar mejor preparados para futuras crisis a una escala mucho mayor.
“En momentos como este, todo el mundo se centra en usos individuales, como limitar la ducha”, dijo. Pero el problema es mucho mayor, añadió, especialmente en Bogotá, que también es una de las zonas industriales más activas de Colombia.
“Tenemos que repensar nuestro uso del agua como sociedad”.
Heather Law y Ana Melgar de CNN contribuyeron con el reportaje.
