Como es bien sabido, La breve normativa del Grupo B atrajo el interés de un gran número de marcas por los rallyes. en esa época dorada entre finales de los setenta y mediados de los ochenta. Sin embargo, decenas de esos proyectos nunca tendrían éxito. en los escenarios del Mundial, teniendo que conformarse con aparecer en un discreto segundo plano. O, lo que es aún peor, permanecer para siempre en la mesa de dibujo.
Este fue, entre muchos otros, el caso de Alfa Romeo y su entrenador Autodelta, que en su día logró desarrollar para la marca biscione una variante Grupo 4 FISA de su coupé Alfetta GTV, denominada Turbodelta. El relativo éxito de aquel precursor les llevó a intenta probar suerte con el Grupo B, esta vez transformando el pequeño Alfasud Sprint en el Sprint 6Ca pequeño monstruo que escondía, en sus abultados pasos de rueda, un Busso V6 en posición central trasera con aproximadamente 230 CV.
Pero, lamentablemente, los tiempos económicos no eran buenos para Alfa y, Ante la inversión que debían realizar para que el Sprint 6C fuera competitivo, Autodelta abandonó el proyecto cuando ya existía un primer prototipo muy cerca de finalizar su desarrollo. Un prototipo cuyo espíritu se refleja ahora en El último restomod de Alma, el Alma Sprint.
Un capricho efímero
Precisamente, lo único que no rescata el Alma Sprint de su referencia es su radical configuración mecánica. Sin embargo, El motor bóxer 1.7 original del Alfasud Sprint recibe amplias modificaciones que incluyen un aumento de cilindrada a 1,8 litros, culatas rediseñadas, pistones forjados, árboles de levas y válvulas mejorados y un par de carburadores Dell’Orto.
En conjunto, Estas mejoras elevan la potencia hasta unos respetables 158 CV, mientras que el peso del coche se mantiene en sólo 880 kg.. Para terminar de explotar su lado más ratón, contamos con una caja de cambios de cinco velocidades y relaciones cortas, así como un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado (LSD) tipo Torsen.
La estética del Alma Sprint es el mejor homenaje que jamás se le podría rendir a este Grupo B no nacido con paragolpes delantero y trasero, fabricados a su imagen y semejanza, más aletas laterales significativamente ensanchadas que cubren, a su vez, una suspensión regulable y generosos frenos con discos ventilados, entre otros componentes de altas prestaciones. Los faros dobles son modernos y están firmados por Hella mientras que, en el interior, Sabelt aporta sus arneses para una conducción animada y un discreto altavoz Bluetooth representa ese punto esencial de la conectividad moderna.
Desde Alma anuncian que sólo construirán 20 ejemplares de su Sprint, cada uno de ellos personalizado al gusto de su propietario gracias a un amplio catálogo de opciones. Su precio se desconoce de momento, aunque no nos cabe duda de que ya habrá una larga cola de alfistas esperando para hacerse con él. La mejor manera de evitar los caprichos es caer en ellos, o eso dicen. ¿No?
Entusiasta especializado en motores, competición, historia y tecnología del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el nuevo sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia hablando de cuatro ruedas.
