La situación económica en Alemania sigue siendo desigual. Si bien las exportaciones crecieron más de lo esperado en abril, alimentando las esperanzas de recuperación, la producción disminuyó, lo que llevó al Bundesbank a reducir ligeramente su pronóstico de crecimiento para este año y alinearlo con los pronósticos del gobierno. Sin embargo, los expertos del banco central de Alemania se muestran optimistas y tras casi dos años encadenando noticias negativas, el presidente de la institución, Joachim Nagel, ha anunciado que “la economía alemana está saliendo de su fase de debilidad”.
Alemania volverá a crecer lentamente este año y luego se acelerará de manera más significativa en los años siguientes, según las previsiones económicas semestrales del Bundesbank publicadas este viernes. “No sólo se recuperará gradualmente el consumo privado, sino que las exportaciones también mejorarán a partir del segundo semestre”, escriben los expertos del banco central. “En este contexto, la industria también volverá a fortalecerse”, añaden.
“Los hogares se benefician del fuerte aumento de los salarios, el descenso gradual de la inflación y la estabilidad del mercado laboral”, afirmó Nagel al explicar las últimas previsiones económicas semestrales de la entidad. En el primer trimestre, la economía alemana sorprendió con un pequeño crecimiento del 0,2%, respaldado por las exportaciones y el aumento de la inversión en construcción.
Según las previsiones, para el conjunto de 2024 se espera que el producto interior bruto (PIB) aumente un 0,3% -en términos desestacionalizados-, frente al 0% registrado el año pasado. Mientras tanto, los expertos predicen un crecimiento económico del 1,1% para 2025 y del 1,4% para 2026. El Bundesbank rebaja así ligeramente sus previsiones para diciembre de 2023, cuando fijó un crecimiento del 0,4% para 2024 y del 1,2% para 2025; pero mejora los de 2026, porque antes había pronosticado un crecimiento del 1,3%.
El Bundesbank justifica esta ligera corrección por el hecho de que “en general, la economía se mostró a corto plazo algo más débil de lo esperado en las previsiones de diciembre de 2023”. En particular, la débil demanda en la industria está resultando más persistente de lo esperado, señalan los expertos. “En este contexto, y debido a una mayor incertidumbre sobre la política económica y a las altas cargas de costes, las empresas han ralentizado sus inversiones nacionales más de lo previsto”, señalan. Sin embargo, se muestran esperanzados en que, por primera vez desde el inicio de la crisis energética, los sectores con un alto consumo energético hayan aumentado “significativamente” su producción y, además, la construcción “se haya mostrado más robusta que nunca”. .” lo esperado”.
En cuanto a la tasa de inflación, se espera que siga cayendo “pero a un ritmo moderado”, afirmó Nagel. El Bundesbank espera que la variación del coste de la vida alcance una media del 2,8% este año (2,7% en las previsiones de diciembre, pero muy por debajo del 6% del año pasado). La razón de esta moderación es, sobre todo, que los precios de la energía y los alimentos “están bajando considerablemente”. Sin embargo, el banco advierte que la inflación parece “tenaz”, especialmente en el sector servicios. “A este respecto, el fuerte aumento de los salarios y la consiguiente presión sobre los costes desempeñan un papel importante”, explica el Bundesbank en su informe. Mientras tanto, para 2025 prevé una inflación del 2,7% (2,5% en la previsión de diciembre) y para 2026 una tasa del 2,2%, en línea con la previsión anterior y más cerca del objetivo del 2% que lo que persiguen los bancos centrales, incluido el europeo. Banco Central, que dicta la política monetaria en la eurozona.
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