El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, defendió la política monetaria que ha llevado a cabo el Emisor en medio de la alta inflación que vivieron los colombianos en los últimos dos años.
Villar aseguró que la subida de los tipos de interés ha permitido frenar el crecimiento acelerado de los precios, pero dijo que hay que ser prudentes con la reducción de los tipos de referencia.
Durante su presentación en los paneles inaugurales de la Convención Bancaria, destacó que La reducción de la inflación es una de las más fuertes en un período de 13 meses que ha observado el Banco de la República en sus 100 años de historia y reconoció que actualmente la tasa de interés es alta y refleja una postura contractiva por parte de la política monetaria. Sin embargo, dijo que todos los indicios sugieren que lo peor y más doloroso del proceso de ajuste ya quedó atrás.
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Villar sostuvo que “En la junta directiva del Banco de la República hay consenso sobre los beneficios de tener una tasa de interés más baja en la economía colombiana”. Sin embargo, destacó los beneficios de la cautela a la hora de “apresurarse demasiado a reducir los tipos”, ya que hacerlo podría tener un impacto en la senda de desaceleración que ya muestra la inflación.
“La única manera de tener tipos de interés bajos, de forma sostenible, es que la inflación sea baja y estable.”, agregó el directivo.
Él reconoció que Colombia es uno de los países donde la inflación se mantiene alta y se prevé que alcance el 5,5% a finales de año, por encima del rango meta del Banco. “2024 será el cuarto año consecutivo en el que no cumplimos con la meta de inflación, es importante que la inflación converja a la meta a mediados de 2025, algo que fue anunciado por la Junta en noviembre del año pasado.
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Durante su presentación explicó que La inflación persiste porque hubo un shock de demanda inicial en 2021 y 2022, más fuerte que en otros países, junto con una depreciación muy fuerte del peso colombiano. Además, los precios relativos de los alimentos han tenido un aumento particularmente fuerte desde 2021, en un proceso que recién comenzó a revertirse a mediados del año pasado.
A esto se sumó, según Villar, el aumento acelerado de los precios de los combustibles que tuvo que hacer el Gobierno en medio de la “enorme brecha fiscal” que se generó luego de que permanecieran congelados.
“Somos optimistas sobre la reducción que ya estamos viendo en el ritmo de crecimiento de los precios.“dijo el funcionario, quien, sin embargo, volvió a advertir sobre la necesidad de ser cautos a la hora de reducir los tipos.
“El objetivo de lograr tipos de interés más bajos en el futuro es compartido por todos, pero debemos evaluar cada paso que damos con la información disponible para que podamos hacerlo de manera sostenible”, afirmó.
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Respecto al crecimiento de la economía, Villar repasó las cifras más recientes y dijo que el año pasado la desaceleración de la actividad económica se explicó por una caída de la demanda, con un ajuste en el consumo de los hogares.
Sin embargo, rdestacó “la sorpresa” que hubo en la disminución de la formación bruta de capital y de la formación bruta de capital fijouna manera de medir la inversión en la economía.
“Estas disminuciones pueden explicarse en parte como resultado de la política monetaria y de un ajuste significativo en la situación fiscalpero también muy probablemente por otros factores que han generado incertidumbre y desánimo”, afirmó Villar.
El directivo recordó que El equipo técnico prevé un crecimiento del 1,4% para este año y un incremento del 3,2% para el año siguientemás cerca del crecimiento potencial de la economía colombiana.
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Finalmente destacó queAl interior de la junta son conscientes de que el sector financiero ha tenido que pagar un coste importante en el proceso de ajuste, lo que ha implicado importantes subidas de los tipos de financiación y en las tasas de interés que pagan los usuarios. “Esto, junto con la desaceleración, llevó a un fuerte deterioro, generando mayores gastos en provisiones y castigos en la cartera”, dijo.
Sin embargo, destacó que Los establecimientos de crédito mantienen una solvencia muy por encima de lo que exige la normativa. “El sistema financiero sigue siendo absolutamente sólido y en buenas condiciones”, concluyó.
