Este martes, el Banco Central autorizó a las empresas a pagar dividendos a sus accionistas en el extranjero a cambio de que estos fondos se utilicen para comprar bonos en dólares llamados Bopreal. De esta forma, el Gobierno aflojó una restricción a las empresas, que hasta ahora sólo podían utilizar este instrumento financiero para cancelar deudas por importaciones con sus proveedores o matrices.
Mediante Comunicación A 7999, el BCRA estableció que “los clientes podrán suscribir Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) por hastaal equivalente del importe en moneda local de utilidades y dividendos pendientes de pago a accionistas no residentes según la distribución que determine la asamblea de accionistas.
Según la normativa, las empresas podrán acceder al mercado cambiario para el pago de utilidades y dividendos, “en la medida que cumplan con los requisitos aplicables, realizando un canje y/o arbitraje con los fondos depositados en una cuenta local y provenientes de Cobros de capital e intereses en moneda extranjera” de Bopreal.
El Banco Central confirmó que la medida alcanza a todas las empresas que necesiten distribuir utilidades y dividendos a accionistas no residentes, por lo que podrán participar en la próxima subasta en la semana del 6 de mayo. “No es sólo para los bancos, es para todos los accionistas no residentes, Esto es lo que anticipamos en el último comunicado, toda la deuda contraída con extranjeros se puede pagar con Bopreal”, explicaron fuentes oficiales.
El Gobierno abrió así una válvula de escape al sector privado en un intento de gestionar el flujo futuro de demanda de dólares y al mismo tiempo retirar pesos de la economía. Con estos cambios, las empresas podrán acceder a la serie 3 del Bopreal, que devenga una tasa nominal anual del 3% y se amortiza en tres cuotas trimestrales, desde noviembre de 2025 hasta mayo de 2026, cuando aún quedan US$ 2.000 millones por licitar. .
Por otro lado, el Banco Central también redujo el plazo para que los bancos distribuyan ganancias y los autorizó a hazlo en 3 cuotas iguales, mensuales y consecutivas, en lugar de los 6 que estaban vigentes. Y estableció condiciones para la transferencia de fondos a través de Bopreal que los accionistas no residentes podrían recibir para la distribución de resultados.
“El BOPREAL recibido por accionistas no residentes no podrá ser transferido a entidades depositarias del exterior ni vendido con liquidación en moneda extranjera en el país o en el extranjero por un plazo de 30 y 60 días naturales contados a partir de su suscripción primaria, por dos tercios y un tercio , respectivamente en cada mes, de los importes nominales suscritos. Los accionistas suscriptores deberán dar su conformidad y compromiso expreso con esta condición al solicitarla”, indicó el BCRA.
Sin embargo, estos bonos -según la normativa- “podrán aplicarse libre y plenamente para otras operaciones –incluida su utilización como garantía para financiaciones requeridas a entidades financieras o en el mercado de capitales-. La eventual posición en moneda extranjera que puedan mantener las entidades financieras para la operación de suscripción de aquellos BOPREAL hasta su acreditación ante accionistas no residentes será excluida del cálculo de su “posición global neta en moneda extranjera”.
Un cartel en las acciones
Desde diciembre, el Banco Central ya ha emitido unos 8.500 millones de dólares a través de las tres series Bopreal. Con una brecha cambiaria en niveles acotados, la licitación de la serie 3 de la semana pasada fue bastante limitada: apenas u$s 113 y acumuló u$s 1.197 millones, por debajo de la meta de u$s 3.000 millones. Las autoridades saben que esta serie es menos “atractiva”, ya que no incluye la exención del impuesto PAIS, pero apuestan a dar una señal de flexibilidad con el cepo.
Con una deuda por dividendos de entre 5.000 y 7.000 millones de dólares, el impacto de los cambios dependerá del coste que las empresas estén dispuestas a soportar. En los bancos creen que “habrá de todo” y “algunos lo utilizarán”, mientras que algunas consultoras se muestran más escépticas. “No creo que a los precios a los que se compraría CCL a través de Bopreal, el CCL implícito sea muy caro para las empresas externas”, dijo Pablo Repetto, director de Aurum, quien estimó un dólar en 1.400 dólares.
El Banco Central oficializó las medidas en medio de una misión técnica del Fondo Monetario a Buenos Aires y las negociaciones que mantiene el equipo económico para obtener financiamiento que le permita reforzar reservas y levantar el cepo. El ministro de Economía, Luis Caputo, indicó este lunes que veía difícil seguir acumulando reservas al mismo ritmo que ahora debido a “factores especulativos” en la agricultura y Condicionó un levantamiento inmediato del cepo a la obtención de “plata”.
