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La sexta subasta para colocar la Serie III del Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) confirmó lo que se presumía: La demanda por este título, que se ofrece a los importadores que adquirieron deuda con proveedores extranjeros debido a la rigidez que tomó el cepo en la última parte de la gestión de Fernández, no reacciona.
Esta verificación llevó al Banco Central (BCRA) a admitir oficialmente que analiza “abrir suscripción en las próximas licitaciones a empresas que requieran distribuir utilidades y/o dividendos a accionistas no residentes”. posibilidad que surgió a partir de pedidos realizados en este sentido por algunas empresas en la última semana, para ampliar su demanda potencial y agotar al menos el cupo de US$ 1.803 millones que aún existe para este título.
La demanda de estas empresas surge no por casualidad ahora que Con estos papeles se desarrolló un mercado que está ganando dinamismo y pretende a su vez tratar de desbloquear -en algunos casos- inversiones que tienen en carpeta, pero que siguen siendo objetadas por sus matrices en el exterior basándose en esa imposibilidad que encontraron de no poder transferir parte del dinero. obtenidos por sus negocios en el mercado local.
A su vez, el BCRA lo analiza porque desde septiembre de 2019 se mantiene una norma que establece que debe haber “acuerdo previo” de su parte para que se puedan realizar esos pagos, lo que le permitiría auditar esa demanda.
El blanqueamiento de esta opción, aún en análisis, se produjo después adjudicará esta tarde otros US$ 113 millones de Boperal III, tras aceptar todas las ofertas de compra presentadas por 147 empresas. “El monto acumulado de esta especie es de US$ 1.197 millones”, afirmó en el comunicado oficial.
