El coche eléctrico reducirá la demanda mundial de petróleo entre un 10% y un 12% en 2030

El coche eléctrico reducirá la demanda mundial de petróleo entre un 10% y un 12% en 2030
El coche eléctrico reducirá la demanda mundial de petróleo entre un 10% y un 12% en 2030

Los signos de desaceleración en la adopción de coches eléctricos en varios mercados occidentales han hecho saltar las alarmas en las últimas semanas, pero la suerte parece echada: los años de los vehículos de combustión están contados. A pesar de los vientos en contra (márgenes relativamente pequeños para los fabricantes, volatilidad en los precios de las baterías y el fin de las ayudas públicas en algunos países), las ventas globales de vehículos electrificados (incluidos los eléctricos puros y los híbridos enchufables) continúan creciendo a un ritmo más que saludable: su ascenso fue del 35% en 2023, hasta 14 millones de unidades en todo el mundo; mientras que para 2024 se espera que el avance sea del 25%, según los últimos datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

El descenso cada vez más acusado de las ventas de vehículos tradicionales de gasolina y diésel se traducirá en una caída notable de la quema de energía fósil. En el escenario base –sin nuevas políticas gubernamentales para acelerar el ritmo– la electrificación de la flota de vehículos reducirá el consumo global en seis millones de barriles de petróleo crudo por día en 2030, casi el 6% de la demanda total del año pasado.

En 2035 (cuando entre la mitad y dos tercios de los automóviles nuevos serán eléctricos, dependiendo de la ambición del gobierno), la brecha en la demanda mundial de petróleo crudo se disparará a un mínimo de diez millones de barriles por día en promedio anual. respecto a 2023, el 10% de la demanda actual o el equivalente a todo lo que consumen en un año los motores de combustión en Estados Unidos. La cifra, sin embargo, podría llegar a los 12 millones (12%) si todas las promesas oficiales acaban cristalizando. Las últimas previsiones de la AIE, para finales de 2023, apuntan a que tanto el consumo de petróleo como el de gas natural y carbón alcanzarán su punto máximo, como tarde, a finales de esta década.

El informe predice que China seguirá liderando el camino de la electrificación en 2024 con una cuota de ventas del 45% de coches enchufables en su mercado local. Los otros dos grandes mercados de vehículos eléctricos e híbridos enchufables seguirán creciendo, pero quedarán muy por detrás del gigante asiático con una cuota de mercado del 25% en Europa y del 11% en Estados Unidos. En este último, la administración del presidente Joe Biden ha lanzado el mayor plan de ayudas públicas (el programa IRA) para atraer proyectos industriales verdes, entre los que es clave el coche eléctrico, dotado con 400.000 millones de dólares.

El precio, determinante

Los casi 14 millones de coches electrificados vendidos en 2023, según las cifras presentadas este martes por el brazo energético de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), representaron el 18% de las ventas de vehículos en todo el mundo, cuatro puntos porcentuales más que en 2022. Estas cifras indican un crecimiento robusto, pasando el mercado de un esquema de compradores pioneros a uno masivo”, señalan los técnicos de la organización. Una cifra resume perfectamente este giro de los acontecimientos: el año pasado se vendieron una media de 250.000 coches electrificados por semana, los mismos que se vendieron en un año entero hace una década.

Las proyecciones de la entidad que preside Fatih Birol apuntan a que uno de cada tres vehículos que circulen por las carreteras chinas y uno de cada cinco en Europa y EE.UU. serán ya eléctricos en 2030. Para entonces, las ventas rondarán los 40 millones de unidades al año, con La capacidad de fabricación de baterías –uno de los mayores temores de quienes cuestionan la transición– es “suficiente para satisfacer la demanda”.

Para que la adopción de coches eléctricos gane impulso en un futuro próximo, es fundamental que su precio baje. Una tendencia que ya se ha acelerado en China, donde en seis de cada diez casos la versión eléctrica ya es más barata que su equivalente de combustión. En Occidente, en cambio, estos vehículos -en su mayoría grandes o deportivos, lo que incrementa su precio medio- siguen siendo entre un 10% y un 50% más caros que sus homólogos de gasolina, a pesar de ser ya notablemente más baratos en todo su ciclo de vida. : la electricidad es y será mucho más barata que el combustible en la mayoría de los mercados. Para la equivalencia en el precio inicial de ambos fuera de China habrá que esperar, según la AIE, hasta 2030.

Otro aspecto interesante que destaca el estudio es la diferencia en los costes de producción de baterías entre China, por un lado, que cuenta con gigantes del sector como CATL; y Estados Unidos y Europa, por el otro. Según el estudio, producir una batería en EE.UU. puede ser un 20% más caro que en China, incluso suponiendo que los costes de material fueran los mismos en ambos lugares. En realidad, es probable que los fabricantes chinos se beneficien de precios preferenciales de los productores de materiales locales y de una cadena de suministro más integrada dentro de China, lo que podría significar que la brecha en los costos de fabricación sea aún mayor. El informe.

El juego se juega en el mundo emergente.

Con China como claro dominador en el mercado mundial de automóviles eléctricos y el bloque rico acelerando el ritmo, el éxito o el fracaso de esta revolución ahora depende del techo del resto del mundo emergente, donde la adopción es mucho más lenta. El gigante asiático (60%), la UE (25%) y EE.UU. (10%) coparon el año pasado el 95% de las ventas pese a representar el 65% del mercado mundial de vehículos. “En las grandes economías emergentes, las cuotas siguen siendo relativamente bajas, pero hay varios factores que apuntan a un mayor crecimiento futuro: los subsidios e incentivos, y la fabricación de baterías ya están desempeñando un papel crucial”, afirma la AIE.

Hay excepciones notables, como Vietnam y Tailandia, dos países del Sudeste Asiático, donde el año pasado la cuota de ventas de coches electrificados en sus mercados locales fue del 15% y el 10%, respectivamente.

Sin embargo, la electrificación no se limita sólo a los turismos, ya que los vehículos comerciales e industriales y los autobuses también avanzan hacia las cero emisiones, pero a un ritmo más lento. En el caso de los autobuses eléctricos, se implementaron ampliamente en China mucho antes que el resto del mundo (el 65% de su flota empezó a circular en 2019 o antes). Ahora, su demanda en el gigante asiático ha disminuido, lo que provocó que los camiones eléctricos superaran a los autobuses eléctricos en matriculaciones globales por primera vez en 2023.

El 70% de los 54.000 camiones eléctricos vendidos en todo el mundo el año pasado estaban matriculados en China. Se trata de una caída de 15 puntos respecto a 2022, gracias sobre todo al crecimiento de las ventas en Europa, que aumenta significativamente su peso en el vehículo industrial cero emisiones. Allí, las matriculaciones de camiones eléctricos pesados ​​se triplicaron, hasta las 10.000 unidades, muy por delante de las pírricas ventas en Estados Unidos, donde se registraron 1.200 entregas.

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