Él hormigón en construcción Es uno de los materiales más utilizados desde hace décadas, y no en vano. Sin embargo, ¿te imaginas si prescindiéramos de él para utilizar uno más sostenible? Lo vimos con este material líquido que enfría edificios, pero ahora lo volvemos a comprobar. Este es el aislante americano que se aplica en spray, con la capacidad de aislar tu casa del frío.
¿Adiós al hormigón en la construcción? Así es el nuevo aislante americano
El aislamiento de celulosa es un material aislante térmico y acústico elaborado a partir de papel reciclado. Está formado por pequeñas fibras de papel reciclado tratadas con sales ignífugas y fungicidas. Estas fibras se mezclan con agua para crear una pasta que luego se inyecta en las cámaras de aire de paredes, techos y suelos.
Queríamos hablar de este porque ofrece numerosas ventajas respecto a otros materiales aislantes. Es un producto natural, ecológico y reciclado que nos permite reducir la demanda energética de los edificios sin dañar el medio ambiente. Además, Su instalación es muy sencilla mediante la técnica del soplado..
Antes de entrar en materia, debes saber que el aislamiento de celulosa es una excelente opción para reducir la transmisión de ruido en los edificios. Cuando se instala correctamente en paredes, techos y suelos, la celulosa amortigua eficazmente las ondas sonoras (lo que se conoce como propiedades de absorción acústica).
Aislante de celulosa, un nuevo material que se aplica en spray
El aislamiento de celulosa ofrece numerosas ventajas respecto a otros materiales aislantes. Uno de los principales es que es un material 100% natural y renovable, elaborado con papel reciclado. Esto la convierte en una opción mucho más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Lógicamente lo estamos comparando con otros aislantes de origen petroquímico, que ya sabes que no son una buena opción. Asimismo, contribuye a reducir el desperdicio de papel, ya que se fabrica con periódicos y papeles usados que de otro modo acabarían en el vertedero.
Su origen natural y reciclado lo hace durante su vida útil absorbe más CO2 del que emite su proceso de fabricación. Por ello, se considera un material carbono negativo, ya que ayuda a reducir la huella de carbono de los edificios y también el efecto isla de calor del que tanto hablamos últimamente.
El aislamiento de celulosa es un excelente aislante térmico, muy superior a muchos materiales convencionales como el poliestireno expandido (EPS) o la lana mineral. La celulosa tiene una conductividad térmica muy baja, entre 0,039 W/mK y 0,042 W/mK, lo que significa que impide el paso del calor y del frío.
Un potente aislante que puedes tener en casa: adiós al aire acondicionado
La celulosa contiene una gran cantidad de pequeñas cámaras de aire que actúan como barrera al flujo de calor. El aire es un mal conductor térmico y, al quedar atrapado en la estructura fibrosa de la celulosa, se minimizan las pérdidas y ganancias de calor.
Además, la celulosa no pierde propiedades con el tiempo. Su estructura se mantiene estable durante décadas, manteniendo intacto su rendimiento térmico. En cambio, otros materiales como la lana mineral o el poliestireno Pueden compactarse y reducir su capacidad aislante..
Por todo ello, el aislamiento de celulosa es una de las mejores opciones para aislar térmicamente edificios y conseguir un importante ahorro energético. Con un espesor adecuado se pueden conseguir muy bajas transmitancias térmicas en cerramientos.
En este punto, es obvio que el hormigón en construcción Sus días están contados, con un aislante americano que hasta tú puedes aplicar en casa. El aislamiento no es sólo una de las afirmaciones más fuertes del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), sino también de los expertos. Quizás por eso hemos recuperado este material que China utiliza desde hace 5.000 años.
