Luego de las subas de los últimos días, el dólar blue registró una baja de 5 pesos y cerró en 1.030 pesos. Algo similar ocurrió con los dólares financieros. El mep se ubicó en mil 022 pesos y marcó una baja de 0.22 por ciento, mientras que el contado con liquidación cerró en mil 061 pesos y cayó 1.3 por ciento. Sin embargo, a pesar de estas disminuciones, en los últimos días ha quedado claro que la estabilidad cambiaria y la apreciación real del tipo de cambio pueden tener límites.
A la caída de las cotizaciones del dólar se sumó un fuerte repunte del precio de los bonos soberanos en moneda extranjera, que venían de varios días consecutivos de recortes. Algunas de estas acciones subieron más del 6 por ciento. Sin embargo, las acciones continuaron con una racha negativa y registraron fuertes caídas. Hubo empresas que registraron pérdidas de más del 4 por ciento. Una situación que se dio tanto en la Bolsa porteña como en los ADR de Nueva York.
En el mercado comienza a haber cada vez más especulaciones sobre el futuro financiero y el mercado cambiario, en un contexto donde puede haber presiones tanto desde el frente local como desde el externo. Respecto a este último punto, se puede mencionar que monedas como la de México, que tuvo una apreciación notable, comenzaron a registrar cierta volatilidad debido a la salida de capitales de los países emergentes.
Del lado local, la estabilidad cambiaria en Argentina podría verse comprometida debido a varios factores. El gobierno volvió a reducir las tasas de interés, la inflación mensual se mantiene en dos dígitos y los fondos esperados del FMI aún no llegan, lo que podría generar presiones cambiarias.
Además, la economía argentina se ha encarecido en dólares, el sector agrícola no tiene incentivos para liquidar la cosecha de soja con el nuevo tipo de cambio real, las importaciones continúan y habrá que pagarlas, y el gobierno planea relajar los controles cambiarios en el medio. del ano.
Por su parte, algunas decisiones gubernamentales también empiezan a generar ruido en el mercado, que por un lado asegura que busca la libertad plena pero por otro toma medidas que van en sentido contrario a su discurso. Por ejemplo, con el caso de gran parte de las prepagas, a las que acusó de connivencia y obligó a retroceder los precios para volver a valores de finales del año pasado.
