Alfa Romeo tuvo que “cambiar el nombre” de su B-SUV y se llamará Junior

Sí, parece una broma por el Día de los Inocentes y lo comprobamos varias veces porque no nos lo podíamos creer, pero es cierto: el lanzamiento más importante del año para Alfa Romeo -y probablemente de esta etapa de su historia-. Tuvo que cambiar de nombre cuando todo estaba listo para su lanzamiento y seguramente ya se han gastado millones en campañas de publicidad y marketing antes de su debut. El B-SUV de la marca italiana finalmente no se llamará Milano, sino Junior.

Así lo anunció Stellantis y no fue por las variadas críticas -tanto buenas como malas- que recibió el producto, sino por un llamativo descuido por parte de la compañía. Sucede que el nombre Milano, en obvia referencia a la ciudad donde nació la marca, no se puede utilizar porque, según las autoridades de dicha ciudad, existe una ley que así lo indica porque puede llevar a confusión ya que no es una vehículo. Italiano pero fabricado en Polonia. Entonces, para evitar cualquier polémica, Jean-Philippe Imparato, director general de Alfa Romeo, decidió buscar otro nombre. En aquel momento, rápidamente apareció el nombre Junior –también vinculado históricamente a la firma Biscione–, ya que era uno que el público había sugerido para el B-SUV e incluso era conocido cuando todavía era un proyecto.

Al respecto, Imparato, rápido de reflejos y aclarando que cumplen con toda la normativa vigente, afirmó: “Somos perfectamente conscientes de que este momento quedará grabado en la historia de la marca. Es una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo es un momento apasionante. La elección del nombre Junior es completamente natural, ya que está fuertemente ligado a la historia de la marca y ha estado entre nuestros favoritos y entre los favoritos del público desde el principio. Como equipo, elegimos compartir una vez más nuestra pasión por la marca y hacer del producto y de nuestros clientes la prioridad. “Decidimos cambiar el nombre, aunque sabemos que no estamos obligados a hacerlo, porque queremos preservar la emoción positiva que siempre han generado nuestros productos y evitar cualquier tipo de polémica”.

Presentado el pasado miércoles, el -ahora- Junior destaca por su peculiar diseño, bastante revolucionario para lo que nos tenía acostumbrados la marca y que añade algunos detalles quizás un tanto polémicos. Tal y como anticipan las filtraciones, su aspecto general recuerda al Tonale y en menor medida al Stelvio, aunque también cuenta con muchos detalles particulares, como el diseño interno de los faros, con una firma luminosa de varios segmentos rectangulares más una especie de de tiro de aire que dibuja una C en el sector frontal. Otro detalle llamativo es el marco de la parrilla, cuyo diseño interno replica el Biscione del emblema, o la línea ascendente del cinturón que continúa sobre el pilar C y se conecta con la ventana trasera. Por supuesto, no faltan elementos típicos de Alfa, como la parrilla triangular, las nervaduras en forma de V en el capó -en este caso el logo se sitúa arriba- y una figura con superficies bastante limpias, sin líneas marcadas ni tensas. pero bastante más musculoso. La moldura trasera está inspirada en el Giulia TZ y las ópticas siguen el diseño del portón trasero y los hombros, en forma de arco. Debajo, el paragolpes cuenta con un gran sector negro, un difusor similar y doble salida de escape en el caso de las versiones con motor de combustión.

En el interior, el B-SUV se distancia de sus “primos” (Fiat 600, Jeep Avenger y Peugeot e-2008), con un diseño propio que mantiene elementos típicos de Alfa como el marco redondo del cuadro de instrumentos -100% digital-, configurable por el conductor-, además de una pantalla táctil de 10,25” para el sistema multimedia, ubicada en el centro de la consola. Las salidas de aire se sitúan en la parte superior, mientras que las de los extremos son circulares y dibujan en su interior el trébol de cuatro hojas que identifica las versiones Quadrifoglio. Encima del túnel central se encuentran el selector de marchas, un mando circular para el selector de modos de conducción, el mando del freno de mano eléctrico, una bandeja para el cargador inalámbrico del smartphone y más atrás un espacio portaobjetos más el reposabrazos.

Desarrollado sobre la plataforma CMP/eCMP, mide 4,17 metros de largo, 1,78 metros de ancho y 1,50 metros de alto, con una capacidad de maletero de 400 litros. Al igual que los B-SUV de Fiat y Jeep, se producirá en la planta de Tychy, en Polonia, y se ofrecerá en cuatro variantes, dos híbridas y dos eléctricas. Por el lado de las versiones con motor de combustión, ambas estarán propulsadas por el motor gasolina PureTech 1.2 de 136 CV asistido por un sistema soft-hybrid de 48V y acoplado a la transmisión automática de doble embrague DCS de 6 velocidades. Inicialmente sólo estará disponible con tracción delantera, pero hacia finales de año se añadirá una opción de tracción total.

Alfa Romeo MilánPor el lado de las versiones eléctricas, la de serie contará con un motor de 156 CV alimentado por un paquete de baterías de iones de litio de 54 kWh, que le permitirá alcanzar una autonomía de 410 kilómetros en uso mixto y hasta 590 kilómetros en ciclo urbano. Como tope de gama, la variante Veloce Q4 aumenta la potencia hasta los 240 CV, añade un motor en el eje trasero para tener tracción total y mantiene la batería de 54 kWh, aunque no se informó de su autonomía. Ambos son aptos para recargas rápidas con cargadores de corriente continua que les permitirán recuperarse del 10 al 80% en menos de 30 minutos.

 
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