Muchos inversores contuvieron la respiración cuando Irán lanzó un ataque sin precedentes con drones y misiles contra Israel la noche del sábado 13 de abril. Fue el primer ataque directo desde territorio iraní y se produjo el mismo día en que la Guardia Revolucionaria detuvo un buque portacontenedores vinculado a Israel cerca del Estrecho de Ormuz.
El ataque iraní había sido anunciado desde hacía tiempo, después de que un ataque atribuido por Teherán a Israel destruyera parte del complejo de la embajada iraní en Damasco, el 1 de abril.
Mientras la ONU y Estados Unidos piden ahora a Israel que se contenga, los expertos esperan a ver si el conflicto se intensifica. La incertidumbre es mala para los negocios y la posibilidad de una guerra abierta más amplia mantiene a la región en vilo.
Precios del petróleo y la energía.
Si el conflicto se extiende, el mayor riesgo para la economía será la posible reacción de los mercados energéticos, especialmente el mercado petrolero.
“Un aumento de los precios del petróleo complicaría los esfuerzos por devolver la inflación al rango deseado en las economías desarrolladas, pero sólo tendrá un impacto material en las decisiones de los bancos centrales si el aumento de los precios de la energía se traslada a la inflación. “escribió Neil Shearing, economista de la consultora Capital Economics, en una nota a los clientes.
Hasta ahora, los precios del petróleo no han cambiado mucho desde el ataque. Parece que el mercado ya había tenido en cuenta la inestabilidad de la situación actual.
La OPEP+ y la clave del petróleo
De hecho, los precios del petróleo crudo Brent subieron de 83 dólares el barril hace un mes a más de 90 dólares el barril la semana pasada. Se han mantenido en ese nivel, debido, “en parte, a las preocupaciones sobre los suministros y los riesgos geopolíticos de los conflictos en Medio Oriente y Ucrania”, dijo Shearing.
El economista señaló que otra razón de la calma en el mercado petrolero radica en el interés de algunos miembros de la OPEP+ de aumentar las cuotas de producción. “Un aumento en el suministro de petróleo obviamente ayudaría a limitar cualquier aumento de precios”, dijo.
En ello coincide Jorge León, vicepresidente senior de Rystad Energy, quien se dedica al análisis del área energética. Aunque la OPEP+ tiene una tarea complicada de coordinar y gestionar el mercado petrolero, es probable que ponga fin a los recortes voluntarios de producción en una reunión en junio, dijo en una nota.
Pero si los precios del petróleo aumentan, podrían alimentar la inflación global, en un momento en que muchos países sufren una tendencia inflacionaria de largo plazo.
Esta inflación “podría crear un dilema para los bancos centrales, como también descubrimos tras la invasión rusa de Ucrania en 2022”, sostienen los analistas del Deutsche Bank, en una nota dirigida a sus clientes.
Reacciones en el mercado de valores
En cuanto a las acciones, muchos índices bursátiles asiáticos, como el Nikkei, abrieron el lunes en niveles bajos. “Pero eso refleja, en parte, una recuperación de la liquidación que ya se produjo el viernes después del cierre, cuando aparecieron titulares que sugerían que podría avecinarse un ataque”, escribieron los expertos del Deutsche Bank.
En los mercados europeos, los analistas no ven en general grandes cambios entre los principales activos desde el viernes y estiman que los inversores tienen esperanzas de que se pueda evitar una escalada.
Una pequeña señal de que los inversores buscan puertos más seguros fue el aumento del precio del oro. El lunes subió un 0,51 por ciento.
Por otro lado, si Irán o los rebeldes hutíes continúan atacando barcos vinculados a Israel en la importante ruta comercial que atraviesa el Estrecho de Ormuz, los costos globales del transporte marítimo podrían dispararse, lo que tendría un fuerte impacto en la economía global.
(ers/rml)
