Cosas que se recomienda no hacer mientras se conduce un coche automático

Cosas que se recomienda no hacer mientras se conduce un coche automático
Cosas que se recomienda no hacer mientras se conduce un coche automático

Conoce algunos hábitos que se deben evitar al conducir un coche automático.

Foto: Nicolás Fernández Sánchez

Aunque conducir un coche automático aporta comodidad y soltura, no quiere decir que exima al conductor de responsabilidades y buenas prácticas al volante. Es necesario recordar que, incluso en coches con cambio automático, ciertos hábitos inadecuados como pisar el acelerador al frenar o cambiar de marcha bruscamente pueden poner en riesgo la seguridad vial y afectar a la vida útil del coche. Por ello, es fundamental adoptar medidas para cuidar la transmisión automática, evitando ciertas prácticas nocivas.

El experto en automoción Walter García destaca la importancia de una conducción suave y consciente para optimizar el rendimiento y cuidar el vehículo. Evitar aceleraciones bruscas y cambios de marcha innecesarios no sólo mejora la eficiencia del combustible y la comodidad de marcha, sino que también reduce el desgaste prematuro de los componentes de la transmisión.

Además, García destaca algunos hábitos que se deben evitar al conducir un coche automático para garantizar el correcto funcionamiento y seguridad en la carretera:

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No mantengas el freno con el pie izquierdo mientras aceleras con el derecho:

Según García, uno de los errores más habituales que cometen los conductores de coches automáticos es pisar el freno con el pie izquierdo mientras aceleran con el derecho. Este hábito, conocido como “frenado con el pie izquierdo”, puede parecer inofensivo, pero provoca un desgaste prematuro de la transmisión y otros componentes del coche. Además, “puede provocar confusión entre los frenos y el acelerador, aumentando el riesgo de accidentes. Es importante mencionar que, en los autos automáticos, el freno y el acelerador deben usarse de manera independiente y secuencial para una operación segura y eficiente del vehículo”, sostiene.

No cambie de marcha mientras el vehículo está en movimiento:

A diferencia de los vehículos con transmisión manual, donde el conductor es responsable de cambiar de marcha según la velocidad y las condiciones de la carretera, los automóviles automáticos están diseñados para realizar estos cambios de forma automática y precisa. Por esto, García menciona que intentar cambiar de marcha manualmente en un auto automático puede causar graves daños a la transmisión. Asimismo, es importante permitir que el sistema de transmisión automática haga su trabajo correctamente para garantizar una experiencia de conducción fluida.

Evite detenerse con la marcha en punto muerto:

Uno de los hábitos que deben evitar los conductores de coches automáticos es detenerse con la marcha en punto muerto. Al hacerlo, no sólo el vehículo pierde la capacidad de inmovilizarse adecuadamente, sino que también se pone en riesgo la integridad de la transmisión. “Parar con la marcha en punto muerto puede provocar un desgaste prematuro de los componentes de la transmisión a medio y largo plazo, además de dañar otros elementos del sistema de transmisión”, apunta.

Además, sugiere colocar la transmisión en la posición adecuada, como “P” (Estacionamiento) en caso de paradas prolongadas, para garantizar la seguridad del vehículo estacionado y ayudar a la vida útil de la transmisión.

No remolque el vehículo con las ruedas motrices en contacto con el suelo:

Para el experto, es importante que los conductores eviten remolcar el coche con las ruedas motrices en contacto con el suelo. Es decir, las ruedas que reciben potencia del motor deben elevarse o desacoplarse durante el remolque. Remolcar un vehículo automático con las ruedas motrices en contacto con el suelo, como arrastrarse sobre asfalto sin el motor en marcha, puede causar daños graves a la transmisión y otros componentes mecánicos.

Esta práctica puede generar una tensión excesiva en la transmisión y provocar un desgaste prematuro o incluso una falla total del sistema de transmisión. Por lo tanto, es necesario utilizar métodos de remolque adecuados que protejan la integridad de la transmisión y garanticen la seguridad del vehículo durante el transporte.

No ignore las señales de advertencia del sistema de propulsión:

También enfatizó la importancia de no ignorar las señales de advertencia del sistema de propulsión. Estas señales, que pueden incluir luces de advertencia en el panel de instrumentos o cambios inusuales en el comportamiento del vehículo, indican posibles problemas de transmisión que requieren atención inmediata.

“Ignorar estas señales puede provocar daños más graves en la transmisión y, en última instancia, reparaciones costosas o incluso la necesidad de reemplazar todo el sistema de transmisión. “Por lo tanto, es esencial que los conductores estén atentos a cualquier señal de advertencia y actúen rápidamente para solucionar cualquier problema con la transmisión lo antes posible, garantizando así un funcionamiento seguro y fiable del vehículo a largo plazo”, añade.

Evite acelerar al dar marcha atrás:

Aunque dar marcha atrás puede parecer una maniobra sencilla, realizar esta acción a altas velocidades puede generar una tensión innecesaria en los componentes de la transmisión. Esto es especialmente importante en vehículos equipados con transmisiones continuamente variables (CVT), que pueden ser más sensibles a cambios repentinos de velocidad.

Según García, al dar marcha atrás a una velocidad moderada y constante, los conductores no sólo protegen la transmisión del desgaste excesivo, sino que también promueven una conducción más segura y controlada en entornos urbanos y estacionamientos.

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No descuides el mantenimiento:

Realizar un mantenimiento frecuente es importante para garantizar el correcto funcionamiento de la transmisión automática a lo largo del tiempo. “Esto implica seguir las recomendaciones del fabricante, que incluyen cambiar el líquido de la transmisión a intervalos específicos, inspeccionar y reemplazar los sellos si es necesario, así como realizar otros mantenimientos programados”, señala.

A su vez, estas acciones son cruciales para prevenir la acumulación de lodos y la degradación del fluido de transmisión, lo que podría provocar un desgaste prematuro de los componentes y fallas de la transmisión. El mantenimiento regular no sólo prolonga la vida útil de la transmisión, sino que también ayuda a mantener un buen rendimiento del vehículo y evitar costosas reparaciones en el futuro.

Evite el sobrecalentamiento del motor:

Para García, el sobrecalentamiento puede provocar daños en los sellos y empaquetaduras de la transmisión, así como en otros componentes sensibles al calor. Para evitar esta situación, es importante mantener en buen estado el sistema de refrigeración del motor, comprobando periódicamente el nivel y la calidad del refrigerante, así como asegurarse de que el radiador y el sistema de ventilación estén limpios y en buen estado.

Además, es importante evitar sobrecargar el motor, como conducir largas distancias con sobrepeso o remolcar cargas pesadas en terrenos exigentes, ya que esto puede aumentar la temperatura del motor y contribuir al sobrecalentamiento.

Evite el uso excesivo del freno de mano:

Según el experto, utilizar el freno de mano en una marcha puede causar un desgaste excesivo en los componentes del sistema de frenos, incluidos los frenos de tambor o de disco y el cable del freno de mano.

Esta práctica puede generar una tensión innecesaria en la transmisión y otros componentes del vehículo, lo que eventualmente podría provocar daños costosos. “El freno de estacionamiento está diseñado para usarse cuando el vehículo está parado, sin moverse. Por lo tanto, los conductores deben evitar este hábito y utilizar el freno de mano sólo cuando sea necesario para asegurar el vehículo mientras está estacionado”, explicó.

Evite cambios rápidos entre marchas:

Los coches automáticos están diseñados para realizar cambios de marcha de forma suave y eficiente, adaptándose automáticamente a las condiciones de conducción. Sin embargo, hacer cambios rápida y abruptamente puede generar una tensión adicional en los componentes del tren motriz, lo que podría provocar un desgaste prematuro y una eventual falla del sistema.

Asimismo, para García, cambiar rápidamente entre marchas puede afectar negativamente a la experiencia de conducción, provocando tirones o golpes incómodos para los pasajeros. Por ello, García recomienda a los conductores mantener una aceleración gradual y permitir que la transmisión automática realice los cambios de marcha de forma natural y sin prisas.

 
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