Meghan Trainor no puede creer que hayan pasado 10 años desde su primer éxito. Fue en 2014 cuando ‘All About That Bass’ se coló en nuestras vidas para quedarse para siempre. Fue el número 1 incluso en España, por extraño que nos pueda parecer ahora mismo. Llegando a ‘Timeless’, nada menos que su sexto álbum, es difícil dilucidar la posición de Trainor en la industria. Canciones como ‘NO’ y ‘Me Too’ de ‘Thank You’ (2016) o incluso ‘Made You Look’ de ‘Takin’ It Back’ (2022) también funcionaron muy bien a la cantante, pero parece que sin consolidar un una base de fans demasiado sólida, ni pertenecen a álbumes decisivos artísticamente.
Si bien sus números quedarán certificados en la gira que está preparando, la primera en 7 años (ha tenido 2 hijos en este periodo), ‘Timeless’ no es un paso decisivo.
Ampliado a 16 temas –17 incluido el bonus para Target que no tardó en añadirse a las plataformas–, ‘Timeless’ es una sucesión de canciones de doo-wop y chicle que no habrían hecho ningún daño reservadas para Navidad. A veces las producciones se entregan tímidamente a trucos de trap (‘To the Moon’) o hip hop (T-Pain aparece en un par de temas, por ejemplo en el single de Charleston ‘Been Like This). También en la pista de baile: ‘Bestie’ podría haber sido una canción de Kylie Minogue. Pero lo que predomina es una versión edulcorada de lo que en los años 2000 se conocía como soul-pop. La versión para todos los públicos de una Lily Allen o una Amy Winehouse.
La obsesión por los grupos de chicas de los 60 es evidente en temas como ‘Crowded Room’, ‘Whoops’ o ‘Crushin’, sin que ninguno de ellos parezca especialmente guardar muebles en TikTok. Después de todo, no son tan atemporales. Los textos tienden a ser edificantes, tratan sobre Cupidos, reinas del baile y cosas así, y a menudo dejan un mensaje positivo sobre el amor propio. El mejor ejemplo sería “Quiero agradecerme”. Inspirada por el discurso de Nicey Nash en los Emmy, donde se dedicó el premio, Meghan Trainor quiso contar con ella (y su novia) para transmitir esa idea de felicidad que muchas veces ha tenido su música. .
Entre las canciones que piden una oportunidad para amar o huir de situaciones tóxicas, las más singulares son la feminista ‘Rollin’, que critica expresamente el mansplaining, y la balada ‘Timeless’. Trainor escribió esto cuando el padre de uno de sus amigos estaba consumido por el cáncer y quiere que apreciemos a nuestros seres queridos y lo rápido que pasa el tiempo.
Tras él suena ese bonus track llamado ‘Bite Me’, que con un toque de electropop, deja cierta sensación de oportunidad perdida, ya que los ritmos de baile le sientan tan bien como se puede ver en ‘Hate It Here’. Al final, ambos demuestran lo que el disco no se atrevió a hacer. Que en el futuro, sólo esas portadas arriesgadas nos permitirán diferenciar unos discos de otros.
