El banco mundial de germoplasma del olivo de Córdoba, que reúne más de 1.200 variedades de este cultivo procedentes de 29 países, se ha adherido al conocido como el tratado internacional de semillas para asegurar la conservación y distribución justa de estos recursos.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha firmado este viernes en Madrid el acuerdo de adhesión junto al secretario del tratado, Kent Nnadozie, y el director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), Jaime Lillo.
España incorpora así la colección varietal conservada en Córdoba a la red internacional de bancos de genes reconocida por el tratado sobre recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, cuyo órgano rector es la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En el acto, Planas destacó la importancia de este cultivo milenario que la agricultura mediterránea quiere compartir con el resto del mundo, impulsando nuevos proyectos de investigación e innovación.
El acuerdo firmado, que refleja “los esfuerzos, los objetivos compartidos y la excelente cooperación internacional”, permitirá “la creación de nuevas oportunidades de cooperación con la red de socios técnicos y financieros del tratado”, aseguró el ministro.
Planas ha destacado la necesidad de disponer de cultivos más resistentes y que requieran menos insumos ante las nuevas demandas en la producción de alimentos, como un mejor perfil nutricional y una vida útil más larga, y los retos a los que se enfrenta la agricultura global, como el cambio climático y los “complejos “Escenarios geopolíticos.
Por eso es importante contar con recursos fitogenéticos con determinadas características para uso directo o en programas de mejoramiento vegetal, o provenientes de variedades silvestres, puntualizó.
En su opinión, la conservación de la diversidad de los bancos de germoplasma es “fundamental” para facilitar el acceso a este material a investigadores y obtentores, como reconoce el tratado de la FAO, un instrumento “clave” para su intercambio compartido. beneficios justos y equitativos derivados del uso de esos recursos.
La ministra de Agricultura ha reconocido la labor histórica de los agricultores que han puesto este patrimonio a disposición de las generaciones futuras, así como la contribución del sector al desarrollo rural.
Por su parte, el secretario del tratado internacional ha reconocido “el liderazgo de España en este ámbito” y la aportación de su conocimiento y capacidades técnicas para contribuir a la seguridad alimentaria global.
El director ejecutivo del COI ha señalado que el reconocimiento internacional de la colección de Córdoba es “un punto de partida que abre el camino a otros proyectos internacionales y una nueva etapa en la gestión y conservación de los recursos fitogenéticos”, y ha expresado el deseo para llevar una colección en el futuro al mayor banco de semillas del mundo ubicado en Svalbard (Noruega).
El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ha destacado la relevancia del olivar para esta comunidad, que acoge el 80% de la producción nacional de aceite de oliva, y ha puesto a disposición del proyecto el proyecto sector, ciencia e investigación.
El rector de la Universidad de Córdoba, Manuel Torralbo, ha mostrado su compromiso de colaboración para cumplir los términos del convenio y los objetivos marcados.
El Banco Mundial de Germoplasma de Córdoba, centro de referencia nacional en variedades de olivo, está gestionado por el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) en colaboración con la Universidad de Córdoba.
También forma parte de la red internacional de bancos de genes, coordinada por el Consejo Oleícola Internacional.
