Las brechas que comprometen el futuro de la reforma previsional

Las brechas que comprometen el futuro de la reforma previsional
Las brechas que comprometen el futuro de la reforma previsional

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Una hoja arrugada, de dos párrafos y llena de firmas, definió el futuro de al menos 26 millones de colombianos afiliados al Sistema General de Pensiones. Allí se estableció que la Cámara de Representantes aceptaría el texto de reforma previsional aprobado en el Senado, con todo y sus “monos”, para rediseñar el sistema que rige desde hace 30 años.

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El “jueguito” impulsado por el banquillo de Gobierno del Petro dejó dudas sobre si la reforma será viable. Antes de julio de 2025, cuando entre en vigor y envíe 19 millones de afiliados más a Colpensiones, el proyecto enfrentará demandas de inconstitucionalidad y habrá que resolver qué pasará con los artículos que el Senado dejó pasar y costarían miles de millones.

Uno de los que se presentó fue el juez del Consejo Nacional Electoral, César Lorduy, quien evocó un fallo de la Corte Constitucional (C-074-21), que declara inejecutable un proyecto de ley aprobado por la Cámara, aceptando el texto del Senado. .

“La Corte dice: ‘No conocer suficientemente lo que se aprueba, o negar la posibilidad de proponerlo, debatirlo o ajustarlo, constituye una abdicación de las responsabilidades que la Constitución encomienda a ese órgano’“Dijo Lorduy sobre el fallo.

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En ese arrugado papel, mencionado al inicio, los representantes firmantes dicen haber conocido en profundidad y en tiempo el texto de reforma aprobado en el Senado, con el que de alguna manera buscan recuperarse en la salud. Incluso indican que han cumplido con los estándares exigidos por el Tribunal Constitucional.

Cualquiera sea el caso, la próxima disputa sentará un precedente en el país. El Centro Democrático ya prepara su artillería jurídica para tumbar la iniciativa. “Vamos a demandar por inconstitucional la reforma de las pensiones y violatorio del ejercicio bicameral del Congreso. No permitiremos que expropien los ahorros de millones de colombianos mediante trampas”, dijo el senador Miguel Uribe.

Por ahora, el Gobierno celebra su victoria, lo que supone un soplo de aire en medio de los escándalos de los últimos meses y la fallida aprobación por el Legislativo de otros proyectos de reforma. “El país tiene hoy la reforma más importante de las últimas décadas en materia social”, celebró el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.

¿Y los “monos”?

Por si faltaba un toque de incertidumbre, el rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, recordó que al aceptar el texto del Senado, también revivió el “micus” del impuesto a las pensiones. Y lo mismo ocurre con el artículo que haría que los indígenas, afros y campesinos se jubilaran a una edad más temprana.

Se refiere a que el Senado aprobó -en el artículo 84- que “todas las pensiones, incluidas las que reciban los colombianos residentes en el exterior, estarán exentas del impuesto a la renta. Sólo tributarán por la parte que exceda de 1.000 (mil UVT)”.

El problema es que esta última parte deja la puerta abierta a que las 1.000 UVT sean anuales. Es decir, se gravan pensiones de más de 47 millones de dólares al año (3,9 millones de dólares al mes). El problema ya había sido resuelto en la Cámara al aclarar que las pensiones serían de más de $47 millones mensuales, pero ese ajuste no verá la luz.

En cuanto al trato diferenciado a comunidades indígenas, negras o campesinas, hay que decir que fue una propuesta que ingresó a última hora al Senado y quedó registrada en el artículo 93; establece que el Dane debe calcular la diferencia de esperanza de vida entre estos grupos y otros colombianos, y con base en ello el MinTrabajo determinará las menos semanas y años con los que se jubilarán y accederán a los beneficios del sistema.

Este artículo de la reforma potencialmente crea un sistema de pensiones diferente para el 41% de los colombianos. Un sistema sin claridad en parámetros y costos. Sabemos que hay comunidades que están rezagadas y tienen enormes desafíos. Sin embargo, una discusión de tal importancia no se puede improvisar”, afirmó en su momento el presidente de Anif, José Ignacio López.

Colpensiones y Banrep dudan

La otra “pata débil” de la reforma es el papel que jugarán Colpensiones y el Banco de la República. El primero deja dudas porque de facto recibirá a 19 millones de personas y sus trabajadores admiten no estar preparados, mientras el Banrep no tiene del todo claro su papel como administrador del Fondo de Pensiones que se creará.

Apenas esta semana William Rodríguez, presidente de Sintracolpen, uno de los sindicatos más importantes de Colpensiones, dejó un inquietante mensaje: “Queremos, como trabajadores, hacer un llamado a todos los colombianos: “Como trabajadores somos la mina de oro que puede solucionar la reforma de las pensiones (…) pero actualmente no estamos preparados”.

Ejemplificó que para atender a los cerca de 26 millones de afiliados que tendrá ahora Colpensiones (con los actuales y los que llegarán), la plantilla tendría que al menos duplicarse.

Agregó que “actualmente presentamos problemas tecnológicos, que radican en los gestores de documentos y aplicaciones de reconocimiento, que con cortes masivos generan retrasos en las respuestas a la ciudadanía”.

También cuestionó la llegada de personal poco calificado. “Hay fallas en los procesos de selección, la gente llega a los puestos y no sabe nada o no tiene conocimiento (…) Nos preocupa que Colpensiones se convierta en una fortaleza política de algún partido, porque sí o sí es un ente técnico”.

Por su parte, el Banco de la República solicita que se delimite su trabajo del de Colpensiones. “Debe quedar claro que en el Componente de Prima Media del Pilar Contributivo las responsabilidades de financiar las pensiones y cubrir cualquier riesgo contingente pertenecen a Colpensiones y al Gobierno Nacional y no al administrador del Fondo”.

También destacó la importancia de la independencia. “Para cumplir con su propósito como administrador del Fondo, Banrepública debe tener independencia operativa. Esto implica, entre otros, independencia en la selección de los vehículos a través de los cuales se gestionarán los recursos y se materializarán las decisiones de inversión, libertad para elegir quién participará en la gestión del portafolio y demás cuestiones técnicas y operativas requeridas para su gestión. ”.

El comunicado, firmado por el gerente del Emisor, Leonardo Villar, fue incisivo en que los artículos de la reforma que se refieren al Fondo requería mayor claridad sobre las funciones y responsabilidades de los órganos rectores del Fondo y su administrador, y los lineamientos de administración e inversión. Sin embargo, esos llamados fueron ignorados en la Cámara.

Dudas sobre la sostenibilidad

Incluso si la reforma ve la luz en la Corte, su viabilidad aún está por verse. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, admitió que está diseñado para los próximos 40 años, pero debería revisarse dentro de 15 años.

“Esto lo hemos tomado de experiencias internacionales, de otros países que ya han vivido el proceso demográfico, que es por ejemplo Japón, Alemania, Francia, lo solucionaron a través de los migrantes, digamos en términos generales. Lo que estamos diciendo aquí es que en Colombia, en los estudios, tenemos hasta 15 años para hacer una reforma paramétrica que permita que efectivamente se produzcan ajustes demográficos.“dijo el ministro.

En tanto, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) advirtió que la reforma generaría un aumento de los gastos y desembolsos del Estado hacia Colpensiones, pero sin un aumento de los ingresos por contribuciones.

El CARF estima que habrá un aumento en el costo del pilar contributivo, ya que la reforma introduce nuevos elementos como prestación anticipada, menores requisitos de pensión para las mujeres y la posibilidad de pasar del régimen de ahorro individual a cargo de fondos de pensiones privados. . al régimen de prima promedio pagada por Colpensiones por menos de 10 años para jubilarse.

En el respaldo fiscal a la reforma de las pensiones, el Ministerio de Finanzas predijo que implementarla costaría 78.500 millones de dólares para 2070, mientras que para 2100 esta cifra podría aumentar a 500.000 millones de dólares.

Para José Manuel Restrepo, de EIA, al final lo positivo de la reforma es que incluye un beneficio solidario para 3 millones de adultos mayores que no tienen posibilidad de pensionarse, que se elimina la competencia entre Colpensiones y fondos privados y que Se acaban las megapensiones.

Pero lo negativo, continuó, es el diseño del régimen que abarcará a las personas que han cotizado, pero no pudieron jubilarse. “Si has aportado entre 300 y 1.000 semanas, a partir de la nueva regla no recibirás los intereses ni los ahorros que hayas realizado, simplemente recibirás un valor muy pequeño una vez finalizada tu carrera productiva”.

Para Restrepo, el mecanismo para definir el aporte en Colpensiones sobre 2,3 salarios mínimos fue antitécnico y parece más un consenso entre lo que querían el Gobierno y la oposición. También cuestionó que se elimina la posibilidad de elegir dónde cotizar y que en 2065 se acabará el ahorro y aumentarán los pasivos previsionales, malas noticias para los jóvenes de hoy.

La reforma de las pensiones entrará en vigor en julio de 2025 e incluirá un sistema de pilares. El pilar contributivo, donde estarán las personas que aportan al sistema; el pilar semicontributivo, diseñado para quienes han cotizado semanas, pero no les alcanzaron para jubilarse; y el pilar solidario, que establece un ingreso mensual para adultos mayores en situación de pobreza.

Los efectos de este proyecto. Abarcarán a todos los colombianos, excepto a los hombres que ya tienen 900 semanas de aportes, y a las mujeres con 750 semanas de aportes, quienes formarán parte del régimen de transición y seguirán cubiertos por las disposiciones del esquema actual.

El corazón de la iniciativa es el pilar contributivo. Básicamente, todos los aportes por hasta 2,3 salarios mínimos irán automáticamente a Colpensiones. Por eso se dice que todos citaremos allí. Sin embargo, si gana más de 2,3 salarios mínimos, el exceso de aporte irá a un fondo privado.

El encargado de administrar los recursos será el Fondo de Ahorro que se creará, y estará encabezado por el Banco de la República. Además, al momento de jubilarse la persona recibirá un subsidio unificado entre lo ahorrado en Colpensiones y el fondo privado -si corresponde-.

En cuanto a los requisitos, se establece que los hombres necesitarán tener al menos 1.300 semanas de aportes y tener 62 años, mientras que para las mujeres se exigirán 57 años y a partir de 2025 las semanas mínimas disminuirán paulatinamente de 1.275 a 1.000 en 2036.

En tanto, el pilar solidario establece que quienes se encuentren en condiciones de extrema pobreza o vulnerabilidad y hayan cumplido 65 años, en el caso de los hombres, o 60, en el caso de las mujeres, y no cuenten con una pensión, podrán acceder a un ingreso básico similar al que brinda Colombia Mayor, que a precios actuales sería de $223.000.

Por el pilar semicontributivo Se definió que los hombres mayores de 65 años y las mujeres mayores de 60 que hayan cotizado entre 300 y 1.000 semanas tendrán una renta vitalicia que resulte de la suma de sus aportes llevados al valor presente (es decir, actualizados por inflación).

Según datos de la Superintendencia Financiera, al cierre de abril había 19,1 millones de afiliados a fondos de pensiones privados, y 6,8 millones de afiliados a Colpensiones. Hasta ese mes reportaba 2 millones de pensionados, 1,68 millones en el régimen público y 332 mil en los fondos.

 
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