La hora decisiva – .

La hora decisiva – .
La hora decisiva – .

Agotada la maratón electoral que comenzó en febrero en Galicia, a menos que un bloqueo obligue a repetir las elecciones autonómicas catalanas -hipótesis nada improbable-, una legislatura nacional que lleva inactiva desde su inauguración debería ver despejado el camino y coger velocidad. No hay certeza de que será así. Sí, la confirmación de que el fin de la batalla partidista por los votos no ha reducido ni un ápice una polarización tan aguda como estéril que ha hecho irrespirable el clima político. Y que ni la entrada en vigor de la ley de amnistía, ahora pendiente de una aplicación de los jueces que se presume tormentosa, ni el escrutinio de las elecciones europeas han despejado la cuestión sobre la estabilidad de la precaria mayoría parlamentaria en la que Pedro Sánchez apoya.

Las crecientes dificultades para mantener filas estrechas en el bloque de investidura en el Congreso alertan del complicado panorama que afronta el Gobierno. El principal mortero que une a los socios, el miedo a que la derecha llegue al poder, empieza a resultar insuficiente cuando se mezcla con cuestiones internas y, además, su apoyo al Ejecutivo coincide con una pérdida apreciable de votantes -EH Bildu es la gran excepción- – y el fantasma de un avance de las elecciones generales sobrevuela el escenario, lo que invita a prepararse para tal eventualidad. En este contexto, la legislatura se acerca a su hora decisiva. Un magnífico termómetro para calibrar su futuro será la tramitación de los Presupuestos una vez que su prórroga este año dificulta volver a recurrir a esa fórmula. La aprobación de las Cuentas, que allanaría un terreno lleno de obstáculos, dependerá no sólo de su contenido, sino también de la voluntad de Junts y ERC de apoyarlas en función de cómo se resuelva la gobernabilidad de la Generalitat y la voluntad de Sánchez de nuevas asignaciones. También de los intereses de los demás aliados. La crisis de Sumar tras un nuevo desplome en las urnas y su pelea con Podemos suponen dificultades añadidas.

El PSOE salvó la jornada en las elecciones europeas, en las que la victoria inequívoca del PP no fue tan contundente como para poner contra las cuerdas al Ejecutivo ni esconde una doble falta de los populares: siguen sin marcar la agenda política –va a rebufo del marco de debate marcado por el Gobierno– y sin construir una alternativa cuyo principal ‘gancho’ sea no desalojar a Sánchez de la Moncloa.

#Argentina

 
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