Poco o nada de amigable, sólo el nombre. Argentina y Ecuador jugaron anoche en el estadio Soldier Field de Chicago como si ya hubiera comenzado la Copa América y no estuviéramos en la previa, a 10 días de su inicio. Se arañaron, golpearon, discutieron y protestaron. De fútbol, sólo algunas ráfagas
En medio de este contexto duro y hostil, los campeones del mundo salieron vencedores por 1-0. Con gol de Ángel Di María a los 39 minutos del primer tiempo tras una jugada colosal del “Cuti” Romero, quien volvió a ser la gran figura del equipo. El exdefensor de Belgrano cortó un balón en el medio campo, pasó al ataque, se apoyó en Rodrigo De Paul, fue a buscar la vuelta al área ecuatoriana, desairó al ex Talleres Piero Hincapié con un gancho hacia adentro y habilitó el “ Fideo”, quien definió con delicadeza. Todo está bien.
El técnico Lionel Scaloni tenía dos opciones para afrontar el partido: probar a los titulares para el debut del jueves 20 ante Canadá en la ciudad de Atlanta (Georgia) o mover a la mayor parte del plantel y darle descanso a los que menos minutos habían marcado. en la temporada europea. Y optó por lo segundo.
Gonzalo Montiel, Lisandro Martínez, Marcos Acuña y Giovani Lo Celso estuvieron desde el inicio. Y el capitán Lionel Messi fue reservado en el banquillo para jugar sólo 40 minutos en el segundo tiempo. Queda un amistoso el viernes contra Guatemala en Landover (Maryland). Y tal vez vuelva a suceder lo mismo. La idea de Scaloni es que todos lleguen a la Copa con un ritmo competitivo y, en la medida de lo posible, sanos, sin lesiones.
Ecuador casi no mete al arco a “Dibu” Martínez. Pero lo puso difícil en los primeros 20 minutos esperando muy detrás de la línea del balón. Y cortó todas las conexiones del medio delantero. Un disparo de Di María que se fue desviado fue el primer disparo a portería de Argentina. En ese momento habían pasado 20 minutos y Leandro Paredes tuvo que ir a buscar el balón entre “Cuti” Romero y Lisandro Martínez porque los ecuatorianos no le dejaban tenerlo en el medio del campo.
Cuando la presión disminuyó y Paredes pudo afianzarse en el medio, Argentina produjo sus mejores 25 minutos. El balón circuló mejor, pudo acercarse a los delanteros y Hernán Galíndez, portero de Huracán, le sacó turno a Lisandro Martínez. Luego, llegó el turno de Di María, su gol y un estupendo tiro libre que pegó en el larguero.
Lo mejor del segundo tiempo fue que entró Messi por “Fideo” y que el equipo se activó de otra manera. Scaloni cambió el esquema del 4-3-3 inicial a un 4-4-2 con Lo Celso y Enzo Fernández (que entró por Lautaro Martínez) en los costados, Messi como volante y el cordobés Julián Álvarez arriba que sirvió controlar el juego sin sorpresas pero no seguir llegando con peligro. Ecuador siguió siendo duro y complicado, pero eso fue todo lo que valió la pena. Argentina no brilló, pero los venció sin dejar dudas.
A 10 días de la Copa América no se habla de jerarquía. Pero ya todo el mundo sabe lo que hará falta correr y sudar para revalidarlo.
