Registro de Juan Bialet Massé sobre la vida y obra en Argentina, año 1904 (Parte II) – .

Registro de Juan Bialet Massé sobre la vida y obra en Argentina, año 1904 (Parte II) – .
Registro de Juan Bialet Massé sobre la vida y obra en Argentina, año 1904 (Parte II) – .

La investigación realizada en 1904 por Juan Bialet Massé a pedido de Joaquín V. González, ministro del presidente Julio Argentino Roca, exhibe características de un país capitalista de inmigración que incluía a mujeres trabajadoras. La fuerza laboral precapitalista con familias asentadas que viven en “usufructo”, o cohabitaciones en tierras ajenas, encuentra cada vez más difícil preservar su autonomía.

Unas décadas después de la formación de un Estado moderno, Bialet Massé describe la progresiva privatización del territorio en manos extranjeras, el vallado de los campos y la consiguiente población sin acceso a la tierra:

“Son muchos miles de trabajadores los que han quedado desempleados y esto también ha cambiado la condición del propio trabajador, quedando sólo en la región central y norte ese tendero y peón de rancho bajo un régimen patriarcal que lo convertía en una segunda familia del jefe. .. Hoy el jornalero del rancho en Santa Fe y parte de Córdoba es un conchabado ambulante, como en cualquier otro trabajo, que es exclusivamente criollo”.

Según Bialet Massé, la presencia masiva de hombres –especialmente inmigrantes– debido a la diferencia demográfica respecto al número de mujeres, provocó un número importante de solteros. Estos requerían servicios de lavado de ropa, sastrería, camisería, planchado; Por eso no había mujeres desempleadas, pero sí mal pagadas. Su insuficiente organización sindical era un tema a revertir, sugirió en la propuesta de ley al ministro González.

Bialet Massé tenía una opinión favorable del asociacionismo. Para él, las organizaciones sindicales fueron muy positivas. Sus integrantes tenían a su alcance las posibilidades de aprender, leer y asistir a obras de teatro. En el Informe aparecen algunas directrices sobre los controles sindicales. Por eso le sorprende el gesto negativo de un sacerdote que expresó su opinión contra una acción de lucha:

“(…) Hace como dos años habían acordado un paro colectivo; pero un Padre les dijo en un sermón que la Iglesia Católica no aceptaba estos procedimientos (…) He leído en los periódicos de Tucumán… que se había constituido una sociedad gremial de costureras, con el objetivo de buscar un remedio a sus males: el estómago no se llena de sermones”.

Hacheros y trabajadores

Otro universo al que sirve Bialet Massé es el de las familias de trabajadores y hacheros, cuyo trabajo produciría –a través de la “codicia de los empresarios del tanino”– un efecto negativo en los años venideros. El nivel destructivo en la explotación de los bosques de quebracho, con la extinción de las riquezas naturales en el corto plazo, tendría, en opinión de Bialet Massé, el costo para las generaciones futuras: “(…) El negocio del bosque es irreparable y dificultar la vida de los futuros trabajadores”.

Con una escritura casi poética pinta, en contraste, aspectos de la vida familiar: “El trabajador santiaguero va a trabajar acompañado de su esposa, esposa o amante, quien lo cuida y endulza la vida”. Parecida a esta escena hay otra del trabajador santiaguero:

Ver tambiénRegistro de Juan Bialet Massé sobre la vida y obra en Argentina, año 1904 (Parte I)

“Recuerdo con un sentimiento de poesía infinita… en las montañas cercanas a Añatuya; ahí al fondo, un rancho, una ramada, con una cocina, al lado una palangana, en la que se ha lavado, porque ahí todavía está retorcida la ropa… lo espera una bella criolla con la comida preparada con el niño en brazos, y tres niños descalzos y felices quieren el primer beso de papá; y cuando me ven se quedan quietos… Les cuento lo que hago y lo que quiero; “Y para no molestarlos más, me invito a comer con ellos, y les doy lo que tengo en la maleta, sardinas, queso, un tarrito de dulces y pan. Esa es la vida, la vida libre, la vida humana”.

Prácticas ancestrales de acoso a las mujeres

En cambio, nos aparecen imágenes de otras relaciones interpersonales: el abuso no parece ser sólo económico. Comparando Tucumán con Entre Ríos, Bialet Massé expresa: “(…) Un viejo sátiro… feo de cojones… tiene cinco mujeres en su taller; Su Excelencia se encargará del resto; pero esto se reproduce en muchos lugares de la República, incluso en Rosario, sin contar lo que pasa con las costureras registrales, cigarreras, etc… En Paraná, costurera de chalecos, me dicen que tiene un hijo de cada sastre para quien trabaja. ha cosido.” Pero otra bajeza está presente: “(…) Hay aún más, el colmo, la prostitución se explota en dos fábricas”.

Cuando entras en una tienda de muebles y ebanistería ves que la actitud abusiva persiste. “Observo que las mujeres visten bien, que hay una familiaridad entre patrones y trabajadores que no es habitual; una tiene catorce años, otra quince, y una belleza superior a la media. Los jefes tienen veintiocho y treinta años respectivamente. Tomo informes y… “Explícame qué pasa ahí”.. Luego compara diciendo eso “Hasta en Rosario pasó, ni hablar de lo que pasa con el registro de costureras, tabaqueras, etc.”. Evidentemente, el acoso sexual tiene una historia lejana.

Los “trabajos de su sexo”

Bialet Massé abunda en detalles sobre el trabajo doméstico femenino. Sin otro trabajo que el “trabajo de su sexo” como dicen los censos de la época, las mujeres se ocupaban de la vida de su entorno doméstico, preparándolas para el mercado laboral, tarea que desempeñaron durante múltiples generaciones. A pesar de su baja remuneración monetaria, desempeñaban diversas funciones:

“(…) Revenden frutas, amasan, lavan ropa y hasta reciben pensionados a quienes alimentan. Así visten y alimentan a sus hijos… arrodillada sobre el suelo mojado, la mujer se encarga de lavar la ropa de toda la familia hasta el mismo día antes del parto.“.

Pero también observa que cuando abandona el lecho del parto, retoma todas sus tareas. El informe no es frugal en el trabajo de las costureras. Sobre ellos da explicaciones sobre los materiales, la experiencia, las diferencias salariales según la calidad del trabajo. Una característica interesante es que el trabajo asalariado no era sólo para mujeres de bajos ingresos; necesitaban un ingreso extra que permitiera cierta pompa: “(…) En Tucumán no sólo las mujeres del pueblo son costureras, hay muchas familias en la sociedad que “necesitan este recurso para poder sostener las relaciones sociales. “

El mercado laboral femenino de costureras era grande en esa ciudad: “(…) La casa de Fanlo y Liona tiene 300 costureras. La casa de Cartabio cuenta con 130 costureras de mayo a octubre, y en los demás meses 100. La de J. Garrido 120”. Los que trabajan por cuenta propia pero por encargo difieren en sus ingresos dependiendo de si se les proporciona una máquina, hilo para botones y plancha. Además, los especializados en camisería fina, pantalones o chalecos tienen mejores tarifas.

Bialet Massé investiga las estrategias de las mujeres, no favorables a ellas mismas sino a los hombres de la casa. “(…) Una señora pobre de Rosario, que enviudó y tenía tres niñas, se mató de hambre y trabajó para pagarle la escuela al niño, para que pudiera tener una carrera”. Otro caso: “(…) Me voy a casa de una costurera fina, pero son dos hermanas, ganan hasta 2 pesos, haciendo camisas con vistas de hilo, para mantener a un sinvergüenza, el marido de una de ellas, un compadrito , una especie de proxeneta vicioso y altivo”.

Ver tambiénLos orígenes de Santa Fe funcionan bajo la mirada de una historia social

La migración interna de mano de obra a las ciudades también es de mujeres: en Rosario de cada 100 empleadas domésticas, 33 son cordobesas. Pero en esta ciudad aspiraban a ingresar a la Refinería Argentina, donde trabajaban en el taller de corte de azúcar en pan y su envasado. Las madres enseñan a sus hijas a mentir sobre su edad: para ser aceptadas dicen que tienen 11 años. Bialet Massé testifica que estas niñas estaban anémicas, con signos de fatiga excesiva y dificultad para respirar.

En las sucesivas regiones visitadas, Bialet Massé esbozó textos legales, aportando no sólo sus datos sobre lo que había visto, sino también dos textos de leyes laborales. Joaquín V. González las aprovechó para implementar una modernización jurídica, pero el capitalismo ya tenía su “lobby” político: el proyecto fue rechazado.

Contenido elaborado para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos.
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