La hoja de ruta hacia el fin del cepo y las dudas que plantean los economistas

“No hay dependencia bursátil ni retraso cambiario. Eppur si muove”, resumió un informe de la consultora Eco Go

Simultáneamente con la sustitución de figuras clave del equipo de gobierno a principios de la semana pasada, con Guillermo Francos a cargo del Jefe de Gabinete y el desembarco de Federico Sturzenegger Como ministro, el Gobierno busca desandar una transición entre su primera etapa de plan económico centrado en recuperar el equilibrio de las finanzas públicas para atacar la inflación, hacia una siguiente etapa inmediata en la que afrontará un panorama fiscal estacionalmente más exigente; la convergencia de tipos de interés, inflación y devaluación; lograr el apoyo del principal acreedor, el FMI, para implementar un esquema monetario diferente con un alcance y profundidad aún por determinar.

Los próximos pasos del equipo económico están bien vinculados con la gestión de los pasivos remunerados que deja el Banco Central (Pases). El Poder Ejecutivo necesita “limpiar” el balance de la entidad monetaria para que, eventualmente, una salida del tipo de cambio tenga menos pesos que puedan presionar un tipo de cambio único libre.

A cambio, Economía activó una agresiva estrategia para migrar varios miles de millones de pesos de los Pases del BCRA a deuda del Tesoro. El instrumento estrella es la Letra Capitalizable (Lecap), una vieja conocida del mercado financiero en pesos que ya había sido utilizada durante la gestión económica de Cambiemos -aunque fue víctima del reperfil de agosto de 2019-. Con una tasa de interés más atractiva para los bancos, ese cambio quedó claro en las últimas semanas.

El equipo económico confía en mostrar un superávit primario muy amplio y un superávit financiero más limitado en el primer semestre del año.

Paralelamente, aún con un resultado incierto, el Gobierno confía en una negociación iniciada con el Fondo Monetario Internacional para acelerar el proceso de desarme del cepo por el otro medio que identificó como condición: que el nivel de reservas no sea pero suficiente para lograr este objetivo. movimiento.

El Gobierno confía en una negociación iniciada con el Fondo Monetario Internacional para acelerar el proceso de desarme del cepo

En el frente fiscal, el equipo económico espera mostrar un superávit primario muy grande y un superávit financiero más limitado en el primer semestre del año. En mayo los números fueron favorables, como se anticipaba en los despachos oficiales, pero en junio serán varios los factores que se unirán para presionar más las cuentas públicas, principalmente el pago del bono del primer semestre para salarios y jubilaciones públicas, y la Normalización del flujo de pagos a Cammesa. Podría compensar un mayor ingreso por derechos de exportación sobre la cosecha gruesa, que se retrasó más de lo habitual.

Los próximos pasos empiezan a ser observados de cerca por el mercado y Pueden añadir incertidumbre a un mercado que empieza a exigir certeza en la hoja de ruta. La escalada del riesgo país durante mayo -luego de un desplome considerable en los primeros meses de gestión del Javier Milei– Fue una luz amarilla que indicó que además del orden macroeconómico, los inversores también buscan respuestas sobre la viabilidad política de las reformas que resultan de la Ley de Bases y Paquete Fiscal, y exigen saber cuál será la siguiente página del manual de gestión. dice.

Los inversores buscan respuestas sobre la viabilidad política de las reformas y exigen saber qué dice la siguiente página del manual de economía del gobierno libertario.

Las consultoras de la ciudad empiezan a observar este paso de una etapa del plan económico a otra. “En sólo 5 meses el país pasó de un esquema de Dominio Fiscal (DF), donde la política fiscal condicionaba la política monetaria y financiera, a todo lo contrario: el esquema actual se puede definir como uno de Dominio monetario (DM), lo que significa que ahora la política monetaria manda sobre la política fiscal y financiera”, resumió un informe de PxQ.

“Según las declaraciones del presidente Milei y el equipo económico, el desarme de los pasivos pagados del BCRA es el paso previo y necesario para salir de la trampa. Sin embargo, el traspaso de Pases a Lecap implica un aumento de los compromisos del Tesoro en el corto plazo, y esto dificulta la salida del cepo, dado que si no hubiera control cambiario la refinanciación de los títulos del Tesoro sería más complicado”, advirtió esa consultora, fundada por el ex viceministro Emmanuel Álvarez Agis.

Para PxQ, la política monetaria pasó a ser
Para PxQ, la política monetaria ahora comenzó a “dominar” la política fiscal y financiera

Eco Go también hizo su propia lectura de actualidad del programa de Javier Milei y Luis Caputo. “El objetivo que en febrero pasado era eliminar las Leliq, ahora consiste en eliminar las Pases. Y con eso eliminar la emisión endógena de pesos, creando las condiciones para que el crédito al sector privado se expanda (a tasas negativas)”, destacó en un informe con un título provocativo: “No hay dependencia bursátil ni atraso cambiario. Eppur si te mudas”.

Marina del Poggeto, directora de Eco Go, mantiene esta tesis en público y eso le valió, sin nombrarla directamente, reproches presidenciales. “Sin embargo, la magia no existe. El aumento de la deuda del BCRA en dólares (Bopreales) y el aumento de la deuda del Tesoro en pesos son la otra cara del ‘limpieza’ del balance del BCRA”, destaca a través de sus informes a sus clientes. .

En esos informes también planteó las presiones que se avecinan sobre las reservas internacionales del BCRA: “De aquí a fin de año vencerán USD 4.600 millones adicionales (USD 2.100 millones en el mercado, USD 1.170 millones de la serie Bopreales del BCRA). 2 y USD 1,3 mil millones provincias). Y esto suponiendo que identifiquen a ‘los chinos’ que deben firmar la refinanciación de la activación del swap por 4.900 millones de dólares adicionales que vence en junio y julio próximos. Aunque el dese la vuelta de estos vencimientos no impacta las reservas brutas o netas (ya que ambos contemplan el intercambio total por USD 18.000 millones), si tiene implicaciones directas sobre la liquidez en dólares del BCRA”.

La magia no existe. El aumento de la deuda del BCRA en dólares (Bopreales) y el aumento de la deuda del Tesoro en pesos son la otra cara del ‘limpieza’ del balance del BCRA (Eco Go)

En materia tributaria también habrá elementos a los que prestar atención, advirtió Fundación Capital. “Si quieres bajar el Para afrontar el riesgo país de manera sostenida, dados los grandes vencimientos de deuda de 2025 y la necesidad de gestionar los pasivos del Tesoro, el esfuerzo fiscal debe migrar de lo transitorio a lo duradero. Es más, de cara al futuro será más exigente para poder cumplir con la meta de déficit cero, dado que los segundos semestres suelen ser mayores en términos de gastos. Esto incluso está considerando la aprobación del paquete fiscal”, consideró en un informe que entregó a la prensa.

“Aunque consideramos que los objetivos fiscales se cumplirán, el ajuste resultante puede seguir afectando la actividad económica y deteriorando el stock de infraestructura. No sólo es necesario aprobar leyes en el Congreso, sino avanzar en un proceso de reingeniería tributaria para que la organización de las cuentas públicas sea plurianual y permita trazar un horizonte de certeza”, afirmaron los economistas de Fundación Capital.

Parte de la discusión sobre lo que viene se dará entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional. El ministro Caputo anticipó que de haber desembolsos adicionales el Banco Central estaría más cerca de levantar los controles cambiarios.

Este refuerzo de divisas desde Washington parece ser uno de los principales elementos de discusión en esta nueva etapa con el FMI. Otro fue primero anticipado por el Gobierno y luego ratificado por el organismo: un nuevo esquema monetario para la economía argentina.

Ese esquema monetario en cuestión ya fue denominado por el Fondo Monetario: competencia monetaria. Incluso identificó antecedentes de países con sistemas similares en los que la Argentina puede verse reflejada, como Perú y Uruguay. El debate se centra en todo lo que rodeará a este esquema y cómo se logrará. En los últimos meses, el FMI ha presionado para lograr una tasa de interés real positiva y un clavija móvil más acelerado, contrario a dos pilares de la gestión económica: la licuación de pesos y el ancla cambiaria.

Si queremos bajar el riesgo país de manera sostenida, el esfuerzo fiscal debe migrar de lo transitorio a lo duradero (Fundación Capital)

Algunos informes de mercado están empezando a sopesar los pros y los contras de tal plan. Para la consultora 1816 implicaría una serie de peligros:

  • “El régimen descrito por el presidente Milei (con eliminación permanente de todas las fuentes de emisión y una especie de Banco Simons) no tiene precedentes en el mundo, lo que hace que su implementación y sus resultados sean inciertos;
  • ”Un obstáculo evidente es la política: esa competencia monetaria se puede realizar sin acelerar la inflación en pesos siempre y cuando el mercado ‘compre’ que la eliminación de la imprenta sea para siempre; y eso no depende sólo del gobierno de turno; y
  • “También hay riesgos puramente económicos: si los argentinos tardan en ‘sacar los dólares del colchón’, desmonetización Sería un límite concreto para la recuperación económica (suponiendo que no haya una entrada masiva de dólares del exterior)”.

Entre las certezas que el Gobierno puede ofrecer al mercado se puede enumerar: que el primer semestre de gobierno cierra con medio año de ajuste sostenido, con cifras de inflación desacelerada, un aumento de las reservas del BCRA y una disminución de los pasivos monetarios del autoridad monetaria.

Por el contrario, persiste una marcada recesión; caída del poder adquisitivo de los salarios y un rezago en el ritmo de devaluación respecto de la tasa de inflación.

 
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