17 de junio de 202416:17
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“Pegajoso, pegajoso“, dijo el Lama del Everest enseñando cómo la mente no iluminada se aferra pegajoso) a valoraciones o expectativas de una realidad impermanente que se muestran con los dedos cuando se pegan a la miel. Sentado en un trono frente al altar del Templo budista Chagdud Gonpa Sengue Dzong28 kilómetros de Sierras de Minas, en Uruguay, ilustró cómo la mente tiende a apegarse a la realidad efímera. A su lado, sobre un cojín de meditación, una practicante tomaba notas en un cuaderno que apoyaba sobre una mesa baja, con el objetivo de traducir las enseñanzas del inglés al español.
A ambos lados, frente al trono, había tres filas de mesas bajas, largas y de color rojo intenso que servían para sostener cuadernos u otros objetos de enseñanza o meditación. Detrás de ellos había cojines esparcidos para los practicantes, sin discriminar en ubicación a los principiantes de mayor edad que iban a escuchar el Dharma (las enseñanzas del Buda) por primera vez. Afuera del templo sólo se podía escuchar el viento, que sonaba como un silbido a través de los pastizales y arbustos que cubren las colinas montañosas.
Una sinuosa subida por un sendero empinado y salvaje lleva a los visitantes a 400 metros sobre el nivel del mar, donde Centro Budista Chagdud Gonpa Sengue Dzong. Es un santuario, compuesto por un templo y casas de retiro para estilo tibetano oriental y butanés. Es él el único templo budista tibetano de habla hispana en el mundo. Tan imponente y atemporal que podría transportar a quien lo visite a un lugar remoto. Un cartel que indica la ruta 81 que marca la entrada al pequeño pueblo de aguas blancas El lugar donde se ubica el santuario sitúa al visitante en el tiempo y el espacio.
Esa mañana, los valles amanecieron cubiertos por un manto de nubes blancas que parecían algodones suspendidos en el aire. El viaje invitaba a una contemplación que iba a continuar durante dos días consecutivos en modo retiro. Este cronista participó en el retiro con un grupo de practicantes de diferentes orígenes.
El templo se encuentra en un vasto campo montañoso de 600 hectáreas. Consta de seis niveles. Los servicios se ubican en el primero, la cocina y las habitaciones de los asistentes en el segundo, y la sala principal y dos pequeñas cocinas donde se preparan Sok y Tormas, alimentos utilizados como ofrendas en las prácticas, en el tercer nivel. La instructora y profesora que vive allí, Pema Gompa, explica que las habitaciones fueron diseñadas originalmente para los Goland, practicantes que deciden hacer un retiro de tres años, tres meses y tres semanas sin ver ni ser vistos por nadie.
El templo Chagdud Gonpa es uno de los 120 centros en todo el mundo y fue construido en 1998 con el fin de enseñar Budismo tibetano Vajrayana, particularmente el linaje Nyingmapa. Su fundador fue el lama SE Chagdud Tulku Rinpoche, un maestro espiritual de alto grado, quien al llegar a estas tierras invitado por Pema Gompo dijo: “Éste es el lugar. Aquí, durante mucho tiempo, los seres me estuvieron esperando”.
El templo Sengue Dzong o Fortaleza del León, según su significado tibetano, se completó en 2009. Cada forma, color y ornamentos aplicados no son aleatorios, sino que, como en todos los edificios budistas, tienen un significado sagrado a través de la arquitectura del templo. Los cinco elementos tierra, agua, fuego, aire, espacio o éter están representados en los colores exteriores de las columnas, rojos, naranjas, amarillos y azules que ofrecen a los observadores entrenados una rica simbología con representaciones de montañas, lagos y flores de loto. emergiendo del agua, junto con dibujos de esferas que simbolizan las joyas de las enseñanzas de Buda: la figura del Despierto, el Buda; sus enseñanzas, el dharma; y su comunidad de practicantes, los Samgha. Según Pema Gompo, el exterior del templo ha sido pintado por artistas especializados de Nepal y Bután y quiere que en el futuro continúen con las paredes interiores del templo.
El budismo se originó en la India hace unos 2.500 años por Siddhartha Gautama, también conocido como Buda, quien compartió su camino hacia la iluminación mientras meditaba bajo un árbol Bodhi. Luego las enseñanzas fueron transmitidas por diferentes ramas y tradiciones, entre ellas el Vajrayana, el Theravada y el Mahayana. El objetivo, según las enseñanzas, es alcanzar la iluminación completa como Buda o convertirse en bodhisattva mediante el reconocimiento de la naturaleza búdica de cada ser y para el beneficio de todos los seres.
En Sengue Dzong se enseñan diversas enseñanzas, incluida la de la deidad Tara Roja y los Protectores, así como prácticas, enseñanzas e iniciaciones budistas Vajrayana impartidas por lamas cualificados. En la tradición Vajrayana, especialmente en el linaje Nyingmapa o escuela Nyingma, tal como lo expresa el maestro Pema Gompa, la práctica directa es la característica central como camino rápido para comprender la esencia de la naturaleza de la mente y así alcanzar la naturaleza búdica de cada persona. ser.
Al ingresar al templo, debes dejar tus zapatos en la antesala. En el interior, los colores rojos de las paredes invaden el espacio y sirven de lienzo para las pinturas y esculturas de las deidades sagradas que allí se representan. Detrás del trono del lama, en el altar, se encuentran tres grandes esculturas. La escultura del centro es una representación del Buda Shakyamuni, que data del siglo VI antes de la era cristiana. A su izquierda está Pambasanbaba, el maestro que trajo las enseñanzas budistas del Tíbet y enseñó el método Vajrayana, considerado el más rápido para alcanzar la iluminación. A su derecha está Bodigsaba, una escultura del Buda de la Compasión, representado con mil brazos.
El silencio que envuelve los segundos previos a la llegada del maestro espiritual transforma lo ordinario en sagrado. Antes de comenzar la primera enseñanza del retiro, los presentes esperan respetuosamente la entrada del lama. Entre murmullos de los participantes noveles que contrastan con la calma de los mayores. Algunos de ellos visten túnicas budistas de color burdeos. Lama Tsering Everest tiene la misión en este retiro de enseñar cómo sanar la mente y las emociones en tiempos difíciles.
Sin pausa, el lama comenzó a enseñar y la mente con ideas preconcebidas fue rápidamente confrontada con las enseñanzas impartidas. Cada destinatario, desde su experiencia personal, escucha con gran atención sus palabras. En tono sereno, el lama dice: “Cada uno de nosotros ve el mundo subjetivamente a través de su propia mente. Si la mente percibe erróneamente, su mundo quedará distorsionado. El que pregunta es el que percibe. “Cada uno es su propio dictador”.
La idea misma de impermanencia giraba una y otra vez sobre el significado de su concepto. Son como los latidos del corazón porque no regresan, ejemplifica. Con una mirada directa y compasiva, Tsering Everest pregunta a cada uno de los presentes: “¿A qué queremos prestar atención y a qué no queremos prestar atención? La impermanencia es producto de la confusión de la mente. Todo es movimiento, dominado por la confusión, limitado por nuestro entendimiento.
Somos soñadores que no sabemos lo que soñamos. De aquí surge el concepto de compasión: “¿Cómo se juzga a alguien que tiene un mal sueño?” preguntó el lama, mirando lentamente a los practicantes y dejando espacio para que la traductora hiciera su parte. Y siguió hablando como olas que empujaban y refrescaban las ideas adquiridas bajo la percepción subjetiva de cada individuo.
Cuando llegó el momento del recreo, el almuerzo, la merienda y la cena, los presentes compartieron historias de cómo habían llegado al templo. Entre ellos estaba Adrián, quien dijo que es practicante desde 2013 y suele participar en las reuniones. Adrián, natural del departamento de Rocha, en Uruguay, llegó al templo después de haber conocido el camino espiritual de los monjes budistas en un viaje que realizó al Tíbet.
Entre ellos también estaba Carlos que era su primera vez en el templo. En su caso, expresó que buscaba moldear algunos aspectos de su conducta. Cada uno de ellos, con sus historias y vivencias personales, parecía motivado por lo mismo: la búsqueda de enseñanzas que abrieran caminos hacia la comprensión. Quizás a eso se refería el lama cuando hablaba del soñador que no sabe que está soñando. En este caso busca despertar.
El primer día terminó con una meditación a la deidad buda Tara, figura representada como una deidad femenina de color rojo intenso, asociada con la actividad compasiva y la protección. El segundo y último día del retiro, entró el lama y las enseñanzas retomaron su hilo: “No hagas daño y entrena la mente. No podemos buscar la felicidad eterna en procesos impermanentes.
“No somos pasajeros en nuestras vidas, sino conductores. Si actúas con amor y compasión, tienes poder en tu ejemplo y eso es lo que cambia el mundo”, expresó sin detener las enseñanzas que estaba dispuesta a dar. Situada en su extrema diagonal, junto a la puerta principal, la rueda de oración no dejaba de girar. Es un adorno formado por una bobina de papel que contiene un mantra escrito. La simbología dice que lleva bendiciones a través del viento.
Tanto Lama Tsering Everest como la instructora y maestra argentina Pema Gompo fueron discípulos de Lama SE Chagdd Tulku Rinpoche. SE El maestro espiritual Rinpoche (1930-2002) pertenece a la última generación de maestros que se formaron íntegramente en el Tíbet, en la rica tradición de las enseñanzas y métodos vajrayana. El énfasis principal en todo lo que enseñó fue la motivación pura, dijo: “Si tuviera que dejar un solo legado, sería el de la sabiduría de la motivación pura. Si tuviera que ser conocido por un solo título, sería el de ‘lama de la motivación’.
Hoy, su esposa, Chagdud Khadro, es la directora espiritual de los centros de América del Sur.
El camino de Pema Gompo como protector del templo no fue casual, fue una búsqueda del interés que tenía por las cosas espirituales desde niño. Un día, según compartió con LA NACIÓN, tuvo una visión de un campo. Pasaron los años y recorriendo la sierra uruguaya reconoció el paisaje como el de sus visiones y compró una parte de aquellas tierras. Su encuentro con el Maestro Chagdd Tulku Rinpoche ocurrió varios años después, en un retiro budista realizado en Brasil.
Allí, dijo Gompo, las enseñanzas que Riponche dio fueron en tibetano y fueron traducidas al portugués. Dispuesto a cerrar los ojos y dormir durante las enseñanzas del lama, ya que no entendía ninguno de los idiomas, permaneció sentado en su cojín hasta que comenzó a escuchar en español claro y sencillo sin que el maestro lo hablara y sin un traductor que los reprodujera. .
Este halo de fantástica sutileza es el que envuelve la historia del Único templo budista de habla hispana en el mundo.. Desde el momento en que Pema Gompo conoció a Lama Riponche, se convirtió en uno de los miles de sus discípulos en todo el mundo, incluido el Dalai Lama. Rimpoché enseña, entre otras cosas, que practicar el Dharma es domar la mente y, cuando la mente es domada, el ser humano es libre.
