La exigencia de lo justo no sabe de fronteras, ni de gases lacrimógenos ni de manipulaciones mediáticas. No es necesario estar en una Gaza tan brutalmente destruida para sentir dolor; ni en el campus de Columbia, para acompañar a los estudiantes americanos que estos días exigen a su Gobierno que frene el genocidio.
Los universitarios cubanos lo saben bien y también abrazan, sin dudarlo, la lucha por una Palestina libre.
Actuar de otra manera no es ser coherente con la concepción de Julio Antonio Mella de que “el que no pelea es aliado del enemigo, ya que quita un brazo de la acción en los momentos en que todos deben pelear. “El indiferente corre el peligro de caer por una bala perdida”.
Para darle voz a quienes la han perdido y ponerle rostro a la verdad, este jueves, en varias casas de educación superior de la Isla, como el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI); la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona; y las universidades de Ciencias Médicas de Camagüey, Granma y La Habana, los jóvenes dejaron muy claro que “del río al mar, Palestina ganará”.
Ni la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) ni Cuba serán cómplices de actitudes hipócritas e incapaces de detener el exterminio.
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