La historia de Silvio Romero en el Instituto es larga y tiene un momento crucial. Fue cuando pudo salir libre, con una jugosa oferta de Francia, pero decidió firmar su renovación y hacer un traspaso que convenía a todos.
Transcurría el invierno de 2009 cuando “Romerito” cumplió 21 años mientras hacía la pretemporada con Gloria en Villa Gesell. Según la ley ya era mayor, pero por el gesto que tuvo actuó como una persona con mucha más experiencia.
Tenía todo arreglado para ir a jugar al Saint Etienne y rechazó la oferta. Lo hizo porque la única manera de pasar al fútbol francés era ignorar el vínculo con Instituto. La oferta era más que tentadora: 100 mil dólares en mano y ocho mil euros al mes, por un contrato de cuatro años.
Por aquellos días, Diego Novaretti, ante una situación similar, optó por dejar libre a Belgrano a pocos días de los partidos de ascenso ante Rosario Central.
Y fue por eso que la portada del suplemento deportivo La Voz del lunes 27 de julio de 2009 tenía la siguiente frase: Romero no quería ser Novaretti.
“Mientras estuve en Villa Gesell no tomé ninguna decisión apresuradamente. Allá el dinero marea a un chico de 20 o 21 años. Lo hablé mucho por teléfono con mis papás, mis hermanos, mi novia, mi tío, mis primos, mis amigos y hasta con Homero Báez, mi entrenador de Lifi, con la gente que realmente me quiere, y decidimos que no era lo correcto. conveniente”, pudo decir Romero a este diario en ese momento.
Ahora, 15 años después, visitó nuestra redacción para participar del podcast Mundo Gloria y recordó un cover que generó polémica.
“Eso pasó… Recuerdo la portada del diario La Voz, todo negro con mi foto. Fue así. Había terminado el contrato, hubo una confusión de que no lo había recibido para renovar el contrato. No se supo si se debió a un problema de la dirección o del cuerpo técnico. La cuestión es que quedó libre de acción. Tenía esta oferta sobre la mesa. Cuando estaba por ejecutarse, el Instituto quedó al margen de todo. Junto con mi familia decidimos que no. Porque el Instituto me había formado. Estuve ahí desde los seis años… En ese momento tenía 20, 21. Pasé por todo, en todos los aspectos. No era algo que consideráramos justo. “Tomamos la decisión de renovar”, dijo “el Chino” este martes.
Y añadió: “En ese momento pusimos una cláusula de una cantidad si venía un equipo de Primera se podía ir. Aparece Rosario Central, que en ese momento estaba en la B. No sucedió porque éramos rivales. Y antes de que arranque el campeonato 2010-2011 cuando (Claudio) Vivas era entrenador, aparece Lanús y decidimos que ya era el momento. Se dieron las condiciones para que el club y yo diésemos el paso. “Estuve en la misma situación con Independiente y volví a reaccionar igual”.
