El Cámara de Diputados aprobó la reincorporación del capítulo sobre impuestos al tabaco en el proyecto de Ley Base, un punto espinoso que afecta principalmente al empresario Pablo Otero, conocido como el “Señor del Tabaco”, que con la normativa vigente está exento del pago de estos impuestos. Minutos después, el título fue aprobado por 125 votos a favor y 106 en contra.
El pedido fue realizado por el bloque de Coalición Federal Podemos, a través de Juan Manuel López (Coalición Cívica) quien propuso restablecer el impuesto al tabaco. Su ausencia benefició a Otero, dueño de Tabacalera Sarandí.
El oficialismo rechazó la solicitud, que luego fue sometida a votación. Allí se impuso la reincorporación, con 82 votos afirmativos, 77 negativos y 69 abstenciones. Minutos después se aprobó el título 10 -que consta de un solo artículo- y, como parte de la Ley Base, ahora será enviada al Senado.
Fue una votación tensa, donde casi 70 diputados se abstuvieron de votar, permitiendo que pasara un número mucho menor de congresistas. El caso es que en las semanas anteriores el lobby parlamentario sobre el tema había sido persistente. Tanto es así, que el propio gobierno había eliminado el punto del proyecto de Ley Base enviado a principios de año.
El proyecto original, que fue discutido en enero y retirado en febrero en la Cámara Baja, incluía un capítulo sobre Impuestos Internos al Tabaco. El texto dictaba que el impuesto pasaría del 70% al 73%, el aumento iba a impactar el precio de la cajetilla de cigarrillos.
“¿Alguien puede explicarnos por qué nos han estado presionando en este tema durante 20 días? Lo que está pasando aquí es que desde hace varias semanas hay un lobby infernal de las tabacaleras Sarandí y de Philip Morris. ¿No vamos a decirlo? , disparó Germán Martínez (UxP) minutos antes de la votación.
En los últimos ocho años, Tabacalera Sarandí pasó de controlar el 5,6% del mercado a más del 30,84%, según estimaciones de los especialistas, desplazando a las compañías internacionales tradicionales.
La AFIP, que presentó una serie de denuncias contra Tabacalera Sarandí, sospecha que este crecimiento exponencial está vinculado a la subfacturación del precio de las cajetillas de cigarrillos, lo que estaría provocando daños millonarios por evasión fiscal.
