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Pedro Vargas fue uno de los tantos mexicanos que sintieron en Cuba como si hubiera sido su patria. Este intérprete conocido como “Tenor de América”, “Ruiseñor de América” y “Samurái de la Canción” superó con creces el récord de visitas a Cuba de cualquier visitante extranjero.
Cuentan sus biógrafos que su primera visita a la mayor de las Antillas se produjo en 1932. Esa vez estuvo en La Habana con Agustín Lara. El Flaco de Oro compuso muchas canciones para ser cantadas por él; Hace 92 años vinieron, precisamente, para que Pedro pudiera cantar piezas de Agustín mientras lo acompañaba en su piano.
De entonces a la fecha ambos alcanzaron fama y cada uno por su cuenta vino a Cuba a encontrarse más de una vez. Sus visitas fueron noticia en la prensa de la época.
Cada vez que Pedro emprendió una gira latinoamericana, Cuba fue parte de un itinerario que se extendió por más de tres décadas hasta que, según el periodista, Ciro Bianchi, concluyó en marzo de 1959 cuando cantó en el cabaret del hotel Capri. Fueron tres décadas durante las cuales los teatros cubanos se llenaron para verlo actuar; También tuvieron lugar sus presentaciones en la radio y televisión cubanas.
El Tenor de las Américas tuvo un doble vínculo con Cienfuegos. Hace unos 20 años una vecina tuvo la amabilidad de prestarme una foto que el cantante dedicó a su madre en 1938.
Durante mucho tiempo investigué qué lugar de nuestra ciudad servía de anfitrión al visitante. Sin poder comprobarlo hasta la fecha, una persona me dijo que vino a la Perla del Sur atendiendo a una invitación del Liceo de Cienfuegos.
Lo cierto es que la foto existe -o existió- desde que quien comenta logró escanearla. Del original, tras su muerte, primero de la señora y luego de su hijo, no sé qué suerte corrió. Lo original del hecho es que no se trataba de una foto “serial”, ya que aparece una dedicatoria dirigida a Lilian, su admiradora.
El otro vínculo de Pedro Vargas con Cienfuegos fueron sus grabaciones a dúo realizadas en La Habana con Benny Moré. Aquellos boleros superaron la prueba del tiempo y traspasaron las fronteras de Cuba y México. Títulos como La vida es un sueño, Lo siento, Solo una vez y ObsesiónGrabado en los años cincuenta, se suma a la antología del bolero latinoamericano.
Como solista lo recordamos en títulos como Mujer, con la firma de Agustín Lara. Fueron más de seis décadas como intérprete durante las cuales grabó piezas de otros compatriotas como Armando Manzanero y José Alfredo Jiménez, entre ellos el cubano Frank Domínguez.
En 1957 el Tenor de las Américas celebró 25 años de presentaciones en Cuba. Ese era un motivo para celebrar; Para la ocasión interpretó la Canción Fox la habana de mi amor, compuesta por Armando Oréfiche y grabada con el acompañamiento de la orquesta Lecuona Cuban Boys. La seleccionó, con toda intención, para demostrarle su cariño por esta tierra que él también consideraba suya.
Pedro Vargas nació el 29 de abril de 1906 y pronto cumplirá 118 años. Pasó del sueño a la muerte en la Ciudad de México, el 30 de octubre de 1989. Hoy es recordado como el intérprete mexicano más popular de América Latina.
Nuestro país ocupó un lugar especial en su carrera. La ciudad de Cienfuegos fue parte del cariño mutuo que se profesaban el artista y su público cubano.
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