En un esfuerzo conjunto para combatir el crimen transnacional y fortalecer la seguridad fronteriza, Colombia y Brasil sellaron un acuerdo estratégico.
Este pacto, firmado el viernes 26 de abril, apunta a la disolución de alianzas criminales, incluidos grupos destacados como el ‘Comando Vermelho’ y el ‘Primeiro Comando Da Capital’‘, conocidos por sus actividades de narcotráfico, minería ilegal y tráfico de armas, así como por los frentes disidentes que operan en la frontera.
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Este entendimiento, con vigencia de dos años, surgió al cierre de una visita oficial a Brasil del comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Helder Fernán Giraldo Bonilla.
El acuerdo entre Brasil y Colombia implica el intercambio de experiencia, formación y doctrinaademás de promover operaciones conjuntas entre las fuerzas armadas de ambos países.
Según fuentes militares, una de las estrategias a implementar incluye el uso de inteligencia artificial para mejorar la efectividad en la lucha contra estas redes criminales. La reunión donde se gestó esta alianza tuvo lugar en Brasilia, con la participación del almirante de escuadrón Renato Rodrigues de Aguiar Freire, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Brasil, y el general Giraldo Bonilla.
“Además del intercambio de experiencias, formación y doctrina; también Se realizarán operativos de interoperabilidad de fuerzas para combatir la alianza criminal entre disidencias de las FARC y grupos del crimen organizado“, señalaron las Fuerzas Militares.
Este acuerdo representa un paso significativo en la cooperación bilateral en materia de seguridad, marcando no sólo la unidad de esfuerzos, sino también el inicio de una era digital en la lucha contra el crimen organizado a través de la inteligencia artificial.
“Desde Brasilia firmamos el plan de cooperación entre las Fuerzas Militares de Colombia y las Fuerzas Armadas de Brasil, donde ratificamos Durante los próximos 2 años la lucha contra amenazas comunes en la Amazonía, como el narcotráfico y la minería ilegal.”, dijo el general Giraldo.
Ambos países enfrentan desafíos similares en su lucha contra las organizaciones criminales que operan a lo largo de la frontera común, lo que hace que la colaboración y la adaptación tecnológica sean esenciales en sus estrategias de defensa y seguridad.
Las autoridades emitieron alerta sobre presunto plan de secuestro de disidencias de las FARC enfocado a diputados de los departamentos del Valle del Cauca y Cauca. La alerta fue lanzada por las Fuerzas Militares de Colombia este jueves 25 de abril, indicando que la estructura Carlos Patiño, perteneciente al Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC, estaría detrás de estos planes.
El comandante del Comando Conjunto N.2 Sur Occidente, mayor general Erik Rodríguez Aparicio, fue el encargado de transmitir esta información al coronel Giovanni Cristancho Zambrano, quien dirige la Policía en el departamento de Valle.
La comunicación destaca que este operativo de inteligencia militar ha sacado a la luz las intenciones de llevar a cabo el secuestro de uno o más diputados, sin excluir la posibilidad de que sean representantes de las asambleas departamentales del Valle o Cauca. Entre las medidas sugeridas destaca el fortalecimiento de los esquemas de seguridad tanto para funcionarios como para así como para las instalaciones donde desempeñen sus funciones.
La carta hace referencia a incidentes anteriores, recordando el secuestro masivo de 12 diputados del Valle en 2002, como un precedente importante que respalda la necesidad de tomar precauciones. Este hecho subraya la importancia de reevaluar y fortalecer las medidas de seguridad para prevenir incidentes similares.
Tradicionalmente, la región ha sido escenario de conflictos armados, y este tipo de amenazas resurgieron como un recordatorio de los desafíos de seguridad que aún enfrenta Colombia.
Esta advertencia de las autoridades militares y policiales colombianas puso de relieve la persistente amenaza que representan los disidentes armados en el país, incluso después de los acuerdos de paz firmados en 2016 con las FARC. El gobierno colombiano, en coordinación con las fuerzas de seguridad, se mantiene alerta ante cualquier signo de actividad que busque desestabilizar la región y comprometer la seguridad de sus líderes políticos.
