Durante la madrugada del viernes, personal policial protagonizó una cinematográfica persecución de dos delincuentes, quienes escaparon a toda velocidad a bordo de un automóvil, y que terminaron siendo detenidos.
Todo comenzó alrededor de las 4 de la madrugada cuando un llamado telefónico ingresó al CE 911 reportando un vehículo sospechoso en el cruce de 25 de Mayo y La Rioja.
Inmediatamente, agentes del Comando Radioeléctrico acudieron al lugar donde encontraron que se encontraba un Citroën C4 con placas aparentemente alteradas.
Pero al notar la presencia de los uniformados, los ocupantes del vehículo se dieron a la fuga, lo que inició una persecución que se desarrolló por la zona de Recoleta de Santa Fe y el centro de la ciudad.
Además de un bloqueador de señales, los sospechosos tenían en su poder otros objetos relacionados con robos.
La situación llegó a su punto máximo cuando el Citroën C4 chocó contra el bordillo en el cruce de 25 de Mayo y Junín. Uno de los ocupantes del vehículo se dio a la fuga, continuando su fuga, aunque fue capturado a pocas cuadras, en Rivadavia y Suipacha.
Sin embargo, la historia no terminó ahí. Mientras los agentes inspeccionaban la zona, fueron abordados por transeúntes que informaron de la presencia de otro sospechoso. Este individuo, descrito como sudoroso y con la ropa manchada de sangre, fue encontrado escondido en el saguan de un edificio cercano a la farmacia Acosta, no lejos del lugar del incidente, donde finalmente fue detenido.
Los detenidos fueron trasladados a la jefatura de policía.
Para completar, uno de los testigos entregó a los agentes un inhibidor de señal, el que habían encontrado en San Luis e Hipólito Irigoyen. Se presume que este dispositivo fue “desechado” por los delincuentes, en un momento de su fuga.
Los detenidos (un hombre de 33 años y otro de 30) fueron trasladados a sede policial donde quedaron a disposición del fiscal de turno.
