Parece que la vida insiste en elevar el listón de los desafíos para el movimiento obrero cubano cada nuevo primer día de mayo. Y parece que, en una respuesta muy cubana, este movimiento se empeña en saltarlo y continuar… sin miedo alguno.
A nadie se le ocurriría negar que, año tras año, el contexto nacional e internacional ha tenido un impacto crudo y directo, no sólo en las empresas, organizaciones, otros centros de trabajo y entidades… sino también en las secciones sindicales, los grupos de trabajadores y las familias de Los que se sudan la camiseta, tanto en el sector estatal como en el ámbito de otros actores económicos.
Si los contratiempos, las carencias, los obstáculos y las limitaciones fueron el factor determinante o la brújula, lo más probable es que este 1er. de Mayo ya estaba desprovisto de carteles en murales, banderas en edificios y referencias a la fecha en los medios de comunicación, e incluso las calles por las que se avanza hacia las plazas eran una incógnita en cuanto a participación futura.
Nada de eso sucede ni sucederá. Que nadie, ni dentro ni fuera, se haga ilusiones. La población disfruta demasiado de esta marcha tradicional y patriótica como para ceder terreno.
La forma en que muchos preparan frases con pincel y pincel, carteles, fotos e iniciativas, indican que la Central de Trabajadores de Cuba hará, este año, nuevamente, lo mismo que hace horas dijo en tono de broma un ingenioso guajiro llamado Maikel Almanza: « No aflojes ni siquiera en las curvas.
En medio de la compleja situación que atraviesa el país, el mejor regalo para el Día Internacional de los Trabajadores será poner el pie firme, día tras día, conscientes de que sólo trabajando podremos superar este momento adverso.
No existe forma más natural, lógica y honesta de generar riqueza que a través del trabajo creativo. No es lo mismo nacer que trasplantar o injertar, ni producir que revender, ni es lo mismo solucionar las necesidades del hogar produciendo en él que volverse dependiente de lo que, “sin remedio”, hay que comprar. afuera.
Por ello, no es de extrañar que, luego de lanzada la convocatoria para el 1er. En mayo, se ha decidido concentrar ideas y acciones en todo aquello que contribuya a la recuperación económica que tanto necesita la nación, y a un tema estratégico: el papel de los jóvenes en el contexto actual.
Se trata de aterrizar bien ambas cosas. Y, por supuesto, que exista la mínima distancia (incluso ninguna) entre dicho y hecho.
