Esto se debe a que desde el confinamiento durante la pandemia, quienes residen en el sector de la calle Anaya al fondo comenzaron a notar “movimientos extraños” en el sector. “Cuando quisimos ponernos de acuerdo Comenzaron a llegar camiones con escombros para llenar ese brazo del río e inmediatamente también empezaron a talar árboles muy viejos y nativos, ahí fue cuando nos preocupamos aún más”, dijo.
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La pareja del cisne muerto permanece en el río.
Cristóbal dijo que apenas comenzó la primera tala, las aves que allí anidaban comenzaron a irse. “Hubo muchas especies que se fueron porque se quedaron sin árboles. Después esa misma madera que sacaron de los árboles sirvió para seguir llenando el río”, recordó.
“Aquí, además de los cisnes de cuello negro, había garzas blancas que podían vivir sin problemas. porque eran tierras productivas y los agricultores no tomaron el río, como lo están haciendo ahora los promotores inmobiliarios. Las especies que siempre han vivido aquí se sienten amenazadas y por eso empezaron a salir. Otra gran preocupación es saber de qué murió ese animal, si fue por algo en el agua o qué.“, observó.
Llevaron su denuncia a la Defensoría del Pueblo
Cristóbal dijo que apenas se dieron cuenta de la tala de árboles que se estaba dando, acudieron a hablar con la defensoría del pueblo. “En ese momento estaba Ricardo Riva quien nos acompañó y pidió un informe de la situación, ahí fue donde se determinó que lo que estaban cubriendo era un brazo del río Limay, por lo que se ordenó dejar de hacerlo”, dijo. dicho.
A esto agregó: “Del estudio surgió que este brazo del río es necesario para que la isla Todero funcione para que si en algún momento viene una crecida como la del río Neuquén el año pasado, no se tome. de distancia por los barrios de Allí. Entonces Recursos Hídricos dijo: “Tiene que funcionar”. Entonces el juez ordenó a las empresas que hacían estos empastes descubrir todo, lo cual nunca hicieron”.
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María Isabel Sánchez
Finalmente, aseguró que nada de esto pasó y que recientemente les informaron que había habido una modificación y esa zona pasaría de ser una zona rural a una zona urbana. “Supuestamente tienen que construir unos puentes, pero la empresa que ganó la licitación para hacerlo es la misma que bloqueó el río, entonces no sabes en quién confiar. Desde que se fue Riva sentimos que el reclamo lo estamos haciendo solos y nuestras especies naturales siguen desapareciendo, nuestra flora y fauna están siendo devastadas y a nadie le importa”, concluyó.
