El Consejo Mundial de Energía (CME) reconoció al territorio nacional como un país que concentra sus esfuerzos en la transformación energética en América Latina. Por tanto, su firme intención de impulsar las energías renovables no convencionales la convierte en un gran atractivo de inversión en la industria.
En este momento, Colombia se destaca como uno de los líderes más consolidados en materia de transición energética a nivel mundial, debido a la gran variedad de recursos naturales que posee. Por ello, el Ministerio de Minas y Energía ha manifestado que la amplia diversidad geográfica del país puede brindar ventajas en aspectos competitivos para la producción de energías alternativas.
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“Ya se reconoce el inmenso potencial de recursos que se encuentra en la región del Caribe norte, donde los regímenes eólicos, incluidos los marinos, y la radiación solar se encuentran internacionalmente entre los mejores de su clase. La vocación agrícola del país también debe aprovecharse para la generación de bioenergía, ya que la diversidad de pisos térmicos, su régimen hídrico y su posición geográfica permiten la producción de biomasa durante todo el año”, expresaron desde la entidad.
Por otro lado, Jaime Arteaga, director ejecutivo de JA&A, mencionó la participación de Colombia en los desarrollos de energía solar, ya que la región del Caribe tiene buen potencial, además de la energía eólica.
Según Arteaga, estas fuentes han contribuido en gran medida a la diversificación y sostenibilidad del suministro energético. “En un escenario ideal de disponibilidad de energía solar, los anuncios del fenómeno de El Niño no darían lugar a tanta especulación, ya que en ausencia de lluvias habría más radiación solar y más energía barata disponible. En la medida que los proyectos puedan completar el proceso de licenciamiento y gestionar su relación con el territorio, podremos estar más cerca de ese escenario de diversidad y confiabilidad”, explicó el directivo.
De este modo, Se puede afirmar que Colombia lidera la gestión de la transición energética en América Latinagracias a factores que llevan al país a posicionarse como un actor principal en este cambio.
“En primer lugar, la generación de energía en el país ya alcanza entre un 65% y un 70% de generación hidráulica, lo que constituye una fuente limpia y sustentable. Este enfoque en la energía hidroeléctrica proporciona una base sólida para la transición a fuentes renovables. Además, las proyecciones de crecimiento de la demanda energética y el constante interés gubernamental en promover inversiones en energía solar, eólica, biomasa y geotermia hacen de Colombia un destino atractivo para invertir en la transición energética. La clave está en la importancia compartida de estos proyectos a nivel territorial, asegurando beneficios locales y promoviendo su efectiva operación”, afirmó Arteaga.
Hay que considerar que los desafíos en el camino hacia una transición energética exitosa en Colombia también incluyen la necesidad de abordar la electrificación de la demanda.la intervención de tecnologías de autogeneración y cogeneración, además de la implementación de tecnologías para los usuarios que permitan una gestión eficiente de la energía.
Adriana Ascencio, gerente de Erco Power, comentó que la matriz energética colombiana es en gran medida hidráulica, ya que es una fuente que se considera renovable y tiene una participación de la capacidad instalada superior al 65%; El restante es el 30%, que se reparte entre energía térmica, acoplando fuentes de generación renovables no convencionales como la solar y la eólica, que no superan el 5%.
Finalmente, La apuesta por las energías renovables se presenta como una estrategia vital en la lucha contra el cambio climático, y sus beneficios ambientales y sociales son cada vez más evidentes.. Este enfoque no sólo apunta a mitigar los impactos negativos del calentamiento global, sino que también busca promover un desarrollo más sostenible y equitativo a nivel global.
