Las puertas del estadio aún no se habían abierto. Adentro, en el coloso del Cerro, los trabajadores preparaban el terreno, y en las tribunas retocaban cada asiento. Pero él ya estaba allí, parecía que lo estaba esperando.
Pasó junto a mí, con su familia, buscando una de las puertas de acceso para adquirir su entrada. Cuando llegó hasta ella se dio la vuelta, como si hubiera sentido una señal.
“¡Mira, el animal!” el exclamó.
Dirigí mi mirada hacia donde él posaba la suya, sobre la anatomía de Alfredo Despaigne. Los ojos del muchacho brillaron en la madrugada del domingo, porque el partido entre Granma e Industriales estaba programado para las diez de la mañana.
El Caballo de los Caballos es uno de los beisbolistas cubanos más queridos. Su manera de compartir la tarea del juego con sus compañeros, sin creer, aunque ciertamente lo sea, alguien especial o decisivo; Su sonrisa, o sus gestos, y hasta sus chistes, en determinada situación de juego, lo convierten en un cubano como tú o como yo; como él o aquel. Este santiaguero, con orgullo y chaqueta de Granma, o habanero natural, como él mismo ha dicho, porque en la capital también es orgulloso, la fama no se le ha subido a la cabeza.
—Hay quien piensa que aquí se van a romper todas las bolas, que es más fácil pegar jonrones en la Serie Nacional que en Japón.
—No es tanto así. Cuando estás ajustado a un nivel superior, es muy difícil adaptarte a uno inferior. El concepto de lanzamiento no es el mismo. En mi opinión, el trabajo de los lanzadores en Japón es uno de los mejores del mundo. No sólo por la velocidad, sino por el control y, sobre todo, por el desarrollo del pensamiento táctico. Allí, si no ganas ese duelo de pensamiento entre lanzador y bateador, no lo consigues.
«Por eso es difícil adaptarse al nivel de pitcheo en nuestra temporada. La diferencia de velocidad es significativa y es difícil golpear bien la pelota, porque puedes seguir adelante. También juega en su contra el control de los lanzadores; “Con malas pelotas no conecta bien y aparecen una buena cantidad de bases por bolas”.
De hecho, Despaigne es actualmente el líder en bases recibidas, con 35, la misma cantidad que Frederich Cepeda.
—Pero no lo estás haciendo mal, lideras los jonrones (13), pegas un jonrón cada 7,7 turnos al bate; Eres uno de los siete que alcanzó 400 o más, primero en obp (568), segundo en slugging (820) y en ops (1,388).
—Es que me he preparado muy bien, desde noviembre soy muy riguroso en todo lo que hago, y por eso salen los resultados.
—Está claro que no eres ese gran corredor, pero se te ha visto ágil en las bases, incluso desde casa hasta primera.
—Te dije que me he tomado muy en serio la preparación, y que tengo esa condición ahora responde a la importancia que le he dado a la Serie.
—Cuba ya está oficialmente ubicada en Asia para jugar el Premier 12. ¿Es un grupo tan difícil como dicen?
—Sí lo es, pero podemos luchar. Japón, Corea del Sur y Taipei Chino siempre son un desafío. También lo es Australia, que nos da buenos partidos, pero siempre acabamos ganándoles.
—Claro, porque aparece alguien con el 54 en la espalda, y los deja vestidos para la fiesta, le digo y sonríe.
—Habría que ver qué lidera República Dominicana, que está en la misma zona, pero si logramos incorporar algunos lanzadores que juegan en otras ligas, tenemos posibilidades de avanzar.
—Con 13 jonrones esta temporada, está a 27 de los 500 en torneos de liga, entre México, Japón y Cuba. ¿Habrá otro hoy (domingo)?
—Hoy no jugaré, hice un movimiento que se me trabó la pierna izquierda. No es nada grave, pero tengo que descansar.
No pensé en las consecuencias para Granma, ni en que la temporada fuera privada del código cubano del jonrón de ese día, sino en Carlitos, en el niño que fue al estadio porque quería ver al “animal” mandar. él detrás de las vallas.
